Voltear la cámara en Windows 11: No es ciencia ficción
Configurar tu cámara en Windows 11 puede parecer una tarea de otro mundo, como intentar resolver un rompecabezas sin instrucciones. Pero en realidad, no es tan complicado; solo hay que buscar un poquito en los ajustes. Ideal para esos días en los que quieres verte bien en la cámara o preparar una videollamada sin que se vea todo el desorden en el fondo. Vamos a ver cómo hacerlo sin volverse loco en el proceso.
Abre la App de la Cámara
Lo primero, abre la app que ya trae Windows: la Cámara. Solo dale clic al botón de Inicio y escribe “Cámara” en la barra de búsqueda. Ahí la tienes. No necesita ni trucos raros ni programas de terceros, a menos que seas un fanático del caos digital. Cuando esté abierta, ya estás a mitad de camino, listo para jugar con algunos ajustes.
Busca los Ajustes
Ahora, debes encontrar el ícono de engranaje o el botón de configuración. A veces está en la vista principal, y otras parece que se esconde como si jugara a las escondidas. Puede estar en una esquina o en un menú que pasa desapercibido. Pero tranquilo, eso es parte del encanto de Windows, ¿no? La idea es que allí puedas hacer el truco del “volteo”. Aunque al principio parece un lío, solo enfócate en lograr ese espejo, y todo saldrá bien.
Busca la opción de Voltear o Espejar
Una vez dentro de ajustes, busca algo como “Voltear” o “Espejar”. Aviso: no todas las cámaras lo muestran claramente, y a veces está oculto en configuraciones avanzadas o en otro submenú. Si te vuelves loco buscándolo, no te preocupes, es común. Probablemente esté en “Video”, “Imagen” o “Efectos”. Sigue explorando un poquito.
Si tienes una webcam USB, también vale revisar el software del fabricante, que quizás tenga esa opción más a mano. Lo puedes encontrar en Ajustes > Dispositivos > Cámaras o en el panel de control de esa app específica. Algunas marcas ofrecen programas propios con controles más sencillos.
Activa el modo de Volteo y no olvides Guardar
Cuando por fin localices el interruptor para voltearlo, actívalo. Solo asegúrate de guardar los cambios si hay un botón para eso — a veces el cambio es instantáneo, y otras veces necesitas un clic adicional. Si no se ve bien, intenta redimensionar la ventana o cierra y vuelve a abrir la app de la cámara, así le das un empujón extra.
En setups más chiquitos o especiales, también podrías usar comandos de línea para hacer esto, pero la mayoría solo quiere hacerlo con unos clics en la app o el software del fabricante. Lo simple funciona mejor.
Prueba tu cámara
Por último, pruébalo en alguna app de videollamadas como Zoom o Teams, o incluso vuelve a abrir la app de la cámara. Mira cómo te ves, ¿está bien o todavía te ves al revés? Si algo no cuadra, vuelve a ajustar los ajustes. Y un dato clave: muchas aplicaciones tienen sus propias configuraciones de cámara — por ejemplo, en Zoom puedes activar la opción de “Espejar mi vídeo” en Ajustes > Vídeo > Espejar mi vídeo. Así te ahorras tiempo y confusiones.
Y listo, con esto ya deberías poder usar tu cámara sin que te de la impresión de estar en un espejo. La práctica hace al maestro, y en poco tiempo solo tendrás que dar unos clics para tener todo perfectito. Aunque, sí, da para preguntarse por qué Windows no lo pone más fácil desde el inicio. Pero bueno, así es la vida digital: siempre escondiendo lo que necesitas justo en el momento menos pensado.
- ✔️ Abre la app de la Cámara.
- ✔️ Busca el menú de ajustes.
- ✔️ Encuentra la opción de voltear o espejar.
- ✔️ Guarda los cambios.
- ✔️ Pruébalo en tu app de videollamadas o en la misma app.
Ojalá esto te ayude a evitar dolores de cabeza. Al final, esto es parte del rollo de usar Windows, ¡pero ya verás que no es tan difícil!