Cómo jugar Valorant en Windows 11: Guía paso a paso

Jugar Valorant en Windows 11 no es ninguna ciencia espacial, pero sí, a veces aparecen unos pequeños obstáculos—como drivers viejos, configuraciones del sistema o alguna que otra configuración que se nos pasa. Es raro, pero aún si tu PC cumple con los requisitos, el juego puede negarse a arrancar bien, o incluso crashear justo después de abrirlo. La buena noticia es que la mayoría de los problemas tienen solución con unos truquitos básicos. Aquí te comparto algunos pasos que me han funcionado a mí y a otros amigos, así que si Valorant no quiere ponerse a tono, prueba con esto.

Cómo arreglar los problemas para que Valorant funcione en Windows 11

1. Asegúrate de tener todo actualizado y listo para jugar

Lo más simple, pero muchas veces se pasa por alto. Windows 11 necesita los últimos parches y actualizaciones para evitar problemas de compatibilidad, sobre todo con juegos más nuevos como Valorant. Vas a tu PC, abres Configuración > Windows Update > Buscar actualizaciones y verificas que esté todo al día. Mientras tanto, también revisa tus controladores de gráficos—que a veces los drivers viejos son los culpables de gráficos raros o crasheos.

Puedes actualizarlos yendo a la página de NVIDIA o a la de AMD. Lo ideal es instalar la versión más reciente, y si quieres, hacer una instalación limpia para eliminar archivos viejos que puedan conflictuar. Yo mismo, actualizar los drivers me salvó de unos lagazos que tenía hace semanas.

2. Chequea que tu hardware cumpla con lo básico y ajusta las opciones del juego

Obvio que tu compu debe estar por encima de los requisitos mínimos, pero vale la pena verificarlo. Riot pide al menos 4GB de RAM, un procesador Intel i3-370M o mejor, y una buena tarjeta gráfica. Si estás justo justo, mejor pon las gráficas en bajo o medio en la configuración del juego para evitar lag y que no crashee. Para hacerlo, solo inicia Valorant, entra en Configuración > Video > Reducir calidad gráfica. Ah, y cierra otras aplicaciones en segundo plano, porque Windows a veces se pirra por tener mil procesos abiertos que toman recursos y frenan tu partida.

3. Ajusta algunas configuraciones en Windows 11 para que sea más compatible

Este es uno de los pasos que algunos se saltan y terminan con problemas. Windows 11 tiene permisos automáticos para muchas apps y puede bloquear el launcher de Valorant o Vanguard, el anti-trampas de Riot. Para evitarlo, ve a Configuración > Privacidad y seguridad > Permisos de aplicaciones > Acceso a archivos y carpetas. Asegúrate de que Valorant y el cliente de Riot tengan permisos para acceder a tus archivos. También, prueba a desactivar temporalmente Actualizaciones automáticas de Windows—a veces pueden interferir en las instalaciones o permisos del juego.

Luego, activa el Modo Juego: Configuración > Juegos > Barra de Xbox > Activar modo juego. Esto hace que Windows le dé prioridad a las tareas de gaming, y a veces ayuda a mantener más estable la tasa de frames. La última vez que lo activé, noté que el juego andaba más fluido en el multijugador.

4. Ejecuta Valorant como administrador y desactiva los overlays

Suena raro, pero a veces correr el programa con permisos de administrador puede evitar problemas al arrancar. Dale click derecho al icono de Valorant o al archivo exe, selecciona Propiedades > Compatibilidad > Ejecutar como administrador. También, desactiva los overlays de otras aplicaciones como Steam, Discord o GeForce Experience, porque esos pueden colisionar con Vanguard y hacer que el juego crashee o que no arranque.

Y en varias ocasiones, solo con esto ya se soluciona. Porque, claro, Windows no facilita mucho las cosas para que las apps tengan los permisos que necesitan.

5. Si nada funciona, intenta reinstalar y limpiar cache

La última opción, si nada más funciona, es desinstalar Valorant y borrar las carpetas que queden por ahí, normalmente en C:\Program Files\Riot Games\. Y no te olvides de limpiar la caché del cliente de Riot, eliminando la carpeta en %localappdata%\Riot Games\. Luego, descarga e instala el juego de nuevo desde la página oficial: Valorant.com. Muchas veces, archivos corruptos o instalaciones a medias causan los problemas, y una reinstalación limpia suele solucionar todo. A mí me funcionó en un par de ocasiones, con paciencia y varias reinstalaciones, así que no te rindas si sigue fallando.

El objetivo con todos estos pasos es darle a Valorant las mejores chances de correr sin dramas en Windows 11, especialmente si te encontraste con bugs raros o errores al arrancar. La verdad, estos trucos suelen solucionar la mayoría de los problemas, sobre todo actualizando drivers y ajustando permisos.