Cómo formatear en FAT32 en Windows 11
Formatear un disco a FAT32 en Windows 11 puede parecer pan comido, pero ojo, a veces te puedes topar con algún que otro pesky si no estás atento. Windows a veces se pone un poquito tozudo y complica las cosas sin venir a cuento. Pero bueno, FAT32 es tu mejor amigo si quieres que tu unidad sea compatible con casi todo: consolas, Smart TV, y esa tele que no se cansa de pedirte discos. La verdad, formatear no es ciencia de cohetes, pero siempre conviene saber qué pasa para no llevarte alguna sorpresa, sobre todo porque Windows a veces se mete en el medio y complica las cosas.
Conecta la unidad
Primero, asegúrate de que tu disco está conectado de verdad. Es lo más básico, lo sé, pero también lo más olvidado. Revisa que está enchufado en el puerto USB o en la conexión que uses. Si en Windows no aparece, olvídate de lo demás porque no sirve de nada. A veces, con alguna actualización de Windows, los discos pueden ponerse tiquismikis. Si pasa eso, toca resolver eso primero. Y no olvides hacer respaldo de tus datos, porque al formatear, todo se borra. Guarda esas fotos, documentos o lo que sea en otro lado antes de empezar.
Abre la gestión de discos
Luego, necesitas acceder a la Administración de Discos. La forma más sencilla es hacer clic derecho en el botón de inicio y escoger ‘Administración de discos’. También puedes pulsar Windows + X y listo. Este es tu centro de mando para gestionar todos tus discos, USB, y unidades locales. Ojo, si tienes varias unidades conectadas, puede que te líes con los nombres y las etiquetas. A mí me pasó que algunos discos se llamaban ‘Desconocido’ o ‘No asignado’, y tardé en distinguirlos. Windows a veces pone las cosas un poco enrevesadas, pero con paciencia, nada te para.
Localiza tu disco
Busca la unidad que quieres formatear. Es clave no equivocarte, porque eso significa perder toda la info que tenga. Si tienes, por ejemplo, un disco externo de 1TB y un USB de 256GB, tómate unos segundos para fijarte en el tamaño y las etiquetas. Windows puede llamarlos simplemente ‘Disco 1’ y ‘Disco 2’, y en ese caso, sólo te queda ir con cuidado. Para estar más seguro, puede desconectar los discos y volver a conectarlos para ver cuál es cuál. Mejor prevenir que lamentar, ¿no?
Formatea la unidad
Cuando tengas claro cuál es, haz clic derecho y selecciona ‘Formatear’. Aparecerá una ventana de advertencia—esto es importante, te avisa que se eliminará toda la info. A veces, la opción está en gris o no se puede hacer clic, porque Windows piensa que la unidad está en uso o en modo de solo lectura. Asegúrate de cerrar todos los archivos abiertos y, si sigue sin funcionar, prueba a reiniciar. ¿Por qué Windows hace esto tan complicado? No tengo ni idea, parece que le gusta complicarse la vida.
Selecciona FAT32
En el menú desplegable de Sistema de archivos, elige FAT32. Si no aparece, probablemente porque tu unidad es mayor a 32GB, y aquí está el truco: Windows no te deja formatear FAT32 en unidades grandes. Para eso, tendrás que usar algún comando en línea como fsutil
o alguna app de terceros. Para discos más pequeños, debajo de los 32GB, debería salirte sin problema. Cuando lo tengas, solo dale a ‘Aceptar’. Eso sí, ten en cuenta que FAT32 tiene sus reglas: por ejemplo, un archivo no puede ser mayor de 4GB. Para la mayoría de casos, no suele ser problema, pero hay que saberlo.
Otra opción: Línea de comandos
Si tu disco es más grande que 32GB y Windows no te deja, otra opción es tirar de la línea de comandos. Abre el Símbolo del sistema (lo buscas en inicio, escribe cmd
), y le das clic derecho y eliges ‘Ejecutar como administrador’. Cuando esté abierto, escribe esto (recuerda reemplazar X: por la letra de tu disco):
format /FS:FAT32 X:
Pero ojo, que si tu unidad es muy grande, quizás el comando falle. Si pasa eso, siempre puedes echar mano de programas como GUIFormat, que te ayuda a saltarte esas restricciones.
Confirma y empieza
Antes de que el proceso arranque, te aparecerá otro aviso para confirmar. Pulsa ‘OK’ y Windows va dándole caña al formateo. El proceso puede durar desde unos segundos si es un disco pequeño, hasta unos minutos si es grande o está casi lleno. Cuando termine, te llegará una notificación. Eso sí, recuerda: la info se borró, así que si no estabas preparado, seguro que no te hace gracia. Una vez terminado, revísalo para asegurarte de que todo funciona como debe, no quieres sorpresas luego.
Consejillos rápidos
Si ya has pasado por esto antes, aquí van unos tips: siempre, siempre, respalda tus datos antes de formatear. Es un proceso irreversible. Mira bien en Administración de discos para no dar en la tecla equivocada; una mala elección y adiós datos. Para discos grandes, lo más cómodo será usar software de terceros para formatear en FAT32. Y recuerda, FAT32 tiene sus limitaciones: no tiene seguridad, ni cifrado, ni integridad. Si guardas cosas delicadas, mejor pásate a NTFS, que es más seguro y moderno.
Preguntas frecuentes
¿Qué es FAT32?
Un sistema de archivos antiguo pero todavía compatible con muchos dispositivos, ideal para unidades externas y cosas así.
¿Puedo formatear en FAT32 unidades mayores a 32GB?
Con las herramientas nativas de Windows, no. Pero con programas como GUIFormat
, sí puedes, sin problemas.
¿Formatear borra todo?
Claro, si, así que asegúrate de tener todo respaldado antes de empezar.
¿Hay límite en tamaño de archivo en FAT32?
Sí, no puedes guardar archivos más grandes de 4GB. Para archivos pesados, tendrás que buscar otra opción.
¿Cuánto tarda?
Para unidades pequeñas, en segundos; para grandes, puede tomar unos minutos, dependiendo de la velocidad y tamaño.
Al final, formatear un disco a FAT32 en Windows 11 puede ser sencillo si le pillas el truco. Eso sí, si te topas con limitaciones por tamaño, los programas de terceros te serán de gran ayuda. FAT32 no es la opción más moderna ni segura, pero para compatibilidad rápida y sin complicaciones, sigue siendo una buena elección. Solo recuerda revisar bien antes de darle a ‘Formatear’, porque una vez hecho, no hay vuelta atrás. ¡Suerte y que tus discos no te den más problemas!