Cómo mejorar el rendimiento de Windows 11 para una PC más rápida

¿Quieres que tu Windows 11 funcione más rápido? Sí, a todos nos ha pasado: intentar trabajar, jugar o simplemente navegar sin ese molesto lag. A veces, Windows se ralentiza debido a un inicio saturado, aplicaciones innecesarias en segundo plano o controladores desactualizados. Por suerte, unos pocos ajustes pueden aumentar la velocidad, y no necesitas ser un experto en tecnología para conseguirlo. Un mejor rendimiento significa menos frustración, flujos de trabajo más fluidos e incluso una mayor vida útil del hardware. Aquí tienes algunos consejos prácticos que te han funcionado antes y que quizás te sirvan a ti también.

Cómo hacer que Windows 11 funcione más rápido

En este resumen, encontrarás algunas soluciones comunes que realmente marcan la diferencia. No convertirán tu PC en una supercomputadora, pero son útiles para mejorar la capacidad de respuesta, especialmente si tu máquina se siente lenta en las tareas diarias. Recuerda: se trata principalmente de limpiar, optimizar y configurar las cosas para que Windows no tenga que esforzarse tanto. Después de probarlas, tu PC debería funcionar un poco mejor. Sin embargo, una nota: en algunas configuraciones, es posible que sea necesario reiniciar o ejecutar el sistema por segunda vez para que funcione correctamente. Windows puede ser un poco extraño en ese sentido.

Deshabilitar programas de inicio

Este es el primer paso.¿Has notado que tu PC tarda muchísimo en arrancar? Suele deberse a que muchos programas intentan iniciarse al inicio y consumen recursos. Para solucionarlo, Ctrl + Shift + Escabre el Administrador de tareas. Luego, ve a la pestaña Inicio. Aquí verás varias aplicaciones con su impacto al inicio. Desactiva las que no necesites inmediatamente después del arranque, como las de redes sociales, los sincronizadores en la nube o algún software de terceros que se ejecute en segundo plano. Esto puede reducir drásticamente los tiempos de arranque y liberar RAM para tareas más importantes.

Tenga cuidado de no deshabilitar nada crítico: las aplicaciones del sistema de Windows o su antivirus (como Seguridad de Windows) deben permanecer activadas. Un consejo rápido: haga clic derecho en la pestaña Inicio para ordenar por Impacto de inicio; así, sabrá qué está consumiendo realmente recursos. En una máquina, esto redujo el tiempo de inicio de más de un minuto a 20 segundos. En otra, ayudó un poco, pero bueno, cada detalle cuenta.

Ajuste la configuración de energía para una mejor velocidad

A continuación, el plan de energía. Windows tiene un modo equilibrado por defecto, pero si buscas velocidad, especialmente al estar enchufado, puedes configurarlo en Alto rendimiento. Ve a Configuración > Sistema > Inicio/Apagado y suspensión y haz clic en Configuración de energía adicional (abajo).Selecciona Alto rendimiento. Ten en cuenta que esto consumirá más energía y podría calentar el equipo, pero obtendrás un rendimiento más eficiente. En algunas laptops, puede que la batería se descargue más rápido, así que quizás te convenga volver a esta opción cuando estés desenchufado.

A veces, he descubierto que cambiar a este modo, especialmente en computadoras de escritorio, hace que las tareas cotidianas se sientan más ágiles. El pequeño inconveniente del consumo de energía adicional vale la pena si intentas sacarle el máximo provecho a una PC lenta. Solo recuerda volver a cambiarlo si quieres una mayor duración de la batería.

Limpia los archivos basura con regularidad

Con el tiempo, tu sistema acumula archivos innecesarios (registros antiguos, datos en caché, archivos temporales) que ralentizan el sistema. Usa la herramienta integrada Liberador de espacio en disco. Escribe “Liberador de espacio en disco” en la barra de búsqueda del menú Inicio, selecciona tu unidad principal (normalmente C:) y pulsa Aceptar. Para una limpieza adicional, haz clic en Limpiar archivos del sistema; esto buscará más archivos basura que puedas eliminar. Confirma qué archivos eliminar y deja que se ejecute. Limpiar estos archivos sobrantes puede liberar varios gigabytes y agilizar las tareas o el inicio de aplicaciones con interrupciones.

Vale la pena mencionar: no olvides vaciar la Papelera de Reciclaje después. Parece una tontería, pero esos archivos en caché se siguen acumulando.

