Instalar Windows 11 desde una unidad USB es como montar un nuevo parque infantil en tu jardín. No es muy complicado, pero claro, Windows a veces lo complica más de la cuenta. Necesitarás crear una unidad USB de arranque con el dispositivo de Windows 11, conectarla a tu PC y seguir los pasos. Es un concepto sencillo, pero a veces el problema está en los detalles: puedes tener problemas de arranque, problemas con el arranque seguro o indicaciones confusas en pantalla. Conocer algunos trucos para solucionar problemas puede ahorrarte muchos problemas. Una vez que lo hagas bien, tendrás una instalación limpia y nueva de Windows 11 en tu equipo, lista para usar. Esta guía te ayudará con el proceso típico y algunos problemas comunes que he encontrado al hacerlo en diferentes configuraciones. Recuerda anotar tu clave de licencia, asegurarte de que tu sistema sea compatible (consulta la lista en el sitio web de Microsoft; lo sé, son muy exigentes) y estar preparado para revisar la configuración de la BIOS si es necesario. Además, un consejo rápido: haz una copia de seguridad de tus archivos antes de empezar, porque, pase lo que pase, se borrará todo lo antiguo. Así que, vayamos al meollo del asunto para que esto funcione sin complicaciones. Aquí tienes lo que funcionó en mi última máquina y espero que también te ahorre tiempo.
Cómo solucionar problemas comunes de arranque USB e instalar Windows 11
Método 1: Cómo asegurarse de que su USB esté configurado correctamente como dispositivo de arranque
Si tu ordenador se niega a arrancar desde el USB o simplemente lo ignora, lo primero que debes comprobar es si tu unidad USB es realmente arrancable. A veces, crear el USB con herramientas mal configuradas da como resultado un USB que Windows no reconoce como dispositivo de arranque. Usa la Herramienta de creación de medios de Microsoft (descárgala desde [aquí](https://www.microsoft.com/software-download/windows11)), ya que formatea el USB correctamente de forma automática. Si intentas usar una aplicación de terceros como Rufus, asegúrate de que esté configurada con el esquema de partición correcto: GPT para sistemas UEFI, MBR si tu BIOS está en modo heredado. En algunos equipos, debes cargar la BIOS y desactivar “Arranque rápido” o “Arranque seguro”, y luego cambiar el “Modo de arranque” a UEFI o Legacy, según tu configuración. Ten en cuenta que, en hardware más reciente, es posible que debas desactivar temporalmente el Arranque seguro en Configuración > Seguridad > Arranque seguro. En algunas PC, esto puede ser complicado, así que consulta el manual de tu placa base si te pierdes. Ten en cuenta que el menú BIOS/UEFI tiene una lista de prioridades de arranque: configura tu USB como el primer dispositivo de arranque, guarda la configuración y sal. Es bastante fácil una vez que le coges el truco, pero frustrante si no.
Método 2: Hacer que el BIOS reconozca su USB
Algunas PC simplemente no detectan la unidad de arranque USB de fábrica, especialmente las de escritorio con firmware UEFI. A veces, el sistema necesita un pequeño empujón. Reinicia, ve a Configuración > Actualización y seguridad > Recuperación, luego elige Inicio avanzado y selecciona Reiniciar ahora. Luego ve a Solucionar problemas > Opciones avanzadas > Configuración de firmware UEFI; así es como se accede a la configuración de la BIOS/UEFI. Una vez dentro, comprueba si tu memoria USB aparece en las opciones de arranque. Si no es así, es posible que tengas que restablecer la BIOS a los valores predeterminados o agregar manualmente la memoria USB como opción de arranque; algunas BIOS tienen la función “Agregar opción de arranque”.Además, desactiva temporalmente el Arranque seguro, ya que puede impedir que se reconozcan algunas memorias USB de arranque. Después de activar estas opciones, intenta arrancar de nuevo. Este proceso puede ser complicado y, a veces, simplemente no funciona a la primera; en algunas máquinas, la memoria USB no se reconoce hasta después de restablecer la BIOS o actualizar el firmware. Aquí es de esperar que haya algo de prueba y error, porque, por supuesto, Windows tiene que hacerlo más complicado de lo que parece, ¿verdad?
Método 3: Usar la línea de comandos para reparar los archivos de arranque
Si se siente cómodo con las herramientas de línea de comandos y su sistema muestra el USB como dispositivo, pero aun así no arranca, a veces es útil reparar los archivos de arranque. Arranque desde el USB y, cuando llegue a la pantalla de configuración de Windows, presione Mayús + F10 para abrir el Símbolo del sistema. Luego, ejecute:
bootrec /fixmbr bootrec /fixboot bootrec /scanos bootrec /rebuildbcd
Este conjunto de comandos repara el Registro de Arranque Maestro y reconstruye los Datos de Configuración de Arranque. A veces, Windows simplemente se confunde con los archivos de arranque, especialmente si instaló o borró unidades recientemente. Después, reinicie y compruebe si detecta el sistema operativo o inicia la configuración normalmente. No sé por qué funciona, pero esta línea de ataque suele solucionar problemas de arranque inusuales que ocurren después de modificar particiones o actualizaciones. Sin embargo, tenga en cuenta que modificar los archivos de arranque en algunos sistemas puede causar otros problemas, así que solo hágalo si se siente cómodo con la resolución de problemas desde la línea de comandos y ha hecho una copia de seguridad de sus datos.
Método 4: Comprobación de problemas de hardware o compatibilidad
En algunas configuraciones, el problema ni siquiera está en el USB. Está relacionado con el hardware, como una SSD, RAM o ciertos periféricos incompatibles. Si tu PC es muy antiguo o tiene componentes de repuesto, podría no funcionar correctamente con los requisitos de Windows 11. Comprueba el modelo de tu CPU, la versión de TPM (Windows 11 requiere TPM 2.0) y las funciones de arranque seguro. En algunos equipos, habilitar o deshabilitar ciertas funciones de la BIOS soluciona los problemas de arranque. También podrías necesitar actualizar el firmware de tu placa base; a veces, los fabricantes lanzan actualizaciones de firmware que solucionan problemas de USB o de arranque. Asegúrate de obtener la última versión de la BIOS desde el sitio web del fabricante. En algunos sistemas, actualizar la BIOS y restablecer los valores predeterminados hará que el arranque desde un USB sea más fiable.
Disfrutar de una instalación limpia no siempre es sencillo, pero se puede lograr con un poco de perseverancia. Conseguir que el USB arranque puede ser la parte más complicada; una vez superado ese proceso, el instalador de Windows suele funcionar. Si falla repetidamente, conviene consultar el modelo exacto de tu PC o la placa base en los foros de soporte, ya que cada configuración es un poco diferente.