Cómo congelar la pantalla en Windows 11
Que la pantalla se quede en pausa en Windows 11 no es algo súper complicado, la verdad. Es más bien una forma de organizar tu escritorio para que no te distraigas o no hagas clic en cosas que no quieres cuando estás dando una presentación o simplemente quieres evitar el caos de tener muchas ventanas abiertas. Todos hemos sentido esa sensación de estar rodeados de mil cosas abiertas y no saber por dónde empezar, ¿verdad? Aunque Windows no tiene un botón mágico de “pausa todo”, hay un truco para poner en foco solo una ventana y que parezca que todo se queda en modo congelado.
La idea aquí es no detener la pantalla, sino mover esa ventana que quieres aislar a otro lugar del escritorio, como si la pusieras en una pausa visual. Así te concentras solo en lo importante y evitas distracciones. No es una congelación real, claro, pero si le pillas el truco, queda bastante convincente y te ayuda a mantener la calma cuando andas a mil con varias cosas a la vez.
Abre la ventana que quieres destacar
Primero, haz clic en esa ventana que quieres mantener en primer plano—puede ser un documento, un chat, lo que sea. Es importante que esa ventana esté activa porque, si no, no funciona igual de bien. Nada peor que tener paseando por el escritorio un montón de cosas abiertas y tratar de enfocarte en una sola, ¿no?
Usa la vista de tareas
Presiona Windows + Tab y aparecerá la vista de tareas, que es básicamente tu centro de mando para gestionar las apps abiertas. Es como una vista rápida de todo el desorden, lista para ordenarse. Desde aquí puedes preparar todo para aislar esa ventana que quieres “congelar”.
Crea un escritorio virtual nuevo
En la vista de tareas, busca el botón de Nuevo escritorio, que suele estar en la esquina. Haz clic y listo, tienes un espacio limpio solo para esa ventana que quieres destacar, sin distracciones. Es como preparar un rincón VIP solo para esa tarea. Totalmente útil cuando quieres concentrarte en algo importante sin que nada más te moleste.
Algunos más técnicos prefieren usar PowerShell para tener más control, pero con la interfaz gráfica está perfecto para la mayoría. Además, ¿quién quiere complicarse con líneas de comandos cuando todo es bastante sencillo?
Mueve la ventana a ese nuevo escritorio
Ahora, simplemente arrastra tu ventana activa hasta ese nuevo escritorio. Imagínalo como empacar esa ventana en su propia habitación tranquila, lejos del griterío de otras apps. Cuando esté allí, da esa sensación de estar “congelada”, y podrás trabajar sin interrupciones. También puedes usar los atajos Windows + Ctrl + → o ← si prefieres no arrastrar y quieres ir cambiando de escritorio rápidamente.
Cámbiate al nuevo escritorio
Ahora, solo dale clic al escritorio nuevo en la vista de tareas o usa el mismo truco de Windows + Ctrl + → / ←. Y listo, tendrás esa ventana en primer plano, como si se hubiera quedado en pausa. Un truco bastante útil para enfocarte solo en lo que importa y no distraerte con otras cosas en tu escritorio.
Un consejo extra: si quieres darle más vida a tu gestión de escritorios virtuales, en Configuración → Sistema → Multitarea puedes activar opciones para acortar los pasos o configurar accesos rápidos en el teclado. Fácil y cómodo.
Y si te gusta andar con más control, hay herramientas de terceros como DeskHound que incluso pueden bloquear ventanas de forma más rígida, pero la verdad con esta opción nativa de Windows, ya tienes bastante para engañar un poco tu vista y mantenerte enfocado, sin complicaciones.
Este truco no es una congelación rigorosa, pero funciona muy bien para darte un respiro visual y mantener la concentración. Es especialmente útil cuando estás dando una presentación o simplemente quieres aclarar tus ideas en medio del caos.
Nota: La gente que le pilla el truco a los escritorios virtuales suele usarlos para organizar mejor su trabajo, tenerlo todo en cajones separados y no perderse en el desorden. Es una técnica sencilla pero poderosa que a veces pasa desapercibida. Pruébala la próxima vez que quieras enfocar la vista y, cuando termines, vuelves a cambiar de escritorio sin problema.