El arranque dual de Windows 11 y Linux solía resultar un poco intimidante para algunos, pero sinceramente, una vez configurado correctamente, es genial. Si buscas lo mejor de ambos mundos (Windows para el trabajo diario y Linux para tareas de desarrollo), esta guía puede ayudarte a evitar algunos problemas comunes. A veces, lo más difícil es lograr que ambos sistemas operativos funcionen correctamente, especialmente en lo que respecta a las particiones y el orden de carga de arranque. Después de seguir estos pasos, debería aparecer un menú de arranque al iniciar, que te permitirá elegir exactamente qué sistema cargar. Es como tener dos ordenadores en uno, sin las complicaciones de las máquinas virtuales.
Cómo realizar un arranque dual en Windows 11 y Linux
Esta guía te ayudará a configurar el arranque dual sin perder la cabeza. Necesitarás algunos ajustes y mucha paciencia, porque, claro, Windows lo complica más de lo necesario. Créeme, vale la pena una vez que te familiarices con el particionado, la instalación de Linux y la configuración de GRUB. Un aviso: esto puede ser un desastre si te apresuras o te saltas las copias de seguridad, así que no seas perezoso. Una vez hecho esto, verás un menú de arranque ordenado con opciones, y te preguntarás por qué no todo el mundo lo hace.
Haga una copia de seguridad de sus datos
Antes de modificar particiones de disco o cargadores de arranque, haz una copia de seguridad de todos tus archivos importantes. No querrás ser quien se queje por perder los vídeos de gatos tras borrar una partición por accidente. Usa el Historial de archivos integrado de Windows o herramientas de terceros como Macrium Reflect. Guarda una copia en un disco externo o en la nube. A veces, las herramientas de administración de discos pueden fallar, sobre todo si tienes una configuración compleja o un disco antiguo, así que más vale prevenir que curar. En algunas configuraciones, puede que sea necesario reiniciar después de hacer las copias de seguridad para asegurarte de que todo esté seguro, porque, claro, Windows tiene que complicarlo más de lo debido.
Crear una partición para Linux
Abre Administración de discos (haz clic derecho en Este equipo > Administrar > Administración de discos). Reduce el tamaño de la partición principal para dejar espacio libre: 20 GB como mínimo, pero más si planeas hacer algo importante. Es como crear una pequeña porción de tu disco para Linux. No formatee ese espacio todavía; simplemente déjelo sin asignar. Mantener ambos sistemas operativos separados evita problemas posteriores. Una advertencia: el cambio de tamaño a veces puede fallar, así que ten paciencia y estate atento a las advertencias. En algunas configuraciones, es posible que tengas que desactivar el inicio rápido o el arranque seguro en la BIOS para que esto funcione correctamente.
Crear un USB de arranque de Linux
Inserta una ISO de Linux (como la de Ubuntu, probablemente la más fácil para principiantes) en Rufus ( rufus.ie ).Elige tu USB, selecciona la ISO y pulsa Iniciar. Esta USB pronto será tu puerta de entrada a Linux. El proceso es sencillo, pero a veces Rufus funciona de forma extraña si tu USB no está formateado correctamente o si eliges el dispositivo incorrecto. Una vez que se haya convertido en una unidad de arranque, reinicia tu PC y abre el menú de arranque (normalmente F12, F8, o Escdurante el inicio).Asegúrate de que tu BIOS/UEFI esté configurado para arrancar desde USB, otro paso en el que Windows puede ser terco.
Instalar Linux
Arranque desde la unidad USB (selecciónela en el menú de arranque) y siga las instrucciones de instalación. Al llegar al paso de particionado del disco, elija la opción “Instalar junto con Windows” si está disponible. De lo contrario, elija el particionado manual y seleccione el espacio no asignado que creó anteriormente. Formatéelo como ext4 para la partición raíz y, si lo desea, cree un área de intercambio (por ejemplo, unos 4 GB).En algunas configuraciones, el instalador detectará automáticamente Windows y configurará GRUB. En otras ocasiones, podría necesitar instalar GRUB manualmente después de instalar Linux, usando herramientas de línea de comandos. Es un poco extraño, pero una búsqueda rápida de las instrucciones específicas de su distribución ayuda. Piense en esto como mudarse a un nuevo apartamento: requiere algo de desempaquetado, pero es bastante sencillo con las instrucciones.
