El overclocking puede hacer que tu CPU vaya al límite, pero a veces, lo mejor es volver a los valores predeterminados si la estabilidad o la refrigeración se ven afectadas. Para pararlo en Windows 11, normalmente tienes que meterte en la BIOS y cambiar algunas configuraciones. Sí, eso significa reiniciar el equipo, pulsar la tecla que entra en la BIOS (generalmente Del o F2), y navegar por los menús para buscar las opciones de overclock o rendimiento y ponerlas en “Auto” o “Default”. Después de guardar los cambios y volver a arrancar, tu CPU debería volver a configurarse como de fábrica. Fácil, ¿no? Bueno, en teoría sí. El truco es dar con el menú correcto, porque la disposición de la BIOS varía bastante según la marca de tu placa madre—esos menús pueden llamarse “AI Tweaker”, “Overclocking”, “Performance” o algo similar.
Cómo detener el overclock del CPU en Windows 11
Dejar el overclock atrás no solo es para evitar temperaturas altas; también ayuda a que el sistema sea más estable, sobre todo si tienes crashes o comportamiento raro. Ojalá esto facilite las cosas y vuelva tu equipo a la normalidad.
Paso 1: Reinicia tu PC
Aquí empieza lo divertido, porque hay que arrancar en modo BIOS. Es simple: guarda lo que tengas abierto, pulsa Ctrl + Alt + Del y selecciona Reiniciar, o ve a Inicio > Energía > Reiniciar. Está atento a la pantalla que te dice qué tecla pulsar para entrar en BIOS. Aviso: en hardware más nuevo, a veces necesitas mantener pulsada esa tecla (como Del o F2) durante el reinicio. Si no funciona, échale un vistazo al manual de tu placa madre o en la web del fabricante. En algunos casos, tendrás que pulsar F12 o Esc en el arranque para acceder a las opciones del BIOS.
Paso 2: Entra en la configuración del BIOS
Cuando arranque, presiona esa tecla varias veces — no la mantengas apretada, porque podrías perder el momento. La idea es llegar al menú del BIOS antes de que cargue Windows. Recuerda que marcas como Asus, MSI, Gigabyte o Dell usan teclas diferentes, así que si no estás seguro, busca cuál te toca. Cuando estés dentro, tómate un segundo para mirar todo, puede parecer un poco confuso al principio.
Paso 3: Busca las opciones de overclocking
Aquí la cosa puede complicarse un poco. Dentro del BIOS, busca secciones que llamen “AI Tweaker”, “Overclock”, “Performance” o algo parecido. En placas Asus, suele estar en “AI Tweaker”; en MSI, puede ser “OC Settings”. La idea es encontrar los controles de frecuencia y voltaje del CPU. En algunos BIOS, estas opciones están en un menú “Avanzado”. Explora o busca algo como “CPU Ratio”, “Multiplier” o “CPU Voltage”.
Paso 4: Desactiva el overclock
Pon todas las configuraciones de frecuencia o multiplicador en “Auto” o “Default”. A veces verás algo como “CPU Frequency”, “CPU Ratio” o “Base Clock (BCLK)”. Ponerlos en auto vuelve a los valores originales y deshace los cambios que hayas hecho. También, si hay controles de voltaje, ponlos en “Auto” también. Así aseguras que tu CPU vuelva a la configuración de fábrica y evitas que suba de vueltas o se caliente de más por el overclock.
Paso 5: Guardar y salir
Ya que lo hayas hecho, busca la opción “Save & Exit” o pulsa F10. Confirma que quieres guardar, y tu equipo arrancará con la configuración de CPU predeterminada. Algunos BIOS pueden dar errores como “save failed”, pero no suele ser grave. Si tienes problemas para que se guarden los cambios, puedes limpiar la CMOS desconectando el PC, y cortocircuitando el jumper en la placa o sacando la batería un par de minutos.
Tras el reinicio, comprueba que tu CPU esté funcionando a su velocidad normal usando programas como CPU-Z o revisando la info del sistema. Normalmente, en valores predeterminados, el reloj del CPU será igual a las especificaciones oficiales — sin turbo ni overclock.
Este proceso puede variar un poco según tu hardware o si necesitas actualizar la BIOS, y a veces, algunos fabricantes tienen trucos o menús específicos. En una placa funcionó a la primera, en otra quizá necesites hacer un borrado de CMOS o actualizar la BIOS. Pero, en definitiva, Windows no ayuda mucho en esto, y a veces la cosa se complica más de lo necesario.
Consejos para dejar de overclockear el CPU en Windows 11
- Consulta el manual de tu placa madre o la web oficial para saber exactamente qué tecla pulsa para entrar en BIOS.
- Antes de hacer cambios, haz una captura de pantalla o anota los valores actuales por si quieres volver atrás.
- Si después de quitar el overclock sigue teniendo problemas, revisa otras configuraciones en BIOS como límites de voltaje o ajustes en RAM.
- Mantén tu BIOS actualizado, así evitas errores y menús confusos.
- Familiarizarte con el BIOS de tu placa te facilitará mucho las cosas en futuras ocasiones.
Preguntas frecuentes
¿Qué es el overclocking?
Es hacer que tu CPU funcione a una velocidad mayor a la que trae por defecto, ajustando su reloj y rendimiento para sacar más potencia, aunque esto puede causar inestabilidad o calentamiento excesivo.
¿Es seguro el overclocking?
No siempre. Puede mejorar rendimiento, pero también puede provocar sobrecalentamientos, crashes o dañar el hardware si no se hace con cuidado. Lo mejor es tener controladas las temperaturas si te animas a probarlo.
¿Cómo sé si mi CPU está overclockeada?
Si en programas como CPU-Z o en el administrador de tareas ves que va más rápido que la velocidad de fábrica, o si tus ventiladores trabajan a tope, puede ser que esté overclockeada. Apps como HWinfo o Ryzen Master también muestran la velocidad real.
¿Puedo revertir el overclock sin entrar en BIOS?
Algunos programas prometen hacerlo, pero lo más fiable siempre será cambiarlo desde la BIOS. Apps de firmware a veces no funcionan bien o no guardan los cambios correctamente.
¿Quitar el overclock mejora la estabilidad?
Suele sí. Volver a los valores predeterminados reduce el calor y el esfuerzo en el CPU, la hacen más estable, sobre todo si lo usas mucho al límite.
Resumen
- Reinicia tu PC.
- Entra en BIOS (normalmente con Del, F2 o F12).
- Busca las opciones de overclock o ajuste del CPU.
- Pón todo en “Auto”.
- Guarda y vuelve a arrancar.
Con esto deberías dejar el overclock a un lado sin complicaciones. Claro, tocar la BIOS puede parecer un poco lío al principio, pero una vez le pilles el truco, es muy sencillo. Desactivar el overclock no es nada del otro mundo; solo hay que tener paciencia y no asustarse si al principio parece confuso. ¡Muchísima suerte!