Desactivar las animaciones en Windows 11 no es solo por quedar bien con la estética—si tu máquina va lenta, esas efectos visuales pueden estar comiéndose recursos sin que te des cuenta. A veces, sacrificar un poquito ese toque cool en la interfaz vale la pena si así notas que todo responde más rápido. Y lo mejor es que no es nada complicado de hacer, solo unos clics y listo. Puede que notes transiciones más suaves, cambios de ventana más rápidos y en general menos lag. Claro, todo depende de tu hardware; en algunas máquinas la diferencia es brutal, en otras más sutil. Pero bueno, vale la pena probar antes de meterte en cosas más técnicas o pensar en una actualización.
Cómo quitar las animaciones en Windows 11
En esta parte te voy a explicar cómo desactivar esas animaciones que Windows 11 pone por todos lados. Si notas que va medio lento o simplemente quieres un aspecto más limpio, estos pasos te funcionarán. No estamos hablando de apagar todas las efectos visuales, sino de quitar las que más afectan el rendimiento—a menos que te atrevas a ir a full minimal. Sigue leyendo y prueba a ver si te ayuda a que todo funcione más ligero.
Acceder a las Opciones de rendimiento desde Configuración
- Primero, haz clic en el botón Inicio o presiona Windows + I para abrir Configuración con rapidez.
- Dentro de Configuración, ve a Privacidad y Seguridad > Opciones avanzadas (si aparece) y luego haz clic en Sistema.
- Baja hasta donde dice Acerca de.
- En esa sección, busca el enlace que dice Configuración avanzada del sistema — generalmente está ahí o puedes buscar “sistema” en la barra para encontrarlo más fácil.
- Se abrirá la clásica ventana de Propiedades del sistema. Ahí, entra en la pestaña Avanzadas y haz clic en el botón Configuración dentro de Rendimiento.
Desactivar animaciones y efectos visuales
- Aquí verás la ventana de Opciones de rendimiento. Elige Ajustar para obtener el mejor rendimiento. Esto automáticamente quitará muchas animaciones, sombras, desvanecidos y esas cosas que solo hacen que todo vaya más lento.
- Si quieres mantener algunos efectos porque te molan o crees que funcionan mejor en tu máquina, selecciona Personalizado y ve chequeando o deschequeando las opciones como Animaciones en la barra de tareas, Mostrar contenido de ventanas mientras las arrastras o Desvanecer menús.
- Una vez configurado, clic en Aplicar y luego en OK. Seguramente Windows parpadee un poquito al aplicar los cambios, pero luego notarás que todo va más suelto.
¿Por qué ayuda esto? Pues básicamente, esas animaciones usan recursos de CPU y GPU. En máquinas viejas o menos potentes, apagarlas libera muchos recursos que tu sistema puede aprovechar para responder mejor. No vas a notar un salto gigante en todos los casos, pero en general hace que Windows se sienta más ágil. Y sí, en algunos PCs te tocará reiniciar para que los cambios tengan efecto. No te asustes si en la primera vez no funciona del todo perfecto.
Consejillos para desactivar animaciones en Windows 11
- No tienes que quitar todo si te gusta el toque bonito; escoge solo lo que realmente te moleste o te afecte más.
- Prueba a actualizar los drivers de tu tarjeta gráfica desde la web del fabricante o usando el Administrador de dispositivos. A veces esas actualizaciones mejoran el rendimiento sin que tengas que sacrificar efectos.
- Si quieres tener control fino, en la opción personalizada puedes pasar y activar/desactivar solo las animaciones que prefieras.
- Pasar un antivirus y limpiar programas innecesarios también ayuda a que tu PC vaya más rápido, especialmente si va muy lento.
- Hacer limpieza de archivos temporales con herramientas como Disk Cleanup o CCleaner puede dar un empujón extra, ya que un sistema lleno de basura se vuelve más lento.
Preguntas frecuentes
¿Realmente ayuda a mejorar el rendimiento quitar las animaciones?
En la mayoría de los casos, sí. Quitar efectos visuales reduce la carga en tu CPU y GPU, lo que en PCs viejos puede marcar una gran diferencia para que todo vaya más suave.
¿Puedo dejar algunas animaciones y quitar solo las que más afectan?
¡Claro! Solo selecciona Personalizado en esa ventana y chequea las que quieres mantener. Es una buena forma de equilibrar que se vea bonito sin que tenga que ir a paso de tortuga.
¿Se puede volver atrás fácilmente?
Sí, solo vuelves a esa misma opción y seleccionas Que Windows decida qué es mejor. Sin complicaciones.
¿Esto afecta a los juegos?
No mucho. La mayor parte de la ayuda es para que la interfaz y los efectos en Windows vayan más ligero. Pero quizás notes que algunos juegos cargan un poquito más rápido o que arranquen antes.
¿Esto ayuda a ahorrar batería?
Sí, al quitar efectos visuales se usa menos energía, así que si estás en portátil y quieres exprimir la batería, puede venir bien hacer este cambio.
Resumen
- Abre Configuración (Windows + I) y ve a Sistema.
- Entra en Acerca de y luego en Configuración avanzada del sistema.
- Haz clic en Rendimiento > Configuración.
- Selecciona Ajustar para obtener el mejor rendimiento o configura a mano qué quieres activar y qué no.
- Guarda y disfruta de un Windows más ágil.
En resumen
Quitar las animaciones no es la solución mágica, pero sí una forma sencilla de darle una vida nueva a un equipo algo viejo o que va muy lento. Es un trámite medio chorra recorrer todos esos menús en Windows, pero una vez hecho, la diferencia se nota — al menos en mi experiencia. Pruébalo y mira si así tu sistema anda más respondón. Ojalá esto sirva para que algunos tengan una experiencia más fluida sin complicarse la vida con ajustes más complicados.