Habilitar Hyper-V en Windows 11 no es exactamente poner un interruptor, aunque parezca sencillo, hay algunos detalles que pueden complicarlo. Si tu hardware no soporta la virtualización o tienes alguna configuración en BIOS que no está activada, puede que te quedes atascado. Es bastante frustrante porque Windows trata de hacerlo parecer fácil, pero en realidad, cosas como los ajustes del BIOS o los requisitos del sistema pueden ganarles a muchos. La buena noticia es que, si lo haces bien, podrás crear máquinas virtuales — perfecta para probar cosas, correr diferentes sistemas operativos, o jugar con entornos virtuales sin pisar tu setup principal. Así que, aquí te pongo un enfoque más de la vida real, más cercano, para que puedas lograrlo sin complicaciones y evitar algunos errores comunes.
Cómo habilitar Hyper-V en Windows 11
Revisa si tu CPU soporta virtualización y si tu sistema cumple con los requisitos
- Abre el Administrador de tareas (Ctrl + Shift + Esc), ve a la pestaña Rendimiento y revisa si dice Virtualización. Si aparece como Desactivada, lo más probable es que tengas que activar esa opción en BIOS. Para eso, reinicias, entras a BIOS con F2, DEL, o F10 (depende de tu placa madre), y buscas la opción para activar la virtualización.
- Verifica que tu CPU soporte SLAT (Second Level Address Translation). Puedes usar herramientas como CPU-Z o revisar la página de specs del fabricante.
- Solo algunas versiones de Windows 11 sirven para Hyper-V: la Pro, Enterprise o Education. La edición Home no soporta Hyper-V sin hacks, así que ese es un punto a tener en cuenta.
Revisa en BIOS si la virtualización está activada
Sé que es lioso, pero Windows no puede hacer esto solo. Reinicias tu equipo, entras en BIOS con F2, DEL o F10, justo cuando arranca. Busca en las opciones relacionadas con virtualización, quizás está en Advanced, CPU Configuration o algo similar. Activa opciones como Intel VT-x o AMD-V. No olvides guardar cambios y reiniciar. Si no lo haces, Windows no verá que esa función está habilitada, y no podrás activar Hyper-V.
Activa Hyper-V desde las funciones de Windows
- Dentro de Windows, haz clic en el Inicio, escribe “Panel de control” y ábrelo.
- Ve a Programas y luego a Programas y características.
- A la izquierda, selecciona Activar o desactivar las características de Windows. Esto te abre una lista de funciones que puedes activar o desactivar.
- Busca y marca la casilla de Hyper-V. Verás que tiene algunos subcomponentes como Herramientas de administración de Hyper-V y Plataforma Hyper-V. Asegúrate de marcar esas también. Esto activa las funciones principales de virtualización.
- Haz clic en Aceptar y deja que Windows haga su trabajo. Puede que tarde un poquito y seguramente te pida reiniciar.
Reinicia y comprueba que Hyper-V funciona
Esta parte sí es aburrida, pero necesaria. Reinicia tu equipo, entra a Inicio > Ejecutar (o presiona Win + R), escribe msinfo32
y dale a Enter. En la ventana de información del sistema, busca la línea Extensiones del modo monitor de VM de Hyper-V. Si dice Sí, perfecto, ya está listo. Si no, revisa otra vez en BIOS si la virtualización está activada.
Consejitos extras y cosas a tener en cuenta
- Si Hyper-V sigue sin activarse, revisa si tienes instalado VirtualBox o VMware. A veces están en conflicto. Puede que tengas que desinstalarlos temporalmente.
- Si Hyper-V no se activa desde la interfaz gráfica, prueba con esta línea de comando en PowerShell o CMD con permisos de administrador:
dism /Online /Enable-Feature /FeatureName:Microsoft-Hyper-V-All /All /NoRestart
Funciona en algunos casos donde el GUI no da la opción.
- Y, claro, mantén Windows actualizado. Algunas actualizaciones arreglan bugs relacionados con Hyper-V.
Resumen
- Revisa si tu CPU soporta virtualización en el Administrador de tareas.
- Confirma que la virtualización está activada en BIOS/UEFI.
- Activa Hyper-V desde Panel de control → Programas y características → Activar o desactivar funciones.
- Reinicia y confirma que Hyper-V está en marcha.
En resumen…
Hacer que Hyper-V funcione puede parecer un laberinto, especialmente si el hardware o el BIOS no ayudan. Pero, una vez que lo consigues, tienes una herramienta potente para hacer pruebas, desarrollo, o simplemente jugar con diferentes sistemas operativos sin complicarte mucho. A veces, cuando todo encaja, da una satisfacción enorme. Espero que esto ayude a evitar problemas raros y que puedas empezar a montar esas máquinas virtuales porque, al final, ¿quién no quiere correr varias OS en una sola máquina, no?