Cómo instalar los drivers de NVIDIA en Windows 11 paso a paso

Instalando los drivers de NVIDIA en Windows 11: Desde la experiencia de un usuario común

Meterle los drivers de NVIDIA a tu Windows 11 puede parecer toda una odisea, más si no eres de los que se mete mucho en esto de la tecnología. Pero aquí va el consejo: no siempre es tan complicado como parece al principio. Tener los controladores actualizados puede mejorar mucho tu experiencia, ya sea en juegos o para tareas que piden mucha potencia gráfica. Así que, sin vueltas, vamos a hacerlo sin volverse locos en el proceso.

Primero lo primero: ¿Qué tarjeta de NVIDIA tienes?

Lo más fácil es saber qué GPU tienes en tu equipo. Una manera rápida es abrir el Administrador de dispositivos. Solo usa Windows + X y selecciona Administrador de dispositivos. Después, busca en Adaptadores de pantalla; ahí debe aparecer tu tarjeta gráfica. A veces, el nombre no ayuda mucho, como suele pasar con Windows, pero igual échale un vistazo.

Otra opción más sencilla todavía es usar el software de NVIDIA. Haz clic derecho en el escritorio, selecciona Panel de control de NVIDIA, y en la pestaña Ayuda > Información del sistema. Ahí verás todos los datos de tu GPU.

Directo a la web de NVIDIA

Ya que sabes qué tarjeta tienes, entra directo a la página oficial de NVIDIA. Evita esas páginas raras de terceros, porque a veces tienen archivos desactualizados o, peor aún, infectados. Mejor vamos con la página oficial para mantener las cosas seguras. Puedes verificar en la página de descargas de NVIDIA.

Descarga el driver: Aquí viene lo más delicado

Esto puede ser un poco trampa, así que presta atención: introduce los datos de tu GPU, selecciona Windows 11 y luego elige qué tipo de driver quieres. Reporte frecuente: tienes los Game Ready o los Studio drivers. La mayoría de la gente va con los primeros, salvo que hagas trabajo creativo o de diseño. También revisa que la versión sea compatible con tu Windows; si no, puede armarte un buen lío.

Para Windows 11, selecciona Windows 11 (64 bits). Cuando ya esté listo, haz clic en Buscar y descarga el que aparezca, generalmente el Game Ready Driver (GRD).

Es hora de instalarlo

Ya que tienes el archivo, solo ejecútalo. Será algo como DISPLAY_NAME_WIN11.EXE. Cuando empieces con la instalación, seguramente te ofrecerá dos opciones: Express y Personalizado. La mayoría elige Express: más rápido y sin complicaciones.

Si prefieres tener todo bajo control, apunta por el camino más avanzado con Personalizado. Eso te permite hacer una instalación limpia, eliminando los drivers viejos:

nvidia-installer --clean --install

Para eso, abre el Command Prompt como administrador (haz clic derecho y selecciona “Ejecutar como administrador”). Después, solo pega ese comando, asegurándote de que tienes los permisos necesarios. También, no olvides seguir las indicaciones: puede pedirte cerrar programas o reiniciar varias veces. Algunas veces, el instalador no reinicia solo, así que prepárate para hacer el propio doble reinicio si es necesario. Cuando todo esté en marcha, tu tarjeta con los drivers nuevos ya estará lista.

Final: Reinicia el PC y listo

El toque final es hacer un reinicio completo del sistema. Parece una tontería, pero si te saltas este paso, los drivers quizás no funcionen bien, y el rendimiento puede quedar medio flojo o con errores. A veces hacen falta dos reinicios para que todo quede perfecto, pero cuando pasa, tu máquina debería ir más suave y estabilizarse más.

Consejitos extras para que no se te escape nada

  • También puedes actualizar los drivers desde Windows Update: entra a Configuración > Windows Update > Opciones avanzadas > Actualizaciones opcionales. No siempre lo detecta rápido, pero vale la pena meterle un vistazo.
  • La app GeForce Experience de NVIDIA puede automatizar esto. Te avisa cuando hay updates y se encarga de instalarlos, para los que prefieren no complicarse.
  • ¿Problemas con los drivers? Usa Display Driver Uninstaller (DDU). Entra en modo seguro, corre DDU, y luego instala la última versión limpia para evitar conflictos.
  • Para chequear que todo quedó bien, vuelve a abrir el Administrador de dispositivos o escribe nvidia-smi en la consola (si instalaste CUDA). Ahí ves qué driver tienes y cómo está la tarjeta.

Paciencia, que instalar drivers de NVIDIA no siempre es coser y cantar, pero siguiendo estos pasos vas a mejorar mucho tu experiencia. Cuando termines, notarás que tu equipo va más ágil y estable. No es raro que haya algunos altibajos, reinicios o errores sencillos, pero con un poquito de paciencia lo tendrás todo en orden. Mantenerlos actualizados no solo ayuda a que funcione mejor, sino también a mantener la seguridad.