Cómo solucionar el error “Dispositivo de arranque no encontrado” en Windows 11: Guía paso a paso

Cómo resolver el error de “Dispositivo de arranque no encontrado” en Windows 11

Así que enciendes tu PC con Windows 11 y, en lugar de ver tu escritorio, aparece ese mensaje alarmante: “Dispositivo de arranque no encontrado”. No es la mejor forma de comenzar el día, sobre todo si tienes trabajo pendiente. Pero no te alarmes todavía—muchas veces, la solución es más sencilla de lo que parece. Con un poco de paciencia y algunos pasos de diagnóstico, es probable que puedas poner todo en orden sin necesidad de una reinstalación completa.

Verifica las conexiones del hardware

Quizá parezca demasiado simple, pero vale la pena revisarlo: los cables sueltos suelen ser la causa de este problema. Después de mover tu equipo o incluso de un golpe en el escritorio, las conexiones al disco duro o a la unidad SSD pueden haberse aflojado. Tómate un minuto para abrir la caja y asegurarte de que todo esté bien conectado; un cable SATA o de alimentación flojo puede estar causando el conflicto. Si usas un disco externo para arrancar, también revisa que esté correctamente conectado y encendido. A veces, simplemente volver a conectar los cables correctamente soluciona el problema. La clave está en asegurarse de que las conexiones sean firmes y seguras.

Configuración del BIOS: Puede estar jugando en tu contra

El siguiente paso es revisar la configuración del BIOS. Aunque no es la tarea más emocionante, es necesaria. Reinicia tu PC y presiona la tecla correspondiente para ingresar al BIOS—generalmente F2 o DEL—en el momento en que se inicie el sistema. ¡No parpadees o te lo perderás! Una vez dentro, navega hasta el apartado Arranque. El disco principal debe estar en la primera posición de la lista de prioridad de arranque. Si no es así, cambia el orden para que sea el primero. Un reinicio inesperado o una actualización del sistema puede alterar estos ajustes y dejar el equipo confundido.

Verifica que la opción de Arranque Seguro esté habilitada (si tu sistema usa UEFI) y revisa los modos de conexión del disco (IDE, AHCI o RAID). Para quienes usan particiones GPT, es fundamental que la configuración en UEFI sea correcta.

Ejecuta una prueba de diagnóstico del disco duro

Si todo parece estar en orden en cuanto al hardware y el BIOS no presenta errores, el siguiente paso es comprobar el estado de tu unidad. La mayoría de los equipos ofrecen diagnósticos integrados en el BIOS—busca una opción llamada “Diagnósticos” o similar. Si tu BIOS no tiene esta función, existen herramientas externas como SeaTools de Seagate o CrystalDiskInfo que te pueden ayudar. Para usarlas, probablemente necesites crear un USB de arranque con una herramienta como Rufus. Desde ahí, ejecuta las pruebas de diagnóstico. Si notas ruidos extraños o mensajes de error en la unidad, eso puede ser una señal de que necesita reparación o reemplazo.

Restaurar el sistema: Deshacer cambios recientes

Si tanto el hardware como el estado del disco están bien, puedes intentar con la opción de Restaurar sistema, que funciona como un retroceso en el tiempo para tu sistema operativo. Para ello, deberás acceder al Entorno de recuperación de Windows. Normalmente, eso se consigue reiniciando el equipo mientras mantienes presionada la tecla Shift y seleccionas Reiniciar. Si eso no funciona, puedes usar un USB de instalación de Windows 11 que hayas creado previamente con la Herramienta de creación de medios.

Una vez en el entorno de recuperación, ve a Solucionar problemas > Opciones avanzadas > Restaurar sistema. Escoge un punto de restauración anterior a que surgiera el problema. Si no hay puntos disponibles, puedes intentar con la reparación de inicio o, en última instancia, con un reset del PC.

Reinstalar Windows 11: La última opción

Y si ninguna de las soluciones anteriores funciona y ese molesto mensaje sigue apareciendo, quizás sea momento de reinstalar Windows. Antes, recuerda respaldar tus archivos importantes. Arranca desde el USB de instalación de Windows 11 que preparaste antes. Presiona F12, Esc u otra tecla según tu equipo para acceder a las opciones de arranque. En la pantalla de instalación, selecciona tu idioma y haz clic en Siguiente. Luego, elige Reparar tu equipo si quieres intentar solucionar el problema, o selecciona Instalar ahora si deseas una instalación limpia.

Si prefieres hacer un reset conservando tus archivos personales, selecciona Solucionar problemas > Restablecer este equipo y después Mantener mis archivos. Ten en cuenta que la reinstalación borrará los archivos de sistema y programas, por lo que siempre es recomendable hacer una copia de seguridad previa.

Siguiendo estos pasos, lo más probable es que Windows 11 logre detectar nuevamente el dispositivo de arranque y puedas continuar trabajando. Si el problema persiste, podría tratarse de una falla de hardware más profunda que quizás requiera la ayuda de un técnico especializado.