Configurar el cargador de arranque
La mayoría de las distribuciones de Linux instalarán GRUB (el menú de inicio) automáticamente. Si no vio el menú de arranque, podría necesitar reparar GRUB manualmente. Arranque Linux, abra una terminal y ejecute:
sudo update-grub
Este comando escanea todos los sistemas operativos disponibles y actualiza el menú. Si GRUB no muestra Windows, es posible que deba instalarlo en la partición del sistema EFI mediante:
sudo grub-install --target=x86_64-efi --efi-directory=/boot/efi --bootloader-id=GRUB
Es un poco raro, pero a veces en sistemas UEFI hay que seleccionar manualmente el administrador de arranque de Windows como opción de arranque de confianza en la BIOS o ajustar las entradas EFI. El arranque dual es un poco complicado, pero una vez hecho, verás el menú de GRUB en cada arranque (o el Administrador de arranque de Windows si lo configuras como predeterminado).En equipos más nuevos, el Arranque seguro puede interferir, así que desactívalo temporalmente durante la configuración y actívalo de nuevo después si quieres mayor seguridad. Recuerda: si manipulas demasiado la configuración UEFI, tu sistema podría colapsar y no arrancar, así que ten cuidado.
Consejos para el arranque dual de Windows 11 y Linux
- Elija una distribución de Linux fácil de usar: Ubuntu o Linux Mint son sistemas que perdonan a los novatos.
- Particione de manera inteligente: es mejor tener más de 20 GB si planea instalar software o almacenar archivos.
- Actualice periódicamente: mantenga ambos lados actualizados: la seguridad y la estabilidad dependen de ello.
- Conozca su BIOS/UEFI: Esencial para el orden de arranque y la configuración de seguridad, especialmente si el Arranque seguro está activado.
- Administre su menú de arranque: si Windows o Linux no aparecen, es posible que tenga que seleccionar manualmente entradas EFI o reparar GRUB.
Preguntas frecuentes
¿Qué es el arranque dual?
Básicamente, consiste en instalar dos sistemas operativos en una máquina y elegir cuál ejecutar al inicio. Resulta muy práctico si quieres experimentar o necesitas herramientas específicas de cada uno.
¿El arranque dual hará que mi PC sea más lenta?
No. Cada sistema operativo funciona por separado, así que no comparten CPU ni RAM a la vez. Pero recuerda que cambiar de sistema operativo implica reiniciar cada vez.
¿Puedo eliminar Linux más tarde?
Claro. Simplemente elimine su partición de Windows y luego repare el cargador de arranque de Windows (usando algo como esta guía ).Pero tenga cuidado con la pérdida de datos si no tiene cuidado.
¿Es seguro el arranque dual?
Sí, si sigues las instrucciones, haces copias de seguridad y evitas las prisas. Si te saltas pasos, podrías acabar con un sistema bloqueado o con archivos perdidos.
¿Puedo compartir archivos entre Windows y Linux?
Sin duda. Se puede acceder a las particiones de Windows desde Linux (montando particiones NTFS) y los archivos de Linux se pueden leer desde Windows con herramientas. No es perfecto, pero funciona la mayoría de las veces.
Resumen
- Realice una copia de seguridad de sus datos. No se arriesgue con esto.
- Cree una partición de Linux en Administración de discos.
- Cree un USB de arranque de Linux usando Rufus.
- Arranque desde USB e instale Linux en la nueva partición.
- Repare o actualice GRUB si es necesario para ver ambas opciones del sistema operativo.
Resumen
Conseguir que el arranque dual funcione en Windows 11 y Linux no es precisamente fácil, pero es factible. Una vez configurado, tienes el control: alternar entre tu Windows habitual y tu nuevo entorno Linux. Es un poco engorroso, sobre todo si la configuración de la BIOS o la UEFI falla, pero la recompensa merece la pena. Recuerda, siempre haz una copia de seguridad primero y tómate tu tiempo. Si te atascas, hay muchas guías disponibles para ayudarte a solucionar problemas específicos. Crucemos los dedos para que esto ayude a evitar horas de frustración: el arranque dual puede ser revolucionario, sin duda.