Cómo hacer que tus apps de Android funcionen en Windows 11 paso a paso

Ya sabes, lograr que las apps de Android corran sin pegas en Windows 11 no siempre es coser y cantar. Aunque trae el Amazon Appstore integrado, muchas veces aparecen bugs raros, sobre todo si has dejado pasar alguna actualización o si estás usando una región diferente. Si has probado a instalar las apps de la forma más sencilla y todavía no funcionan, se cierran solas, se quedan colgadas o simplemente no aparecen, tranquilo, no eres el único. A veces solo hay que mover algunos hilos, borrar archivos viejos o ajustar configuraciones para que todo funcione más fluido. Te juro que, con unos trucos, esta experiencia puede dejar de ser un coñazo y parecerse bastante más a lo que esperabas.

Aquí te paso unas ideas que suelen funcionar para arreglar esos problemillas y que las apps de Android vuelvan a su sitio. Porque, en serio, a veces Windows nos complica demasiado las cosas sin necesidad. Sigue estos pasos, y quizás consigas que esa app funcione sin tener que hacer una reinstalación a lo loco.

Cómo solucionar los problemas con las apps de Android en Windows 11

Método 1: Reinicia la Amazon Appstore y vacía la caché

Muchas veces los problemas vienen por caché corrupta o instalaciones que no terminaron bien. Reiniciar la Amazon Appstore ayuda a limpiar esa basura que se queda por ahí y que puede estar dando guerra. En algunos casos, esto soluciona esos fallos de “la app no arranca” o que se queda pillada en mitad de la descarga. Es como darle un fresh start al stand de las apps.

  • Ve a Ajustes > Aplicaciones > Aplicaciones instaladas y busca Amazon Appstore.
  • Haz clic y entra en Opciones avanzadas.
  • Pulsa en Reiniciar — ojo, esto borra la caché y los datos de la app.
  • Luego abre otra vez la Amazon Appstore, vuelve a iniciar sesión y, si quieres, ajusta algunas cosas. La buena noticia es que las apps deberían ir un poco mejor.

Este truco es simple y ha salvado muchas veces en máquinas donde las apps se colgaban o no arrancaban tras una actualización. Porque, claro, Windows a veces se encuentra con la caché como si fuera un muro difícil de atravesar.

Método 2: Activa el modo desarrollador y mete mano al Subsistema de Android de manera manual

Si quieres llevar las cosas a otro nivel, algunos han tenido más suerte cargando apps de Android sin pasar por la tienda oficial, usando un método un poco más “pirata”. Es algo más laborioso, pero si activas el modo desarrollador y te haces con una versión del Subsistema de Android fuera del Microsoft Store, puedes saltarte esas restricciones regionales o bugs del Amazon. O incluso ponerlo a tu modo.

  • Entra en Ajustes > Privacidad y seguridad > Para desarrolladores y activa el Modo desarrollador.
  • Descarga la última versión del WSA desde un repositorio confiable, por ejemplo, su GitHub: Winhance.
  • Sigue las instrucciones que suelen incluir, que generalmente implican usar comandos en PowerShell como:
Add-AppxPackage -Path "ruta\a\tu\WInAnthr.appxupload"
  • Y listo, una vez instalado, podrás abrir aplicaciones Android de forma más directa o incluso usar algún emulador APK casero, como scrcpy, para controlar todo desde la pantalla.
  • Este método va para los que se manejan un poco con el ordenador, pero en varias ocasiones ha funcionado mucho mejor para cargar apps no disponibles en la tienda oficial. No tengo una explicación de por qué funciona, pero muchas veces es más efectivo que el método oficial.

    Método 3: Revisa que la app sea compatible y que tengas bien configurados los permisos

    No siempre el problema está en la tienda o en el sistema, a veces es cosa de la configuración de la app. Mira en Configuración > Seguridad de Windows > Control de aplicaciones y navegador si alguna app está siendo bloqueada o marcada.

    • Entra en Seguridad de Windows y ve a Cortafuegos y protección de red.
    • Revisa que tus apps de Android o la Amazon Appstore no estén bloqueadas por error. Puedes agregar excepciones si hace falta.
    • En las permisos de las apps (en el mismo Amazon Appstore o en las parámetros de Android), revisa permisos como ubicación, micrófono y almacenamiento — muchas apps no funcionan bien si no tienen estos permisos activados.

    A veces, con estos pasos, las apps dejan de crashear o los errores de permisos desaparecen sin más.

    Ya ves, el truco está en probar combinaciones y tener paciencia — muchas veces solo hace falta mover algunos hilos y tal vez jugar un poco con la línea de comandos para que vaya todo más fluido. Y, con un poco de suerte, esa app que no quería arrancar, sí acaba funcionando sin muchos quebraderos de cabeza.