¿Intentas comprobar si tu PC es compatible con Windows 11? Ese suele ser el primer paso antes de actualizar, sobre todo porque Microsoft ahora cuenta con varias comprobaciones de hardware específicas. Es un poco raro, pero lo han simplificado bastante con la herramienta PC Health Check. Descárgala, ejecútala y te dirá si tu sistema cumple los requisitos o si necesitas actualizaciones antes de dar el salto.
Cómo comprobar la compatibilidad con Windows 11
Aquí te explicamos cómo saber si tu equipo está listo para Windows 11, porque, sinceramente, a veces las especificaciones indican una cosa, pero el hardware simplemente no es suficiente una vez que inicias la actualización. Esta guía explica cómo descargar la herramienta oficial de Microsoft, instalarla y qué buscar en los resultados. Normalmente, se trata de algo simple como necesitar más RAM o un procesador más nuevo, pero a veces…sí, es imposible.
Método 1: utilice la herramienta oficial de comprobación del estado del PC
Si tu PC se ralentiza o presenta errores de compatibilidad repentinos durante las actualizaciones de Windows, este método es la solución ideal. Comprueba tu procesador, la versión de TPM, el estado de Arranque Seguro, la RAM y el almacenamiento para comprobar si cumples los requisitos.
- Visita la página oficial de descarga de Windows 11 de Microsoft. Busca el enlace “Descargar la aplicación PC Health Check”.Suele estar al final o debajo de la sección “Comprobar compatibilidad”.
- Descargue el instalador, generalmente un pequeño archivo.exe, y guárdelo en algún lugar que no olvide, como su Escritorio o su carpeta de Descargas.
- Haga doble clic en el archivo para ejecutarlo. Tenga en cuenta que Windows podría mostrar una advertencia de seguridad; simplemente haga clic en “Sí” o “Ejecutar”.
- Sigue las instrucciones. No necesitas modificar nada; simplemente acepta las opciones predeterminadas y espera a que termine la instalación.
Método 2: Ejecutar la comprobación de compatibilidad
Esta es la parte que todos estaban esperando: básicamente, hacer clic en el botón “Comprobar ahora” y ver si tu PC supera la prueba o si es un fracaso total. En algunas máquinas, es extraño: la primera comprobación puede indicar “no compatible”, pero tras reiniciar o actualizar rápidamente el sistema, la supera. Solo un aviso: a veces el hardware más nuevo aún no recibe soporte completo, así que no te sorprendas si los resultados son dispares.
- Abre la aplicación PC Health Check que instalaste anteriormente. Debería ser sencillo: simplemente búscala en el menú Inicio o en el Escritorio.
- Haz clic en “Comprobar ahora” y deja que se ejecute. Solo tarda unos segundos, pero en algunos sistemas antiguos o muy personalizados, podría bloquearse o mostrar un error extraño las primeras veces.
- Revisa los resultados. Si son buenos, ¡listo! Así que prepárate para la actualización. Si no, te indicará qué componente (como Secure Boot, TPM 2.0 o RAM) necesita una actualización.
Y, sinceramente, aunque el informe sea negativo, no es el fin del mundo: a veces la configuración de la BIOS está oculta o deshabilitada por defecto, y solucionarla puede ser una solución rápida. Si tienes conocimientos técnicos, acceder a la configuración de la BIOS/UEFI y habilitar el Arranque Seguro o TPM podría marcar la diferencia. Porque, claro, Windows tiene que complicarlo más de lo necesario.
Consejos adicionales para una verificación más fluida
- Asegúrese de que su Windows esté completamente actualizado antes de ejecutar la verificación; a veces, los archivos de sistema obsoletos bloquean el proceso.
- Verifique manualmente las especificaciones de hardware con los requisitos oficiales de Microsoft, especialmente el modelo de procesador, la versión de TPM y la RAM.
- Busque en el sitio del fabricante de su placa base o computadora portátil actualizaciones de BIOS o herramientas que puedan activar TPM o Secure Boot si están desactivados.
- Si encuentra errores, reinicie su PC e intente ejecutar la herramienta nuevamente; a veces Windows solo necesita un empujón.
- Antes de realizar cualquier actualización, haz una copia de seguridad de tus archivos importantes. Porque, claro, pueden pasar cosas, incluso si sigues todos los pasos.
Algunas preguntas rápidas
¿Cuáles son los requisitos mínimos para Windows 11?
Básicamente, un procesador compatible de 64 bits, al menos 4 GB de RAM, 64 GB de almacenamiento, chip TPM 2.0 y arranque seguro habilitado. Nada demasiado complejo, pero suficiente para afectar a muchos equipos antiguos.
¿Puedo actualizar si mi sistema no cumple con las especificaciones?
Algunos hardware son inaceptables: intentar adelantarse puede provocar inestabilidad o errores extraños. Es mejor actualizar los componentes o seguir con Windows 10 hasta que haya mejor compatibilidad con los controladores.
¿La actualización es gratuita?
Sí, si ya tienes Windows 10 activado, la actualización no debería costar nada. Pero asegúrate de que tu dispositivo cumpla los requisitos antes de actualizar.
¿Cómo puedo verificar las especificaciones de mi máquina?
Abre Configuración > Sistema > Acerca de. O escribe msinfo32
en el cuadro de diálogo Ejecutar. Busca información sobre el procesador, la RAM y el disco. Para la versión de TPM, deberás revisar el Administrador de dispositivos o la configuración de la BIOS.
¿Ejecutar el Control de salud del PC daña mi PC?
No, es solo una herramienta de diagnóstico; no realiza cambios ni instalaciones que afecten la configuración del sistema. Solo toma unos segundos.
Resumen
- Descargue la herramienta de comprobación del estado de su PC de Microsoft.
- Ejecute el instalador y luego abra la aplicación.
- Haga clic en “Verificar ahora” y vea lo que aparece.
- Evalúe si su hardware está listo o necesita actualizaciones.
Reflexiones finales
Comprobar si tu PC es compatible con Windows 11 puede parecer trivial, pero en realidad es bastante útil: te evita descargar una actualización y descubrir que no es compatible, o peor aún, arruinar tu sistema al intentar forzar una instalación. Si el resultado es positivo, ¡genial! Si no, ya tienes una lista de qué actualizar y algunas opciones para hacerlo.
Ojalá esto les ahorre algún que otro dolor de cabeza. Recuerden, a veces un ajuste de la BIOS o una simple actualización de hardware marcan la diferencia.¡Crucemos los dedos para que esto les ayude a disfrutar de la nueva y brillante experiencia de Windows 11!