Lograr que Windows 11 se parezca al viejo Windows 95 no es exactamente cosa de un par de clics, pero con unos cuantos tweaks, se puede conseguir. Los que han probado saben que es más bien un equilibrio: quieres ese estilo vintage, pero sin sacrificar que tu sistema siga funcionando sin dramas. Aquí te comparto cómo lo hice yo en mi día a día, con lo que funcionó en varias PCs.
Transformando Windows 11 en Windows 95
Primero lo primero, estos pasos cambian principalmente la parte visual: íconos del escritorio, barra de tareas, tipografías, colores… lo básico para que la vibe sea bien old school. Si eso es lo que buscas, sigue leyendo. Y ojo, no todo va a ser perfecto; a veces los temas no quedan exactamente iguales, pero lo suficientemente cerca como para sacarte una sonrisa por la nostalgia.
Paso 1: Descarga un tema de Windows 95
Arranca buscando un tema de Windows 95 compatible con Windows 11 — sí, todavía hay gente que hace esas cosas. Busca en páginas como DeviantArt o Reddit, con palabras como “Windows 95 theme for Windows 11”. Pero cuidado, descarga solo de sitios confiables, para no llevarte sorpresas desagradables. Cuando tengas el tema, ve a Configuración > Personalización > Temas, y dale a Aplicar o simplemente abre el archivo del tema (a veces funciona más si doble clic en él). No siempre se aplica a la primera; a veces hay que reiniciar el Explorador o el PC entero para que agarre bien el look.
Paso 2: Instala Classic Shell o Open-Shell
El menú de inicio de Windows 11 es súper moderno, así que para volver al estilo old school, necesitas Open-Shell. Es gratuito y todavía lo mantienen. Una vez instalado, ábrelo y configura el menú de inicio para que parezca el de Windows 95. Busca un tema o skin que imite ese estilo viejuno; por ahí hay configs hechas por la comunidad. Eso ayuda a conseguir ese botón de inicio y barra de tareas que al menos en la apariencia recuerdan a los viejos tiempos.
Paso 3: Cambia los íconos a estilo Windows 95
Para los íconos, busca un pack de íconos antiguo en sitios confiables, y guarda los archivos .ico. Para cambiar un ícono, dale clic derecho a cualquier acceso directo o ícono, selecciona Propiedades, después Cambiar ícono. Ahí navega hasta los archivos que descargaste. Toca probar, no todos se ven perfectos a la primera, pero eso es parte de la onda. A veces, el cache de íconos se resiste y no carga bien los cambios; en ese caso, puedes limpiar la caché con un comando como ie4uinit.exe -cleariconcache
desde PowerShell o CMD, y volver a cargar.
Paso 4: Ajusta la barra de tareas
La barra de Windows 95 era súper simple: íconos chicos, nada de animaciones molestas. Dale clic derecho a la barra, entra en Configuración de la barra de tareas. Desactiva cosas como Usar botones pequeños, para que quede más vintage. También puedes apagar las animaciones (desactiva Mostrar animaciones en Windows) para que resulte más retro. En cuanto al color, selecciona uno gris plano y apagado en Colores; a veces hay que ir a esa sección y escoger en modo sólido y sin brillo. En unas máquinas esto aplica de inmediato; en otras, toca reiniciar para que quede bien.
Paso 5: Modifica las fuentes del sistema
Esto es un pequeño cambio, pero bastante impactante: ve a Panel de Control > Apariencia y personalización > Fuentes. Si puedes poner algo como MS Sans Serif
, mejor. A veces hay que buscar o copiar esa fuente desde una instalación antigua, porque no siempre viene de fábrica. Cambiar las fuentes en todo el sistema, especialmente en Windows Explorer y menús, le da ese toque clásico. En algunos casos, hay que reiniciar o hacer logout para que los cambios se vean.
Y ojo, Windows 11 tiene un montón de capas visuales — si quieres ese look más plano y simple, prueba a desactivar efectos de transparencia en Configuración > Personalización > Colores. A veces hay que jugar un poco con esas opciones para quitar el brillo moderno y quedarte con ese estilo más retro.
Consejitos para que Windows 11 parezca Windows 95
- Haz una copia de seguridad: Antes de liarte a cambiar todo, crea un punto de restauración. No quieres que algo salga mal y pierdas todo.
- Busca buenos recursos: Usa íconos y temas de calidad, así la onda old school se ve más nítida y no pixelada.
- Explora otras herramientas: Apps como Rainmeter o DesktopCoral pueden ayudarte a darle ese toque clásico con pequeñísimos widgets o menús.
- Revisa compatibilidades: Algunos temas o herramientas no van a funcionar bien en todas las PCs, mira los comentarios y recomendaciones antes de instalar.
- Mantén todo actualizado: Las actualizaciones de Windows y las herramientas pueden romper el look, así que de vez en cuando revisa que siga todo en orden.
Preguntas frecuentes
¿Es seguro cambiar la interfaz de Windows 11 así?
Por lo general, sí. Usa solo temas y programas conocidos y de fuentes confiables. No descargues cosas raras de sitios dudosos, porque podrías terminar con problemas raros en el sistema.
¿Puedo volver al Windows 11 original si me canso?
Claro. Basta con revertir los temas, quitar los programas de customización, o restaurar desde un punto de restauración. También puedes reiniciar Windows Explorer con taskkill /f /im explorer.exe
y luego abrirlo de nuevo con explorer.exe
.
¿Estas modificaciones atrasan mi PC?
En la mayoría de los casos, no. Los temas y personalizaciones ligeras no afectan mucho. Pero si metes skins muy pesados o muchas apps como Rainmeter, sí puede afectar un poquito el rendimiento. Si notas que va lento, revisa qué tienes abierto.
¿Son permanentes estos cambios?
No, no lo son. Puedes deshacerlos en cualquier momento, quitar los temas y plugins, y volver al Windows 11 normal sin problemas.
¿Pierdo archivos si hago esto?
Para nada. Tus archivos, programas y configuraciones permanecen igual. Solo cambias cómo se ve tu escritorio.
Resumen
- Busca un tema de Windows 95 que te guste y descárgalo.
- Instala Open-Shell para el menú de inicio retro.
- Cambia los íconos por unos estilo Windows 95.
- Configura la barra de tareas: desactiva animaciones y escoge un gris apagado.
- Modifica la fuente del sistema para lograr ese estilo vintage.
¿Y al final? ¿Vale la pena?
Al final, esto de “tunear” Windows 11 para que parezca Windows 95 es más divertido de lo que parece y no requiere mucho tiempo. Solo unos cuantos programas, unos clics, y quizás un reinicio más. El resultado: una PC que parece vieja pero corre lo último de Windows. Es como una especie de rebeldía nostálgica, ¿no? Y lo mejor, sin arriesgar mucho, porque todo es reversible.
Espero que esto le ahorre unos buenos minutos a quien quiera hacer su desktop más retro. No queda perfecto, pero bien cerca para enganchar esa onda vintage sin complicaciones.