Cómo instalar un nuevo SSD en Windows 11: guía paso a paso

¡Claro! Aquí te dejo el bloque con un tono más relajado, como si le estuvieras contando a un colega cómo hacer todo esto paso a paso, con un estilo más cercano y menos formal. También le quité toda esa onda demasiado técnica o rígida para que suene más natural en un blog casual de tecnología en español:

Instalando un nuevo SSD en Windows 11

Si estás pensando en cambiar tu viejo disco duro por un SSD nuevito en tu PC con Windows 11, ¡es una excelente idea! Esto puede darle un empujón a tu máquina — como pasar de un café decaf a un espresso doble. La verdad, el proceso parece sencillo: abrir la caja, meter el SSD, que Windows lo reconozca y transferir lo que quieras, ¿no? Pues sí y no. A veces las cosas se complican un poquito más de lo esperado.

Reúne tus herramientas

Primero, necesitas un destornillador (normalmente Phillips, pero quizás Torx si tu portátil es más moderno). Y claro, tu nuevo SSD. Un consejo: asegura que sea compatible con tu placa. Los más viejos usan SATA, y los nuevos casi siempre van por NVMe con esas ranuras M.2 tan monas. No todos los SSD caben en cualquier equipo, así que mejor doble check antes de abrir todo. Así te ahorras dolores de cabeza y perder tornillos por el camino.

Haz una copia de seguridad

Antes de meterte de lleno, no olvides respaldar tus datos. La tele no siempre avisa cuando algo puede salir mal — se puede desconectar un cable, alguna descarga de estática, o cualquier tontería. Y perder tus archivos sería un fastidio. Usa tu método favorito: nube, disco externo, USB… Lo que prefieras. Aunque te saque un poco del camino, mejor prevenir que tener que llorar por fotos o documentos importantes.

Abre la caja de tu PC

Apaga todo, desenchufa y abre la carcasa. Si es la primera vez, parece que te estás poniendo a salvar el mundo o algo así. Coloca la torre de lado para tener mejor acceso, y una vez que tengas todo a la vista, toca un metal para descargarte la estática, que esa traicionera puede freírte los componentes. No te pongas a sacar tornillos a lo loco: ve despacio, con calma.

Instala el SSD

Con la máquina abierta, busca el lugar para el SSD. Las torres suelen tener un hueco de 2,5 pulgadas o una ranura M.2 moderna. Meta el SSD en su sitio — que quede bien ajustado, pero sin apretar demasiado. Al principio puede parecer delicado, como manejar un bebé, pero tranquilo. Solo evita tocar los conectores y no tires de los cables sin pensar.

Si tu SSD es NVMe, encaja en esa ranura M.2 pequeñita, generalmente cerca del socket de la CPU. Lo deslizas en ángulo, debe dar un clic para quedar bien puesto, y si tu placa tiene un tornillito, ajusta eso. Luego, revisa en BIOS si lo reconoce sin problema.

Cierra la carcasa

Ahora que el SSD está en su sitio, es hora de cerrar todo. Reconecta los cables con calma, revisa que no quede nada colgando y que todo esté en su sitio. No quieres volver a abrir la caja después y ver algún cable que se salió, ¿no? Tómate tu tiempo, y si al final algo “no encaja”, revisa bien las conexiones antes de cerrar.

Prepara Windows 11

Con el hardware listo, pasa a preparar el instalar el Windows. Necesitarás un USB con la última versión, que puedes hacer con la herramienta de Microsoft llamada Media Creation Tool. Solo entra a:

  • Página de Microsoft
  • Seleccionas “Crear medios de instalación” y sigues los pasos
  • Eliges tu USB (que tenga al menos 8GB) y listo, ya tienes disco booteable

Luego, conecta el USB, reinicia la máquina, y cuando arranque, pulsa la tecla para elegir el dispositivo de arranque (normalmente F12, Del o Esc) y selecciona el USB. Si usas BIOS clásico, revisa que el Secure Boot esté desactivado en Configuración > Privacidad y seguridad > Seguridad del dispositivo, y activa CSM si se te complica.

Cuando carga desde el USB, solo sigue estos pasos:

  1. Elige tu idioma y preferencias
  2. Pulsa en “Instalar ahora”
  3. Escoge “Personalizada: instalar solo Windows (avanzado)”
  4. Si quieres, formatea el nuevo disco (selecciona la unidad, y en opciones, “Formatear”)
  5. Luego, selecciona esa partición y continúa con la instalación

Si te gusta tener todo muy controlado y montar la instalación a mano, también puedes abrir el “Gestor de discos” de Windows presionando Win + X y seleccionando “Administración de discos”, para inicializar y formatear sin problema:

diskpart
list disk
select disk 1  # cambia el número por el tuyo
clean
convert gpt
create partition primary
format fs=ntfs quick
assign
exit

Al principio, Windows hará varias arrancadas, pero luego tu PC estará mucho más rápido y ágil. Esa lentitud que arrastrabas… ¡adiós!


Este proceso puede tomar unos minutos o algo más, dependiendo de tu hardware y de cuánto estés familiarizado con el tema.
Después de que arranque y funcione, entra en el Administrador de dispositivos (Win + X y selecciona Administrador de dispositivos) y revisa que Windows vea bien el nuevo SSD. Si no, quizás necesites actualizar la BIOS o hacer algunos ajustes en la configuración.

Y bueno, lo próximo será mover tus datos del viejo disco, pero eso ya será otra historia. Por ahora, a disfrutar esa velocidad de locos con tu nuevo SSD.

¿Te gusta así? Puedo ajustar más si quieres, ¡solo dime!