Desbloquear la barra de tareas en Windows 11 no es nada del otro mundo, pero a veces parece que el sistema se complica solo para hacerlo. Sobre todo si quieres moverla o cambiar el tamaño de los iconos, esa sensación de que Windows se resiste puede ser molesta. La verdad es que, en la mayoría de los casos, basta con dar un par de clics o cambiar una opción, pero a veces la configuración se queda parada o no se guarda bien. Así que aquí te dejo unos pasos fáciles para asegurarte de que tu barra está desbloqueada y lista para personalizar.
Cómo desbloquear la barra de tareas en Windows 11
Primer método: desde Configuración
Esta es la famosa forma que todos usamos. Funciona porque es la opción oficial y suele ser fiable en las versiones más recientes de Windows 11. Pero ojo, a veces después de desmarcar “Bloquear la barra de tareas” esa opción no guarda los cambios al instante — en esos casos, solo hay que tener un poquito de paciencia o reiniciar el equipo. Cuando logres desbloquearla, ya podrás moverla, cambiar su tamaño o ajustar los iconos a tu gusto.
- Haz clic derecho en un espacio vacío de la barra de tareas. Muchas veces se pasa por alto, pero esa opción es clave porque abre un menú con varias opciones.
- Elige “Configuración de la barra de tareas”. Aquí es donde pasa toda la magia, con interruptores y opciones de personalización.
- Busca la opción “Bloquear la barra de tareas”. Normalmente está en la parte superior o cerca de las configuraciones de comportamiento.
- Y solo tienes que desactivar esa opción. Cámbiala a la izquierda o haz clic para quitar la marca. Con eso, la barra debería quedar libre y lista para mover o hacer cambios.
- Cierra la ventana y prueba a arrastrar la barra. Si sigue bloqueada, revisa que el interruptor se haya quedado en off, o vuelve a activarlo y apagarlo otra vez. A veces Windows solo necesita que le demos un empujoncito.
Nota: en algunos equipos, desmarcar esa opción no funciona del todo bien o se resetea después de un reinicio. En ese caso, intenta reiniciar el Explorador de Windows (Ctrl + Shift + Esc, busca Explorador de Windows y haz clic en Reiniciar). También puede servirte echarle un ojo a Configuración > Personalización > Barra de tareas por si has hecho cambios allí.
Segundo método: desde el Editor del Registro o la Política de Grupo (más avanzado)
Este método es para los que se sienten cómodos con un poco más de lío. A veces, la configuración está bloqueada por políticas, especialmente si el equipo lo gestionan en una oficina o escuela. En esos casos, hacer un pequeño cambio en el registro puede ayudar. No es para todos, pero si las opciones normales no sirven, vale la pena intentarlo.
- Presiona Win + R, escribe
regedit
y pulsa Enter. Esto abre el Editor del Registro. - Ve a HKEY_CURRENT_USER\Software\Microsoft\Windows\CurrentVersion\Explorer\StuckRects3.
- Busca un valor llamado Settings y haz doble clic en él.
- Verás una cadena hexadecimal grande. No es muy amigable, pero en algunos foros hablan de que cambiar ciertos bytes puede desactivar el bloqueo. La verdad, no es tan sencillo ni recomendable si no estás familiarizado con el tema, así que mejor ten cuidado.
- Otra opción más segura: si quieres, puedes revisar las políticas en gpedit.msc (si tienes esa opción) y buscar configuraciones en Usuario > Plantillas administrativas > Menú Inicio y barra de tareas. Ahí puedes ver si alguna política impide que modifiques la barra.
Este método es más a prueba y error, y no siempre funciona, pero si las otras opciones fallan, vale la pena probar. Eso sí, antes de meterte en estos cambios, guarda una copia del registro o crea un punto de restauración, por si las moscas.
Tips para que tu barra de tareas quede bien desbloqueada
- Asegúrate de tener Windows actualizado. Algunas versiones viejas pueden tener bugs que afectan estas configuraciones.
- Si el bloqueo no se quita, prueba a reiniciar el Explorador de Windows (el proceso que hace que funcione la interfaz). Solo presiona Ctrl + Shift + Esc para abrir el Administrador de tareas, busca Explorador de Windows, dale a Reiniciar y listo.
- Revisa si alguna app de terceros, como programas de personalización o utilidades de tu fabricante, bloquea la barra. A veces estas apps impiden cambios en la interfaz.
- Y si todo falla, puedes usar la herramienta integrada de Windows — el solucionador de problemas para problemas en la barra de tareas o escritorio. A veces hace magia por sí solo.
En resumen, una vez que logres desbloquearla, podrás moverla, cambiarle el tamaño o ponerla en la posición que más te guste. Si no funciona a la primera, prueba con esos trucos de registro o políticas, pero en la mayoría de los casos, un Reiniciar y quitar el candado ¡es suficiente!