Formatear un dispositivo con Windows 11 puede resultar algo intimidante, sobre todo si intentas hacerlo de forma limpia sin perder información esencial. A veces, el sistema operativo se atasca con errores, ralentizaciones o fallos extraños, y una instalación desde cero parece la única solución. Pero, claro, Windows tiene que complicar las cosas y hacerlo un poco más difícil de lo necesario. La buena noticia es que es bastante sencillo si sabes dónde buscar, y puedes hacerlo sin necesidad de una memoria USB ni un medio de instalación. Pero prepárate: borrará tus aplicaciones y configuraciones, así que mejor ten copias de seguridad preparadas.
Cómo formatear Windows 11 sin perder la cabeza
Acceder a las opciones de recuperación de forma fácil/molesta
Primero, debes acceder a la función de restablecimiento integrada de Windows. Puedes hacerlo a través de Configuración : haz clic en el menú Inicio, escribe “Configuración” y luego ve a Sistema > Recuperación. En algunos equipos, este proceso puede ser un poco complejo, así que si no funciona, también puedes iniciar directamente en modo de recuperación:
- Abrir configuración
- Vaya a Sistema > Recuperación
- En Restablecer esta PC, haga clic en Restablecer PC
Como alternativa, si Windows no coopera, reinicia tu PC y, durante el arranque, mantén presionado repetidamente Shift + F8el botón de encendido para forzar el apagado. Esto a veces puede abrir el menú de recuperación. Es un poco complicado, pero conviene saberlo si estás en apuros.
Método 1: Reiniciar el PC: conservar los archivos o borrar todo
Esta es la forma principal en que Windows te permite realizar un borrado parcial o completo. Al hacer clic en “Restablecer PC”, se te preguntará si deseas conservar los archivos o eliminar todo. Para un formateo completo que restablezca todo, selecciona ” Eliminar todo”. Si quieres conservar algunos archivos personales, puedes seleccionarlo, pero recuerda que esto no borra tus aplicaciones ni tu configuración, solo las aplicaciones instaladas y tus preferencias.
Atención: en algunas máquinas, esto aún deja archivos residuales o fragmentos que pueden ralentizar las cosas con el tiempo, por lo que una reinstalación limpia y completa puede ser mejor si está solucionando problemas graves.
Método 2: Utilice el Inicio avanzado para una limpieza completa
Si quieres asegurarte de que todo esté limpio, incluyendo unidades y particiones, inicia el Entorno de recuperación de Windows (WinRE).Puedes hacerlo desde Configuración > Sistema > Recuperación haciendo clic en Inicio avanzado y luego reiniciando. Verás opciones para solucionar problemas: selecciona Restablecer este PC y luego elige Eliminar todo. Aquí también puedes acceder a las opciones de disco, como eliminar todas las particiones o formatear unidades específicas, si te sientes cómodo con la administración de discos.
Consejo profesional: si planeas borrar todo el sistema, desconecta primero las otras unidades para no borrar accidentalmente los datos almacenados en otros lugares. Windows a veces se entusiasma demasiado con esto.
Método 3: Crear un dispositivo de arranque (el método más difícil)
Si Windows no se reinicia correctamente, este método te permite borrar completamente la unidad desde fuera de Windows. Descarga la Herramienta de Creación de Medios de Microsoft, ejecútala y crea una memoria USB de arranque. Luego, arranca desde esa memoria USB (quizás tengas que presionar F12 o Esc durante el inicio para abrir el menú de arranque).Sigue las instrucciones en pantalla para borrar la unidad y reinstalar Windows desde cero. Este método es ideal si el sistema operativo está completamente dañado o si quieres empezar desde cero sin depender de las herramientas de Windows.
Atención: esto elimina todos los archivos, así que revise las copias de seguridad. Además, asegúrese de tener a mano su clave de producto de Windows, aunque la mayoría de los dispositivos se activan automáticamente tras la reinstalación.
Consejos adicionales: Por qué y cuándo
Obviamente, borrar el sistema no es algo que se haga siempre. Pero si tu sistema funciona de forma extraña o planeas venderlo o regalarlo, un formateo completo garantiza que no quede información. La principal razón para seguir estos pasos es eliminar malware, solucionar problemas de rendimiento o simplemente empezar de cero sin el desorden corporativo. Espera una mejora notable después, especialmente si no lo has formateado en un tiempo.
Nota final:
Sinceramente, en algunas configuraciones, el proceso puede ser bastante frustrante, sobre todo si Windows falla a mitad de camino o el restablecimiento no se completa por completo. A veces, una simple reinstalación completa desde el arranque es la opción más fiable. En cualquier caso, asegúrate de tener las copias de seguridad y las claves de producto en orden, porque, claro, Windows tiene que complicarlo un poco más de lo necesario.