¡Claro! Aquí tienes el bloque en un tono más relajado, natural y cercano, como si estuvieras explicándole a un colega en un blog casero:
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Ostiar, tener los íconos del escritorio gigantes puede volverse un fastidio, especialmente si ves todo ese montón de iconos y sientes que la pantalla se te queda pequeña o quieres más espacio para trabajar. Es raro que Windows 11 no sea muy claro con esto, pero no te preocupes, que hay varias formas rápidas de achicar esos íconos sin meterte en configuraciones complicadas ni instalar programas raros. Te comparto las que a mí me funcionaron, aunque esto puede variar dependiendo de tu setup, porque ya sabes cómo es Windows a veces.
Cómo hacer los íconos del escritorio más chicos en Windows 11
La verdad, esto funciona para un apuro rápido y sin tener que rebuscar en cada menú. A veces, unos tweaks con el ratón o un par de clics en un menú hacen maravillas. Aquí te cuento las que a mí me sirvieron, pero ojo, que Windows a veces complica la cosa.
Método 1: Con el menú click derecho
Es el más fácil de todos. Solo haces clic derecho en cualquier parte del escritorio y aparece un menú. Después, mira o pasa el ratón por la opción Vista. Ahí, selecciona Iconos pequeños. ¡Y listo! Los íconos se achican en un segundo.
¿Por qué funciona?: Porque es rápido, y en la mayoría de los casos, basta con esto para que el escritorio se vea menos cargado y más ordenadito. Cuando tienes muchísimos iconos, esta opción ayuda mucho a no sentir que te ahogan.
¿Cuándo aplica?: Cuando esos iconos gigantes parecen de una película de gigante, o simplemente están desproporcionados. No necesitas reiniciar, se ajustan casi al instante.
Nota rápida: en algunas máquinas, puede que después de reiniciar los cambios no se queden. Si pasa, refresca el escritorio un par de veces (fácil con F5) o reinicia. Y ojo, si tienes configurado un escalado personalizado en pantalla, puede que esta opción entre en conflicto.
Método 2: Con el teclado y la rueda del ratón
Este truco quizás suene raro, pero funciona de maravilla. Solo tienes que mantener pulsado Ctrl y, con el ratón en el escritorio, desplazar la rueda hacia arriba o abajo. Si giras hacia abajo, los íconos se harán más chicos. Si quieres más grande, hacia arriba. Súper útil porque puedes ajustar el tamaño al vuelo sin abrir menús.
¿Por qué mola?: Porque es rápido y puedes hacer el ajuste en el momento. Además, en algunas PCs, esto hace que los íconos puedan cambiar de tamaño en vivo, según el escalado actual o el comportamiento del sistema.
¿Para cuándo?: Cuando no quieres meterte en líos con los menús y prefieres tener un control más fino. Si quieres, puedes ir ajustando ahí mismo, sin complicarte.
Método 3: Alterar la escala de pantalla (un poquito más avanzado)
Si nada de lo anterior funciona y quieres algo más potente, ve a Configuración > Sistema > Pantalla y busca la sección Escala y disposición. Ahí puedes bajar el porcentaje de escalado, por ejemplo, de 125% a 100%. Esto no solo hace que los íconos sean más pequeños, sino que en general todo en la pantalla se reduce un poco.
¿Por qué mola?: Porque si tu escala está muy alta (como 150%), todos los elementos parecen enormes, incluyendo los íconos. Bajar esto hace que todo esté más compacto y más cómodo si quieres aprovechar cada rincón del escritorio.
¿Cuándo usarlo?: Cuando los íconos no cambian casi nada con las otras opciones y quieres hacer un ajuste más global. Eso sí, si bajas demasiado el escalado, puede que todo se vea muy pequeño, así que ve probando para encontrar ese punto justo.
Un apunte extra:
Algunos usuarios han notado que tras cambiar la escala de pantalla, conviene reiniciar para que todo haga clic. Además, esta modificación afecta los tipos de letra y los menús en general, no solo los íconos, así que es un cambio a considerar.
Tips para hacer los íconos del escritorio más chiquitos en Windows 11
- Usa la combinación teclado + rueda: Es más rápido que meterse en menús. Solo pulsa Ctrl y gira la rueda del mouse para ajustar lo que quieras.
- Juega con la escala: Disminuirla un poquito puede ayudarte, pero cuida que no quede todo tan chico que no puedas leer.
- Revisa la resolución: Cambiar la resolución puede hacer que todo se vea más compacto, pero ojo, que si reduces mucho, puede que la calidad baje.
- Auto-ordenar y alinear iconos: Después de cambiar el tamaño, clic derecho en el escritorio, ve a Ver y activa o desactiva Auto organizar iconos. Así mantienes todo ordenadito.
- Refresca la pantalla: Si no ves los cambios a la primera, pulsa F5 o dale clic derecho y selecciona Actualizar. Windows a veces tarda en refrescarse.
Preguntas frecuentes
¿Se pueden hacer los íconos aún más pequeños que el tamaño Small Icons?
La verdad, no mucho por esa vía. Esa opción es más como un tamaño predefinido. Si quieres algo más preciso, tienes que jugar con la resolución o la escala de pantalla, como ya te expliqué antes.
¿Por qué algunos íconos siguen gigantes aunque los reduzco?
Es probable que tengas la escala de pantalla en un porcentaje alto (como 125% o más). Eso sobreescribe el tamaño de los íconos. Para arreglarlo, ve a Configuración > Pantalla y ajusta la escala. A veces, un reinicio ayuda a que los cambios se apliquen bien.
¿Se puede automatizar esto en lote?
No de forma simple, pero puedes intentar con algunos scripts o comandos en PowerShell o editar el registro si quieres un control más avanzado. Aunque para la mayoría, el método del ratón y teclado es más que suficiente y rápido.
¿Cambiar el tamaño de los íconos afecta al rendimiento del sistema?
Para nada. Cambiar el tamaño no afecta nada en el rendimiento. Solo es una cuestión visual y de comodidad. Si uno se cansa de tener los iconos enormes o diminutos, lo mejor es ajustarlos para que te sea más cómodo, sin preocuparte por la velocidad.
Resumen
- Haz clic derecho en el escritorio y selecciona Vista > Iconos pequeños
- Con Ctrl + la rueda del ratón, ajusta en caliente
- Modifica la Escala de pantalla en configuración si necesitas más cambio
- Recuerda refrescar o reiniciar si haces cambios importantes
Ojalá esto te ahorre unas vueltas largas. A veces Windows hace que todo sea más complicado de lo que debería, pero con paciencia y un poquito de maña, lo sacas. ¡Suerte ajustando esos íconos y no olvides volver a ponerlos un poco más grandes si ves que se te pierden!