Cómo hacer una copia de seguridad de Windows 11 en un disco externo: Guía paso a paso

Hacer una copia de seguridad de Windows 11 en un disco externo no es nada complicado y es una de esas cosas que siempre deberías tener en cuenta, sobre todo si ya estás harto de preocuparte por perder datos o que una actualización fallida deje tu equipo KO. La verdad, a veces Windows parece que nos complica la vida con menús y opciones, pero tranquilo, aquí te lo explico fácil. La idea es crear una foto completa de todo tu sistema: sistema operativo, programas, configuraciones y archivos, para que puedas devolver todo a la normal en un momento dado. Si haces esto bien desde el principio, te ahorras dolores de cabeza más adelante y, además, tienes la tranquilidad de que tus datos no están a merced de un disco duro que se muere o una actualización que se estropea.

Cómo respaldar Windows 11 en un disco externo

Conecta tu disco externo y asegúrate de que esté listo

Primero, enchufa ese disco externo y mira si Windows lo detecta sin problema. Usualmente aparece en Este equipo o en Explorador de archivos. Lo ideal es que tenga suficiente espacio — mejor si es un poco más grande que tu disco del sistema, por si acaso. Si tu disco está a full o va bastante lento, la copia puede tardar más de la cuenta, así que mejor uno rápido y con montón de espacio. A veces Windows no reconoce el disco de inmediato, prueba a desconectar y volver a conectar, o incluso a reiniciar si hace falta.

Busca las opciones de respaldo en el Panel de Control

Este paso es un poco raro, pero ve a Panel de control (puedes escribirlo en el menú de inicio). Busca y entra en Sistema y Seguridad, y allí dale a Copia de seguridad y restauración (Windows 7). Aunque suene viejuno, sigue siendo la forma más sencilla para hacer una imagen completa del sistema. También puedes escribir “backup” en la búsqueda y escoger la opción correcta. La idea aquí es preparar una copia total del sistema, no solo copiar archivos sueltos.

Comienza a configurar la copia de seguridad

Haz clic en “Configurar copia de seguridad”. Windows te va a pedir que elijas dónde guardarla — selecciona tu disco externo. A veces, en algunos equipos, esta parte puede fallar un poco; si no detecta el disco, sé paciente o reinicia la configuración. Durante el proceso, Windows puede ofrecerte hacer una imagen del sistema o solo copia los archivos personales. Para poder restaurar todo más adelante, la imagen del sistema es fundamental. Puedes dejar las opciones por defecto o modificar qué carpetas incluir, pero la verdad, la mayoría de la gente lo deja igual para no complicarse.

Define qué quieres respaldar, con qué frecuencia y cuándo

Aquí eliges las opciones de backup. La opción más sencilla para la mayoría es dejar que Windows gestione las copias automáticamente, con una frecuencia semanal o cada dos semanas. Programarlo para que se haga solo, sin que tengas que preocuparte, es la mejor forma de no olvidar y tener todo cubierto. Si usas mucho el PC, quizás te convenga programar que se haga en horarios en los que no trabajes, como por la noche. Eso sí, prepárate para que el proceso puede tardar un poco si tienes mucho dato o si tu disco externo no es muy rápido — es normal.

Arranca la copia y espera a que termine

Haz clic en “Guardar configuración y hacer copia de seguridad”, y Windows se pone en marcha. A veces puede tardar varias horas, sobre todo si tu disco externo es lento o tienes un montón de datos. La espera puede ser un poco nerviosa, pero lo importante es que no la interrumpas para evitar problemas. Cuando termine, tendrás tu sistema respaldado y listo para ser restaurado si algo se complica, como un fallo en el disco o una actualización que se enguarran los witos.

Consejos para hacer copias en Windows 11 a un disco externo

  • Actualiza tu plan de copia regular, no te duermas en los laureles.
  • Si puedes, usa un USB 3.0 o superior, o incluso un SSD por USB-C, para que sea más rápido.
  • De vez en cuando, comprueba que las copias se guardan bien — prueba a restaurar alguna file para asegurarte.
  • Si tus datos son sensibles, encripta el disco externo. Windows tiene opciones sencillas, pero también puedes usar otras herramientas más avanzadas.
  • Guarda el disco en un sitio seguro — un golpe, un robo o que se estropee puede arruinártelo todo.

Preguntas frecuentes

¿Con qué frecuencia debería hacer copias?

Depende de cuánto cambie tu información. Si solo usas el ordenador para navegar y algún que otro documento, una vez a la semana está bien. Pero si trabajas todo el día en archivos importantes, quizás mejor a diario, o cada vez que termines un proyecto importante. Lo importante es no dejarlo pasar meses sin respaldo.

¿Vale cualquier disco externo?

Casi todos los pen drives USB sirven, pero mejor si soportan USB 3.x para que vayan rápidos. Los discos grandes son más cómodos porque no te tendrás que preocupar tanto por quedarte sin espacio. Y si el disco está formateado en NTFS, todo irá más sobre ruedas.

¿Y si el disco se llena?

Pues toca limpiar viejas copias o pasarlas a otra unidad más grande. También puedes echar un vistazo a opciones en la nube o en red si quieres tener más flexibilidad y no depender solo del disco externo.

¿La copia de Windows es suficiente?

Para la mayoría, sí. Es bastante fiable. Pero si quieres cosas más avanzadas, como copias incrementales, cifrado o sincronización en la nube, mira programas como AOMEI Backupper o Macrium Reflect. Windows a veces se queda corto en esas cosas.

¿Puedo acceder a archivos individuales dentro del backup?

Claro, puedes explorar la copia desde el Panel de control o restaurar archivos específicos sin tener que hacer una restauración completa. Es útil si solo quieres recuperar alguna foto o documento que se perdió.

Resumen

  • Conecta el disco externo y comprueba que se detecta.
  • En el Panel de control, busca Copia de seguridad y restauración.
  • Empieza la configuración, escoge tu disco y qué respaldar.
  • Programa la copia y ajusta las preferencias.
  • Deja que haga su trabajo y espera a que termine — no aceleres el proceso.

En conclusión

Hacer una copia de Windows 11 en un disco externo no es el plan más divertido del mundo, pero seguramente te evitará la pesadilla de perderlo todo en un error o una desgracia. Cuando lo tienes listo, solo tienes que olvidarte un poquito y mantenerlo actualizado. Y ojo, no olvides guardar el disco en un sitio seguro para que esté a punto cuando lo necesites. Con un poco de esfuerzo inicial, recuperar todo desde una copia de seguridad es pan comido, y tus datos quedarán siempre a salvo.

Espero que esto te sirva y que te ahorre más de un susto en el futuro. A mí me ha funcionado en varias ocasiones, ¡y seguro que a ti también!