Ver fotos en 360 grados en Windows 11 no es tan sencillo como abrir cualquier imagen común, sobre todo si quieres hacerlo sin ponerle manualmente apps de terceros. La buena noticia es que la propia app de Fotos de Windows puede manejar estos archivos, aunque a veces tiene sus truquitos. A veces no detecta la foto como 360, o la vista inmersiva no activa como debería. Es decir, si no tienes todo bien configurado o tu app está desactualizada, puedes acabar con cara de what? y sin poder disfrutar del panorama completo. Entonces, para que puedas disfrutar de esas fotos inmersivas sin drama, hay que asegurarse de tener algunas cosas en orden: actualizaciones al día, formatos compatibles y una buena estrategia de apertura. Aquí te explico paso a paso cómo hacerlo para que puedas flipar con tus fotos 360 sin complicaciones.
Cómo ver fotos 360 en Windows 11 de verdad
Este método funciona si tu foto es realmente en 360 — no solo una panorámica o una imagen pegada con Photoshop. Si abres la foto y la app no cambia a modo 360, probablemente sea por que la app de Fotos no está al día o simplemente la imagen no está en un formato que reconozca como compatible. Además, la opción de “ver en 360” a veces puede estar escondida o desactivada por defecto, así que mejor revisa todo lo que necesitas y sigue los pasos que te pongo para asegurarte de ver la foto en todo su esplendor.
Que tu app de Fotos esté actualizada y que tu foto sea compatible
- Abre la Tienda Microsoft (haz clic en Start y busca “Microsoft Store”).
- Busca “Fotos” y mira si te dicen que hay una actualización pendiente. Si hay, dale a Actualizar.
- Revisa que tu foto sea en un formato aceptado — lo más común son JPEG, PNG, o los formatos especiales 360 como las imágenes equirectangulares. Si tienes dudas, prueba abrirla con una app como HoloPlay o algún visor online antes.
- Para mantener las cosas organizadas, guarda tus fotos en una carpeta clara, como Imágenes/360Photos.
Cómo abrir tu foto 360 sin rollos
- Ve a la carpeta donde tienes la foto usando Explorador de archivos.
- Haz clic derecho en la imagen y selecciona Abrir con > Fotos. Si abre en otra app, haz clic en otra vez y elige Editar con Fotos.
- Al cargar la foto, fíjate si la app la detecta automáticamente como 360. A veces aparece un icono de globo terráqueo en la parte inferior o un aviso que dice “Ver en 360”.
Activa la vista en 360
- Si ves el icono de globo o un botón que dice “Ver en 360”, haz clic en él. La app cambiará a modo inmersivo si todo está en orden. Algunas veces, esta opción está un poco escondida, así que mira bien en la interfaz, sobre todo abajo o en las barras laterales.
- Recuerda que la imagen debe tener los metadatos adecuados para que Windows reconozca que es en 360. Esto suele estar en la información EXIF — de hecho, las fotos 360 buenas lo llevan.
- Si no pasa nada tras darle, revisa si tienes la versión más reciente de la app y que la imagen tenga buena calidad (nada corrupto o en baja resolución). A veces, hay que reiniciar la app o incluso reiniciar el PC para que funcione bien.
Cómo navegar por la foto 360 con ratón o pantalla táctil
- Ya en modo 360, prueba a hacer clic y arrastrar con el ratón, o deslizar con el dedo si tienes pantalla táctil. Vas a tener la sensación como si estuvieras en medio de la escena.
- Puedes mover la vista arriba, abajo, izquierda, derecha, lo que quieras — igual que en realidad virtual, pero sin necesidad del casco.
- Ojo: el rendimiento puede variar mucho, y a veces la app se queda colgada si tu PC no tiene potencia o si la imagen es muy pesada.
Cómo salir del modo 360
- Cuando termines, solo dale hacia atrás con la flecha o cierra la app. La imagen volverá a la vista normal.
Si no cambió como debería, vuelve a abrir la foto y prueba a activar otra vez la vista en 360.
La verdad, todo esto puede ser un poco torpe, porque el soporte nativo de Windows para fotos 360 todavía no es perfecto y a veces no detecta las fotos como deberían. Pero cuando das en el clavo, tienes una experiencia bien chula — puedes explorar el panorama sin instalar nada raro, y eso siempre viene bien. No es perfecto, claro, pero mejor que tener que girar en una foto plana sin entender qué te falta, ¿no?