Cómo evaluar la compatibilidad y usar la aplicación Comprobación de estado de Windows 11

Windows 11 se anunció oficialmente, pero, sinceramente, determinar si tu sistema puede soportar la actualización puede ser un poco complicado. Microsoft publicó una lista de requisitos de hardware que parece bastante sencilla: la mayoría de los sistemas con Windows 10 deberían cumplir con los requisitos, ¿verdad? Bueno, no siempre. Lo complicado es comprobar si tu PC cumple con estas especificaciones sin complicarse la vida. Y ahí es donde entran en juego las herramientas de compatibilidad de Windows 11, incluso si son un poco torpes o están desactualizadas.

Cómo comprobar si tu PC es compatible con Windows 11

Método 1: Usar la aplicación oficial Windows PC Health Check

Se suponía que esta era la aplicación ideal para comprobar la compatibilidad, pero no te sorprendas si no es muy fiable. Microsoft la publicó, pero luego la retiró, alegando algunos problemas. Aun así, puedes encontrarla en sitios no oficiales como Softpedia. En algunas configuraciones, incluso funcionó a la primera; en otras, no tanto.

  1. Descargue la aplicación Health Check de una fuente confiable como Softpedia o el sitio de soporte de Microsoft (si está disponible).
  2. Ejecute el MSIarchivo: esto podría generar una advertencia de seguridad, así que acéptelo para continuar.
  3. Abra la aplicación, luego busque y haga clic en Verificar ahora en la sección Compatibilidad del sistema.

Normalmente falla con resultados inexactos, sobre todo en ciertos tipos de hardware, como CPU Intel o sistemas con configuraciones de TPM inconsistentes. He visto casos en los que aparecía “No compatible” debido a un problema de TPM o Arranque seguro desactualizado, pero en la práctica, el sistema funciona perfectamente.Es un poco raro, pero son peculiaridades de Windows.

Método 2: comprobar manualmente los requisitos del sistema, porque ¿por qué no?

Esto puede parecer tedioso, pero es la forma más fiable si quieres evitar depender de herramientas que pueden fallar. Básicamente, revisas cada requisito y verificas la configuración del hardware y la BIOS. En algunas máquinas, el problema no es ni siquiera el hardware en sí, sino la configuración de la BIOS: el Arranque Seguro podría estar deshabilitado, el TPM desactivado o el modo UEFI no habilitado.

  • Revisa tu procesador abriendo “Acerca de este equipo” o “Informe del sistema”. Asegúrate de que sea de al menos 1 GHz con 2 núcleos.
  • Verifique su RAM haciendo clic derecho en Este PC > Propiedades. Si es inferior a 4 GB, podría no funcionar a menos que actualice.
  • Revisa la configuración de tu BIOS/UEFI (normalmente pulsando Delo F2al iniciar).Asegúrate de que el Arranque Seguro y TPM 2.0 estén activados. A veces, están desactivados por defecto, sobre todo en compilaciones personalizadas o portátiles antiguos.
  • Verifique los detalles de su tarjeta gráfica: si es compatible con DirectX 12 y WDDM 2.0, está bien.
  • Para la pantalla, asegúrese de que tenga más de 9 pulgadas y una resolución de 720p (la mayoría de las pantallas modernas cumplen con esto).

Sinceramente, hacerlo así puede resultar tedioso, pero al menos es una certeza. Además, te haces una idea de qué está retrasando la actualización, como una versión de BIOS desactualizada o un TPM sin activar.

Método 3: Diagnóstico de la compatibilidad con TPM con la línea de comandos

Esto es muy útil si la comprobación del TPM en la aplicación parece incorrecta o si intentas averiguar si tu TPM es realmente TPM 2.0. Abre PowerShell como administrador y ejecuta:

get-tpm

Si ves información sobre el módulo TPM y dice SpecVersion: 2.0, está bien. De lo contrario, quizás debas habilitar el TPM en la BIOS o actualizar el firmware.

Tenga en cuenta que algunos sistemas tienen un chip TPM independiente que podría no estar habilitado por defecto, especialmente en hardware antiguo o compilaciones personalizadas. Este comando ayuda a confirmar si Windows lo reconoce, lo cual suele ser la causa de los problemas de compatibilidad.

Resumen

Sinceramente, intentar confiar en las herramientas de Microsoft puede ser frustrante: no son perfectas y, a veces, marcan el sistema incorrectamente. Realizar una comprobación manual o explorar la configuración de la BIOS suele ser más efectivo. Lo principal es verificar cada requisito de hardware, especialmente TPM y Arranque seguro, ya que suelen ser los puntos conflictivos.

Con suerte, esto brindará una forma más clara de determinar si un sistema está listo para Windows 11. Porque, por supuesto, a veces Windows tiene que hacerlo más difícil de lo necesario.

Resumen

  • Consulte los requisitos oficiales y la configuración del BIOS para Arranque seguro y TPM.
  • Utilice la aplicación Windows PC Health Check si funciona, pero espere algunas imprecisiones.
  • Ejecute get-tpmen PowerShell para confirmar la versión de TPM.
  • Las comprobaciones manuales suelen ser más fiables para confirmar la compatibilidad del hardware.