¿Cómo redimensionar una ventana que no se puede cambiar de tamaño en Windows 11 sin complicaciones?

¿Alguna vez te ha pasado que una ventana en Windows 11 se resiste a ser redimensionada? Es un fastidio, sobre todo cuando quieres aprovechar mejor tu espacio o arreglar alguna app que anda medio chueca. La típica arrastrada para cambiarles el tamaño a veces no funciona, o la ventana está “bloqueada” por la misma app, ¿no? Pero tranquilo, que hay un par de trucos que pueden aflojar esas restricciones.

¿Cómo redimensionar una ventana que no se puede cambiar de tamaño en Windows 11?

La idea principal aquí es usar combinaciones de teclado y, si hace falta, meter mano en algunas configuraciones del sistema o en el Administrador de tareas. Es algo un poco raro, pero ha funcionado en varias máquinas, así que vale la pena probar.

Method 1: Alt + Espacio + S — El truco clásico

Este es el método de toda la vida en Windows. Primero, selecciona esa ventana que se niega a ajustarse, luego presiona Alt + Space. Aparecerá un pequeño menú en la esquina superior izquierda de la ventana — parece el menú de sistema. Si no aparece en la parte superior izquierda, a veces ayuda hacer clic en algún lugar dentro de la ventana.

Luego, navega con las flechas hasta seleccionar ‘Size’ (Tamaño), y aprieta Enter. En algunos casos, ‘Size’ aparece inmediatamente, y en otros tienes que dar vueltas con las flechas. Cuando estás en modo de tamaño, usa las flechas para ajustar la ventana — arriba, abajo, izquierda, derecha — sin usar el ratón. Cuando veas que ya está a tu gusto, aprieta Enter otra vez para confirmar o bloquear el tamaño.

Por lo general, tras redimensionar, si presionas Alt + Enter se mantiene ese tamaño incluso si cierras y vuelves a abrir la ventana. No siempre funciona, pero suele dar buenos resultados en esas ventanas que normalmente sí permiten cambiar de tamaño.

¿Por qué es bueno esto? Porque le dice a Windows que quieres cambiar el tamaño directamente, saltándose esas limitaciones que algunas apps imponen. Cuando logras que funcione, tienes más control que arrastrando con el ratón. Es útil especialmente cuando una ventana se queda en un tamaño fijo, como si estuviera “bloqueada”.

Method 2: Ojo al dato con el Administrador de tareas si la ventana se resiste

Si el truco anterior no funciona, abre el Administrador de tareas con Ctrl + Shift + Esc. Busca la app problemática, haz clic derecho y selecciona Cambiar a. A veces, solo enfocarla de nuevo en esa forma hace que la ventana se active o que vuelva a aceptar cambios de tamaño. Si quieres, puedes terminar el proceso y abrir la app otra vez — es un último recurso, pero más vale que nada.

En algunos casos, esto ayuda a que la ventana salga de ese estado “súper bloqueado”. Claro, Windows puede complicar las cosas a veces, pero en mi experiencia, este método suele dar buenos resultados.

Es un poco cuestión de prueba y error, pero en un apuro, jugar con el Administrador de tareas puede darte un poco más de libertad. Eso sí, algunas apps muy estrictas, sobre todo las que tienen una interfaz muy personalizada, pueden seguir resistiéndose a los cambios.

Consejos para redimensionar ventanas en Windows 11

  • Intenta siempre con los atajos de teclado: suelen ser más rápidos y confiables que arrastrar con el ratón.
  • Deja que la ventana tenga el foco: asegúrate de que esté activa, porque si no, algunos comandos no funcionan.
  • Prueba cerrar y abrir otra vez: a veces, simplemente reiniciar la app corrige bugs raros relacionados con el tamaño.
  • Mantente actualizado: las actualizaciones de Windows a veces arreglan bugs o meten nuevas opciones para redimensionar.
  • Explora herramientas de terceros: si esto te pasa muy seguido, programas como AquaSnap o DisplayFusion te dan un control mucho mayor sobre las ventanas.

Preguntas frecuentes

¿Y si Alt + Space no muestra el menú?

Primero, verifica que la ventana esté activa y tenga el foco. A veces, hacer clic en alguna parte adentro ayuda. Si aún así no aparece, prueba presionar Alt + Space después de hacer clic en la ventana. Otra opción es arrancar Windows en modo seguro, en caso de que alguna otra aplicación o overlay esté bloqueando esa opción.

¿Se pueden redimensionar todas las ventanas con estos trucos?

Casi todas, pero no todas. Las apps críticas del sistema o algunas interfaces modernas pueden tener restricciones más rígidas, que no se arreglan con estos métodos. En esos casos, quizá toque meterse en detalles más avanzados, como editar el registro, pero mejor dejarlo para expertos.

¿Por qué algunos programas tienen el tamaño bloqueado?

Los desarrolladores a veces bloquean el tamaño para mantener la compatibilidad o la estética, sobre todo en apps complejas o juegos. Quieren que la experiencia sea consistente y, a veces, deshabilitan la opción de cambiar tamaño a propósito.

¿Se puede hacer que las ventanas se abran en un tamaño específico siempre?

Windows no tiene esta opción de forma nativa, pero hay programas de terceros o scripts que pueden recordar y restaurar el tamaño de las ventanas. Es más un apaño que algo oficial.

¿Estos trucos sirven en versiones anteriores a Windows 11?

En su mayoría, sí. Especialmente en Windows 10, aunque algunos pasos pueden variar. La combinación Alt + Space es bastante universal, pero algunos detalles podrían cambiar.

Resumen

  • Presiona Alt + Space.
  • Escoge ‘Size’ en el menú.
  • Usa las flechas para cambiar el tamaño.
  • Presiona Alt + Enter para confirmar.
  • Si no funciona, prueba con lo del Administrador de tareas para mover las cosas un poco.

Ojalá estos truquillos te ahorren unos dolores de cabeza. A veces Windows no coopera, pero con un poquito de maña, podemos recuperarle el control a esas ventanas rebeldes. ¡Suerte y que no te vuelva a dar guerra!