Sabes, Windows 11 está más pulido, pero a veces poner la impresora que quieres como predeterminada no es tan simple como hacer clic en ese botón de “Establecer como predeterminada”. Y más complicado aún si tienes varias impresoras, sobre todo si son en red. Muchas veces piensas que ya la configuraste, pero Windows parece olvidarse o se vuelve loco y vuelve a elegir otra. Es un fastidio, especialmente cuando necesitas imprimir algo importante y termina usando la impresora equivocada. Así que aquí te comparto unos truquillos de la vida real para que tu impresora se quede por defecto y puedas solucionar el problema si se navega solo.
Cómo asegurarte de que Windows 11 use la impresora que tú escoges
Este método es para quien siente que la impresora predeterminada no se mantiene o ya estás cansado de estar cambiándola cada rato. La verdad es que Windows no siempre se porta bien con las impresoras por defecto, sobre todo con las de red. Pero estos pasos te acercan a tener un setup más estable.
Metodo 1: Desactiva la opción “Dejar que Windows gestione la impresora por defecto”
Este paso le suele complicar la vida a más de uno. Por defecto, Windows 11 intenta escoger automáticamente la “mejor” impresora según la última que usaste, lo cual puede ser un dolor si prefieres tener control total. La solución más fácil suele ser apagar esa opción.
- Entra a Configuración > Dispositivos > Impresoras y escáneres.
- Baja hasta encontrar la casilla que dice “Dejar que Windows administre mi impresora predeterminada”.
- Desmárcala. Sí, simplemente quítale la marca.
¿Por qué ayuda esto? Porque evita que Windows cambie tu selección a su antojo y hace que el botón de “Establecer como predeterminada” funcione como debería. Es sencillo, pero si Windows sigue modificando tu impresora, quizás este ajuste sea el responsable. A veces, con algunos ordenadores, hay que reiniciar o cerrar sesión y volver a entrar para que se aplique. Pruébalo si ves que tu impresora predeterminada se va sola.
Metodo 2: Ponerla a mano desde “Dispositivos y impresoras”
No siempre basta con hacer clic en “Establecer como predeterminada”, a veces Windows se atraganta, sobre todo con impresoras en red. Lo que a mí me funciona es esto:
- Vuelve a abrir Impresoras y escáneres.
- Selecciona tu impresora preferida.
- Haz clic en Gestionar y luego en Establecer como predeterminada.
Un truco más: si el botón aparece en gris o no responde, abre el cuadro de Ejecutar con Windows + R y escribe control printers
. Esto abre la ventana clásica de “Dispositivos e impresoras”. Desde ahí, clic derecho en tu impresora y selecciona Establecer como impresora predeterminada. Es una forma viejita, pero funciona bastante bien cuando el menú de Configuración se pone tonto.
Metodo 3: Desde la línea de comandos, un toque más directo
Esto puede parecer un poco técnico, pero si Windows se empeña en no cooperar, un par de comandos en PowerShell o CMD como administrador pueden salvarte. Solo escribe esto con el nombre exacto de tu impresora:
wmic printer where name="Nombre de tu impresora" call setdefaultprinter
Para averiguar el nombre, escribe en la consola: wmic printer get name
. Copia y pega el nombre tal cual, que debe ser exacto. Es útil si las opciones gráficas no funcionan o se pegan.
Metodo 4: Problemas con drivers y conexión
A veces, Windows se vuelve loco porque el driver de tu impresora está viejo, dañado o no es compatible. Lo mejor es asegurarte de tener la versión más reciente:
- Ve al sitio web de la marca de tu impresora y descarga los drivers más nuevos.
- Si tienes un driver viejo o que no funciona, desinstálalo: entra en Administrador de dispositivos, busca tu impresora, clic derecho y elige Desinstalar dispositivo.
- Luego, instala la versión más actualizada.
También revisa bien la conexión: cable, Wi-Fi, red… a veces Windows cree que está todo bien, pero la impresora no responde. Eso causa que los defaults se pierdan o que los trabajos fallen.
Y si todo falla: toque avanzado en el registro
Si ya agotaste las opciones y Windows sigue olvidándose, puedes meter mano en el registro. Eso sí, cuidado: meter mano allí puede causar grandes enredos si no sabes, así que solo si te sientes cómodo y con copia de seguridad hecha.
Abre el Editor del registro con Win + R y escribe regedit
. Navega hasta:
HKEY_CURRENT_USER\Software\Microsoft\Windows NT\CurrentVersion\Windows
Busca el valor llamado Device. Ahí, puedes poner el nombre de tu impresora preferida y quizás así Windows la recuerde mejor. Pero, repito, solo si sabes bien qué haces con el registro.
Es medio raro, pero con estas opciones, la mayoría de las frustraciones con la impresora por defecto se solucionan. Windows tiene sus cositas, pero con un poquito de paciencia, lo puedes hacer que funcione más o menos estable.
Resumen
- Desactiva “Dejar que Windows administre la impresora predeterminada”.
- Establece la impresora manualmente desde Configuración o en “Dispositivos y impresoras”.
- Usa la línea de comandos si el GUI se niega a cooperar (
wmic
). - Revisa los drivers y la conexión de la impresora.
- Y si todo falla, puedes meterte en el registro, pero con cuidado.
Ya para terminar
Poner tu impresora como predeterminada a veces parece más complicado de lo que debería, sobre todo con impresoras en red. Pero con estos trucos, la mayoría de los caprichos se arreglan. Es un alivio tener un setup estable, sobre todo cuando necesitas imprimir algo importante sin vueltas ni sorpresas. Prueba un poco, reinicia si hace falta, y ojalá esto te ahorre quebraderos de cabeza en el futuro. ¡Suerte y a imprimir sin dramas en Windows 11!