Guía paso a paso para modificar el Tipo NAT en Windows 11 en tu PC

Cambiar tu Tipo NAT en Windows 11: Un proceso que puede ser un poco laberíntico

Configurar correctamente el tipo NAT en Windows 11 puede marcar una gran diferencia en lo fluido que se sienten tus partidas en línea y en lo sencillo que es compartir archivos sin complicaciones. No es la tarea más divertida, pero ajustar estos ajustes de red puede reducir mucho el lag y solucionar problemas de conexión. Es algo que no resulta muy complicado una vez le cavas, pero prepárate, ¡que puede ser una pequeña aventura!

Cómo verificar tu Tipo NAT actual

Lo primero, averiguar qué tipo de NAT tienes en tu PC. Entra en la Configuración de Windows, navega a Red e Internet, y selecciona Estado. Desde allí, busca la opción de Centro de redes y recursos compartidos o Configuración avanzada de red para ver los detalles. También puedes abrir la barra de Xbox presionando Windows + G, ir a Configuración > Red. Ahí se mostrará si tienes NAT Abierto, Moderado o Estricto. Si no tienes NAT Abierto, deberás tener cuidado; un NAT Estricto puede generar muchos dolores de cabeza en las conexiones.

Entrar a la configuración de tu router

Luego, toca entrar en los ajustes de tu router. Abre el navegador y escribe la dirección IP habitual, como 192.168.1.1 o 192.168.0.1, y presiona Enter. Si no estás seguro de cuál es tu IP local, abre la línea de comandos con cmd y ejecuta ipconfig para averiguarlo. El usuario y la contraseña suelen estar en una pegatina en el router (¡menudo comodín!). Una vez dentro, prepárate para modificar algunos ajustes de red, como el reenvío de puertos, UPnP o el DMZ.

Localizando la sección de Reenvío de Puertos

Tras ingresar, busca la sección de Reenvío de Puertos. A veces puede estar en Avanzado, Seguridad o quizás en Servidor Virtual. En routers TP-Link, suele estar en Avanzado > NAT > Servidores virtuales. Aquí empieza la parte importante, porque hacer un buen reenvío de puertos es clave. Te permitirá abrir líneas de comunicación entre tu consola, PC o cualquier dispositivo de juego, y puede transformar tu NAT de Estricto o Moderado a Abierto, lo cual es fundamental para una conexión más estable y sin tantos problemas de compatibilidad.

Configurar las reglas de reenvío de puertos

Es hora de crear esas reglas de reenvío. Esto implica definir qué puertos usan tus juegos o aplicaciones. Normalmente, tendrás que ingresar los números de puerto, elegir el protocolo (TCP, UDP o ambos) y asignarlos a la IP estática de tu PC. Si aún no tienes una IP fija, puedes configurarla en Windows en Configuración > Red e Internet > Configuración avanzada de red > Propiedades del hardware y la conexión. Juegos como Steam o Xbox Live suelen requerir puertos específicos, como 3074 (TCP/UDP) o 80, 443. Revisa la documentación de tus juegos y aplicaciones para saber cuáles necesitas, y consulta el manual de tu router para saber cómo ingresar las reglas correctamente.

Activar UPnP o DMZ

Muchos routers modernos soportan UPnP, que permite a los dispositivos configurarse automáticamente para abrir puertos. Puedes activarlo en la configuración del router en Avanzado > UPnP. Otra opción es poner tu PC en DMZ, lo cual abre todos los puertos para esa máquina, pero también la deja más expuesta a riesgos, así que úsalo con precaución. Solo entra en Configuración DMZ, ingresa tu IP fija y activa la opción. Esta solución puede ser útil para solucionar problemas rápidamente, pero recuerda que puede poner en riesgo tu seguridad.

Guardar cambios y reiniciar

Una vez hayas configurado los puertos o activado UPnP/DMZ, guarda los cambios en la interfaz del router. Es fundamental que both el router y el PC se reinicien para aplicar los nuevos ajustes. Puedes reiniciar el router desde su página web o presionando el botón físico de reset. En Windows, un método rápido es ir a Configuración > Red e Internet > Configuración avanzada de red, desactivar y volver a activar tu conexión. Esto puede ayudar a que tu NAT se abra más y bugs asociados desaparezcan, mejorando la calidad de tu conexión y reduciendo ese molesto lag.

Si no ves cambios inmediatos, no te preocupes. A veces los routers necesitan un empujón adicional. Rebootearlos una o dos veces suele solucionar estos inconvenientes. No es raro que algunos ajustes tarden un poquito en reflejarse, pero con paciencia, todo puede mejorar.

Y si todo salió bien, prepárate para jugar sin esos retardos molestos y con una conexión más estable. ¡Una experiencia mucho más fluida que la que tenías antes!