Cómo montar una máquina virtual en Windows 11 paso a paso

Montar una máquina virtual en Windows 11 puede parecer complicado al principio, pero en realidad es una forma súper útil de tener un segundo sistema operativo sin liártelas parda con tu setup principal. Básicamente, te crea un mini ordenador dentro de tu ordenador real, ideal para probar cosas, jugar con diferentes sistemas o simplemente experimentar sin riesgo. Así que aquí te cuento cómo le das caña a esto.

Cómo crear y usar máquinas virtuales en Windows 11

Lo primero, ojo al dato: tienes que asegurarte de que tu hardware lo soporta. No te pongas a montar una virtual si tu procesador no soporta la tecnología de virtualización; eso sería perder el tiempo. Cuando estés seguro, lo siguiente es activar esa opción en la BIOS o UEFI. Después, solo tienes que escoger tu software favorito para máquinas virtuales — VirtualBox y VMware son las opciones más populares — descargarlo, instalarlo y preparar tu VM. Puede parecer un rollo en plan ‘en teoría fácil, en la práctica un coñazo’, pero vamos por pasos y seguro que lo consigues.

Paso 1: Confirma que tu hardware lo soporta

Si tu PC es relativamente nuevo, lo más probable es que soporte virtualización (Intel VT-x o AMD-V). Para comprobarlo, puedes hacer esto:

- Abre el Administrador de tareas (Ctrl + Shift + Esc)  
- Ve a la pestaña 'Rendimiento'  
- Haz clic en tu CPU  
- Busca la opción "Virtualización" — si dice "Habilitada", perfecto.

Si no está habilitada, no pasa nada — en BIOS lo puedes activar más tarde. A veces, ni siquiera está activada por defecto, aunque tu procesador sí soporte. Por eso, mejor asegurarse de verificarlo antes.

Paso 2: Activa la virtualización en BIOS/UEFI

Reinicia tu PC y entra en la BIOS pulsando la tecla que corresponda: suele ser F2, Delete, Esc o F12, según tu placa base. Cuando estés dentro:

- Busca opciones como "Intel Virtualization Technology", "VT-x" o "AMD-V"  
- Si están apagadas, enciéndelas  
- Guarda cambios y sal

Ojo, en algunos equipos, activar la virtualización en BIOS no funciona hasta que apagas y vuelves a arrancar. Además, en ciertos portátiles, los menus de BIOS están algo restrictivos o escondidos, así que si nada aparece, dale a Google con tu modelo exacto. Algunas veces, desactivar el arranque rápido o el Secure Boot puede facilitar el proceso antes de entrar en BIOS.

Paso 3: Descarga tu software de virtualización

Escoge tu favorito: VirtualBox es gratis y open-source, mientras que VMware Workstation Player también es gratuito para uso personal. Solo tienes que ir a sus webs oficiales y seguir los pasos para instalarlo.

- VirtualBox: https://www.virtualbox.org/  
- VMware: https://www.vmware.com/products/workstation-player.html

Cuando lo tengas instalado, ábrelo y prepárate para montar tu first VM. A veces la primera vez puede dar algún problema, como que no detecte la virtualización, pero normalmente un reinicio y revisar BIOS arregla todo.

Paso 4: Crea tu máquina virtual

En el programa, busca la opción de crear una nueva VM. Ahí le asignas recursos: unos 4GB de RAM (si tienes), unos 20GB de disco para empezar y una ISO de tu sistema operativo favorito (Windows, Linux, lo que quieras). Solo sigue el asistente, configura redes y carpetas compartidas si necesitas, y listo: ya casi tienes tu mini ordenador en marcha.

Paso 5: Instala el sistema operativo

Solo tienes que meter la ISO, arrancar la VM y te meterá de lleno en el proceso de instalación. Igual que en un pc normal. Sigues los pasos, instalas, reinicias y en unos minutitos tendrás tu sistema listo corriendo dentro del virtual. En algunos casos, tendrás que tocar ajustes adicionales como habilitar EFI o cambiar la configuración del hardware para que todo vaya fino, pero eso ya lo vas viendo según avances.

Una vez instalado, tendrás un sistema completo aislado de tu Windows 11 principal. Esto es genial porque puedes probar cosas sin miedo a joder tu setup principal. Solo recuerda no asignarle toda la memoria RAM o provocarás que tu Windows vaya a trancas y barrancas.

Consejos para sacar el jugo a tu VM en Windows 11

  • No le pongas a tu VM toda la RAM o toda la CPU y deje sin recursos tu Windows. Equilibrio ante todo.
  • Haz backups de tus archivos y snapshots frecuentemente, por si acaso algo falla o se corrompe algo.
  • Mantén actualizado tu software de virtualización: a veces sacan mejoras que te ahorran dolores de cabeza.
  • Antes de hacer cambios grandes, crea un snapshot. Así, si algo se rompe, vuelves atrás en unos clics.
  • Pruébalo con diferentes sistemas operativos — Linux, versiones antiguas de Windows o lo que se te ocurra — sin llenarte el disco de cosas que no usas.

Preguntas frecuentes

¿Qué es una máquina virtual?

Una VM es como un ordenador falso dentro de tu real. Tiene su propio sistema operativo y apps, pero está aislada del resto. Súper útil si quieres probar cosas sin meter mano a tu equipo principal.

¿Puedo tener varias máquinas virtuales abiertas a la vez?

Depende de tu ordenador, pero sí. Solo que te vas a tener que poner serio con la RAM y el CPU; si te pasas, tu PC empezará a ralentizarse y a sufrir más que cuando Windows da error.

¿Son seguras las máquinas virtuales?

En general, sí. Como están aisladas, los virus o errores dentro de la VM no suelen pasar al sistema host. Pero ojo, no hagas clic en enlaces raros dentro del VM — también puede infectarse, y no quieres eso, claro.

¿Cómo paso archivos entre mi PC y la VM?

En muchos programas, puedes configurar carpetas compartidas o simplemente arrastrar y soltar. Solo tienes que ajustarlo en las configuraciones y listo.

¿Me ralentiza mi PC tener una VM corriendo?

Pues sí, eso es inevitable. Pero si no le asignas toda la RAM y CPU, no debería notarse mucho, solo sé moderado en cómo repartes los recursos.

Resumen

  • Verifica que tu hardware soporta virtualización.
  • Actívala en BIOS/UEFI.
  • Descarga e instala un programa de VM.
  • Crea y configura tu máquina virtual.
  • Instala el sistema operativo dentro de la VM.

Espero que esto te ahorre unas horitas de quebradero de cabeza. La virtualización puede parecer un ladrillo, pero una vez le pillas el truco, es la caña para probar cosas sin riesgos y a lo loco.