Mantenga Windows 11 actualizado

Este es un punto obvio, pero crucial. Ve a Configuración > Actualización y seguridad > Windows Update y busca actualizaciones. A veces, usas una compilación antigua con errores o un rendimiento deficiente. Instalar las últimas actualizaciones corrige errores y parches, y suele incluir mejoras de rendimiento. Hay días en que actualizar ha marcado una gran diferencia; no lo subestimes.

Consejo profesional: Activa las Actualizaciones automáticas si aún no lo has hecho para que Windows pueda gestionarlas en segundo plano. En algunos dispositivos, no actualizar puede causar ralentizaciones inusuales o problemas de compatibilidad. No sé por qué funciona, pero mantener todo actualizado suele mejorar la estabilidad y la velocidad.

Desinstalar software innecesario

Finalmente, ve a Ajustes > Aplicaciones > Aplicaciones instaladas. Revisa la lista y elimina las aplicaciones que no has usado en mucho tiempo o que ya no necesitas. No olvides revisar si hay programas pesados; a veces, los juegos antiguos o el software de herramientas que consumen muchos recursos son los culpables. Desinstalar reduce el desorden, y menos servicios en segundo plano, en teoría, se traduce en mayor velocidad.

Ten cuidado: si no estás seguro sobre una aplicación, busca rápidamente en Google. A veces, el software más nuevo incorpora procesos en segundo plano, y si no la has usado en meses, probablemente sea seguro eliminarla.

Después de todo esto, puede que aún sientas que tu PC no alcanza su máximo rendimiento, pero esto debería darte una mejora notable. Se trata de mantenerlo ordenado y optimizado, algo así como ordenar tu espacio de trabajo, pero para tu computadora.

Consejos para que Windows 11 funcione más rápido

  • Actualice sus controladores periódicamente: el hardware depende de ellos y los controladores desactualizados pueden ralentizar el sistema.
  • Si aún no lo has hecho, actualiza tu sistema a un SSD. Créeme, es una revolución en los tiempos de arranque y carga.
  • Ejecute un análisis rápido de malware con Seguridad de Windows, ya que los archivos infectados pueden reducir el rendimiento.
  • Limita las aplicaciones en segundo plano en Ajustes > Privacidad > Aplicaciones en segundo plano. Menos desorden, menos estrés.
  • Mantenga su escritorio ordenado y evite tener docenas de pestañas abiertas: a la RAM le gusta la simplicidad.

Preguntas frecuentes

¿Cómo puedo comprobar si mi Windows 11 está actualizado?

Fácil. Solo ve a Configuración > Actualización y seguridad > Windows Update. Si hay una actualización, pulsa “Instalar”.A veces, es necesario reiniciar el sistema uno o dos veces para notar la diferencia, pero vale la pena.

¿Qué son los programas de inicio y por qué deshabilitarlos?

Estas son aplicaciones que se inician automáticamente al iniciar Windows. Algunas son útiles, pero la mayoría solo ralentizan el inicio y consumen mucha RAM. Deshabilitar las innecesarias acelera el arranque de tu PC.

¿Cómo sé qué programas desinstalar?

Si no has abierto un programa en meses, probablemente sea seguro eliminarlo. Además, busca aplicaciones que ocupen mucho espacio o recursos. Menos desorden significa menos ruido de fondo que Windows debe gestionar.

¿Es seguro cambiar la configuración de energía?

Sí. Configurar tu plan de energía en “Alto rendimiento” es seguro si estás conectado a la red y quieres velocidad. Solo recuerda que consumirá más energía y generará más calor en las laptops.

¿Estos pasos anularán mi garantía?

No, son solo ajustes de software. A menos que te pongas a manipular la BIOS o la configuración del hardware, no hay problema.

Resumen

  • Desactivar programas de inicio innecesarios.
  • Cambie a un plan de energía de alto rendimiento.
  • Ejecute el Liberador de espacio en disco periódicamente.
  • Mantenga Windows actualizado.
  • Desinstala las aplicaciones que ya no necesitas.

Resumen

Estos trucos no son mágicos, pero sí marcan la diferencia. A veces, simplemente limpiar la lista de inicio, configurar el perfil de energía correcto y eliminar archivos basura aumenta la velocidad lo suficiente como para notarlo de inmediato. No todos los equipos son iguales, así que podría ser necesario experimentar un poco, especialmente con la configuración de energía o las actualizaciones de controladores. Pero, como mínimo, son sencillos y seguros de probar.

Al fin y al cabo, una PC más rápida simplifica las cosas y las hace menos molestas. Ojalá te sirva y puedas sacarle más partido a tu Windows 11.