Deshabilitar el Inicio rápido en Windows 11 suele recomendarse si experimentas problemas extraños al arrancar, problemas de compatibilidad de hardware o simplemente quieres un inicio completamente limpio al apagar el equipo. A veces, esta función puede provocar un comportamiento anómalo del sistema o que se salte ciertos reinicios de hardware. El proceso no es muy complicado, pero debido a cómo Windows oculta algunas opciones, puede que tengas que buscar un poco. El objetivo principal es forzar un apagado completo del PC en lugar de un apagado híbrido, que ahorra algo de tiempo de arranque pero puede dejar algunos problemas sin resolver. Esto a veces puede solucionar esos conflictos fantasma de controladores o problemas de inicio que no desaparecen de otra manera.
Cómo desactivar el inicio rápido en Windows 11
Método 1: A través de la configuración de energía en el Panel de control
Esta es la forma habitual de hacerlo y funciona en la mayoría de las configuraciones. Desactivar el Inicio rápido aquí ayuda a que el PC se apague correctamente, lo que puede solucionar algunos problemas extraños o fallos en la detección de hardware. El tiempo de arranque será ligeramente mayor, pero el sistema se iniciará desde cero cada vez.
Abrir el panel de control
- Pulsa el menú InicioEnter, luego escribe “Panel de control” en el cuadro de búsqueda y pulsa.
- En algunas configuraciones, se encuentra en la vista de iconos grandes o iconos pequeños. Simplemente busque el Panel de control de esa manera.
Como Windows 11 sigue ocultando algunas configuraciones, es más rápido navegar directamente a los menús correctos.
Navegue a Opciones de energía
- Haz clic en Hardware y sonido y, a continuación, selecciona Opciones de energía.
- Si no ve lo mismo, simplemente busque “Energía” en la barra de búsqueda del Panel de control.
En esta sección es donde controlas todos tus planes de energía, y ahí es donde ocurre la magia.
Elige la función de los botones de encendido
- En la barra lateral izquierda, haga clic en Elegir la función de los botones de encendido.
- Esto te lleva a la configuración de comportamiento de apagado y encendido.
Haz clic en “Cambiar la configuración que actualmente no está disponible”.
- Este enlace te permite modificar opciones que normalmente aparecen atenuadas, como el Inicio rápido.
- En ocasiones, tendrás que ejecutar el Panel de control como administrador o tener privilegios de administrador.
Desactivar inicio rápido
- Desplácese hacia abajo hasta la sección titulada Configuración de apagado.
- Desmarque la casilla de Activar inicio rápido (recomendado).
- Haz clic en Guardar cambios.
Listo. El sistema ahora se apagará por completo en lugar de entrar en un estado híbrido, lo que puede ayudar a solucionar problemas del sistema o de detección de hardware. En algunos equipos, este ajuste requiere reiniciar el sistema para que se aplique correctamente, así que no se sorprenda si no funciona a la perfección la primera vez.
Consejos para desactivar el inicio rápido en Windows 11
- Asegúrese de guardar cualquier trabajo abierto; algunos cambios podrían requerir un reinicio para que surtan efecto.
- Si no ve la opción, compruebe si la hibernación está desactivada, ya que a veces Windows oculta el Inicio rápido si la hibernación no está activa. Puede activarla desde
powercfg /hibernate onel símbolo del sistema ejecutado como administrador. - Tenga en cuenta que en configuraciones de arranque dual, deshabilitar el inicio rápido a veces puede hacer que el cambio de sistema operativo sea más confiable.
- Si después notas que el tiempo de arranque es más lento, puedes volver a habilitarlo fácilmente; no hay problema.
- Mantener Windows actualizado ayuda a solucionar problemas relacionados con la energía, así que mantén el sistema al día.
Preguntas frecuentes
¿Por qué debería desactivar el inicio rápido?
Porque en algunos sistemas, el inicio rápido provoca fallos al arrancar, problemas de detección de hardware o conflictos con cierto software. También es útil si se desea un apagado completamente limpio.
¿Qué es exactamente Fast Startup?
El inicio rápido es la forma que tiene Windows de acelerar el proceso guardando el estado de la sesión durante el apagado, para que pueda iniciarse más rápido la próxima vez. Es similar a la hibernación, pero no es exactamente lo mismo.
¿Apagarlo ralentizará el arranque?
Sí, un poco. Es un equilibrio: tiempos de arranque más largos, pero mayor estabilidad y menos problemas al iniciar. En algunas configuraciones, esta pequeña ralentización merece la pena.
¿Puedo volver a encenderlo más tarde?
Sí. Simplemente sigue los mismos pasos y marca la casilla “Activar inicio rápido” si decides que es mejor para tu sistema.
¿El inicio rápido es lo mismo que el modo de suspensión?
No. El modo de suspensión mantiene la sesión activa en la RAM, lo cual es útil para reanudaciones rápidas, pero el inicio rápido es un apagado híbrido: guarda el kernel y algunos controladores en un archivo para arranques más rápidos.
Resumen
- Abra el Panel de control y vaya a Opciones de energía.
- Haz clic en “Elige la función de los botones de encendido”.
- Ejecutar “Cambiar la configuración que actualmente no está disponible”.
- Desmarca la opción “Activar inicio rápido”.
Resumen
Desactivar el inicio rápido puede parecer algo insignificante, pero para algunos usuarios es la clave para solucionar problemas de arranque o conflictos de hardware. Es una especie de compromiso: un inicio más lento, pero a cambio, un arranque más estable y limpio. No estoy seguro de por qué funciona a veces, pero en algunos equipos, desactivarlo marcó la diferencia. Podría valer la pena intentarlo si tu Windows no funciona correctamente.
Con suerte, esto te ahorrará unas horas de solución de problemas o hará que tus mañanas sean un poco menos frustrantes. Es solo una configuración más con la que experimentar, pero a veces, esos pequeños ajustes marcan la diferencia.