Añadir fuentes personalizadas a Windows 11 puede cambiar por completo el aspecto de tu equipo. Tanto si estás renovando un proyecto como si simplemente te has cansado de las fuentes estándar, el proceso no es complicado, pero tampoco es totalmente infalible. A veces, las fuentes no aparecen donde deberían, o la instalación falla sin dar señales de vida. Aquí tienes una guía paso a paso que te ha ayudado en esos momentos difíciles. Puede que con algunas configuraciones todo vaya sobre ruedas; con otras, quizá tengas que profundizar un poco más o probar un par de trucos adicionales.
Cómo agregar fuentes a Windows 11
Método 1: Instalar fuentes mediante el Explorador de archivos
Esta es la forma más sencilla y funciona con la mayoría de las fuentes. Además, Windows 11 ha mejorado la interfaz de administración de fuentes, pero a veces puede resultar un poco inestable. Vale la pena probar esto primero.
- Descarga la fuente de sitios confiables como Google Fonts o DaFont. Probablemente venga en un archivo ZIP, así que extráelo a una carpeta.
- Navega a la carpeta donde extrajiste el archivo. Localiza los
.ttf
archivos.otf
de fuente. A veces parecen idénticos, pero asegúrate de hacer clic en el archivo correcto. - Haz doble clic en el archivo de la fuente. Aparecerá una ventana de vista previa que muestra el aspecto de la fuente en diferentes tamaños. No sé por qué funciona, pero a veces la vista previa no carga correctamente, así que no te preocupes si ves una ventana en blanco la primera vez.
- Haz clic en Instalar en la esquina superior izquierda de la ventana de vista previa. Esto debería añadir la fuente automáticamente a tu sistema. En algunos equipos, podría aparecer un mensaje de control de cuentas de usuario (UAC) solicitando permisos de administrador, así que estate atento.
Una vez instalada, puedes ir a Configuración > Personalización > Fuentes o simplemente abrir Word o PowerPoint y comprobar si tu nueva fuente aparece en la lista desplegable. En algunas configuraciones, la fuente puede tardar aproximadamente un minuto en aparecer, así que no te preocupes si no aparece inmediatamente.
Método 2: Utilizar la carpeta de fuentes (más directo, menos intuitivo)
Si desea mayor control o usar el método tradicional, puede copiar las fuentes manualmente al directorio de fuentes de Windows. Esto puede ser útil si el método anterior no es eficaz o si necesita instalar varias fuentes a la vez.
- Primero, presiona Win + Ry escribe
shell:fonts
, luego presiona Enter. Se abrirá la carpeta C:\Windows\Fonts. - Arrastre y suelte sus
.ttf
archivos.otf
en esta carpeta. Windows se encargará de la instalación, sin necesidad de clics adicionales. - Si aparece una advertencia solicitando permiso, simplemente confírmelo. A veces, esto hace que las fuentes se instalen de forma más fiable, sobre todo si la interfaz de usuario no funciona.
Nota: Tenga cuidado: copie fuentes solo de fuentes confiables. Porque, por supuesto, Windows tiene que complicarlo más de lo necesario. Este método también suele requerir permisos de administrador.
Soluciones si las fuentes aún no aparecen
A veces, incluso después de la instalación, las fuentes simplemente no aparecen en las aplicaciones. Las causas comunes incluyen problemas de caché de fuentes o archivos de fuentes dañados. Esto podría ayudar:
- Abra PowerShell como administrador y ejecute:
Get-ChildItem -Path C:\Windows\ServiceProfiles\LocalService\AppData\Local\FontCache\ -Recurse | Remove-Item -Force
luego reinicie su PC. Esto borra la caché de fuentes, que a veces se corrompe y cree que la fuente está instalada cuando no lo está. - Comprueba la integridad del archivo de fuente. Si se descargó de un sitio sospechoso o está incompleto, Windows podría omitir la instalación. Intenta descargarlo de nuevo desde una fuente confiable.
- Reinicie su equipo. A veces, Windows solo necesita reiniciarse para reconocer las nuevas fuentes, especialmente si las instala desde la carpeta Fuentes.
- Si aún no tiene suerte, ejecute el Solucionador de problemas de Windows en “Fuentes” para ver si detecta problemas.
Otra cosa para probar: en algunas configuraciones, los indicadores de instalación de fuentes se vuelven inestables, por lo que ir a Configuración > Personalización > Fuentes y alternar las fuentes (como deshabilitarlas y luego volver a habilitarlas) puede hacer que Windows reconozca los nuevos tipos de letra.
En una configuración, este método falla la primera vez, pero funciona después de reiniciar. No entiendo muy bien por qué, pero vale la pena intentarlo si todo lo demás falla.
Resumen
- Descargue el zip de la fuente y extráigalo.
- Abra el archivo de fuente y haga clic en Instalar.
- O bien, copie los archivos de fuentes en C:\Windows\Fonts.
- Si las fuentes no aparecen, borre el caché de fuentes o reinicie.
Resumen
Instalar fuentes personalizadas en Windows 11 no es terrible, pero puede ser un poco complicado si Windows se empeña en hacerlo. A veces, un simple doble clic funciona, y otras veces, basta con revisar la caché de fuentes o copiar manualmente a la carpeta Fuentes. Es un poco raro, pero estos trucos suelen funcionar. Solo asegúrate de que tus archivos de fuentes sean legítimos y de fuentes confiables, o las cosas pueden salir mal rápidamente.