Correr Windows 11 en un Mac no es tan de ordenador de otro mundo — y, la verdad, no es tan complicado si le agarras la onda a esto. Claro, puede que te salgan algunas cosas raras o que tengas que hacer pruebas, pero eso es parte de lidiar con la tecnología. La idea básica es usar virtualización, o sea, que Windows corre dentro de macOS sin tener que hacer particiones locas o andar reinstalando todo. Piensa en programas como Parallels Desktop, VMware Fusion, o incluso VirtualBox si te va más lo DIY. Lo principal es que tengas una ISO legítima de Windows 11, que puedes conseguir directo desde la página de Microsoft (https://www.microsoft.com/software-download/windows11). No olvides tener suficiente espacio en disco; esas ISOs pueden estar pesando unos 4 o 5 GB, más o menos.
Cómo correr Windows 11 en Mac
Para que no te explotes la cabeza, te hago un esquema rápido de cómo va esto. La mayoría de los pasos son para crear un espacio en tu Mac donde Windows pueda correr sin problemas. Es como darle una caja virtual, sin el lío de particionar o estar tocando el arranque dual. Eso sí, prepárate para unos intentos y errores con configuraciones o recursos, que eso pasa en estos procesos.
Método 1: Instalar un programa de máquina virtual
Primero, elige tu programa de máquina virtual favorito. Parallels Desktop es súper sencillo y funciona muy bien, sobre todo en Macs más nuevos — pero, claro, es de pago. VMware Fusion también funciona de lujo y te da más control si quieres ajustar cosas a tu gusto. VirtualBox es gratis, pero a veces en Mac se siente un poco más lento o complicado, y puede que tengas que luchar con algunos fallos en red o USB. La onda es que te descargues e instales la app, luego la abres. Normalmente la encontrarás en Applications o desde tu Launchpad.
Método 2: Descarga la ISO de Windows 11
Después, te vas a https://www.microsoft.com/software-download/windows11 y bajas la ISO oficial. A veces, te piden que verifiques tu sistema o que inicies sesión, pero en general sólo eliges la opción de descargar la ISO. Ten en cuenta que dependiendo de dónde estés, los enlaces directos pueden cambiar o ser un poco raros. Lo importante es que consigas una ISO limpia directamente de Microsoft y que la guardes en una carpeta accesible, por ejemplo en Downloads
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Método 3: Crear una nueva máquina virtual
Abre tu programa de VM y crea una nueva. Normalmente, hay un botón o una opción para esto. Cuando te pidan, selecciona la ISO que descargaste antes. Aquí empieza lo bueno — dale suficiente memoria (8GB es un buen punto de partida si puedes) y mínimo 50GB de espacio en disco, porque Windows necesita bastante para funcionar bien. A veces deberías ajustar opciones avanzadas como habilitar EFI o hardware acceleration, pero no te agobies, en general todo se detecta solo o casi.
Método 4: Instalar Windows 11
Enciende tu VM y sigue las instrucciones en pantalla. Es muy parecido a instalar Windows en un PC real — eliges idioma, región, pones tu clave si tienes, y en disco simplemente le das a “Siguiente” si estás cómodo con las opciones por default. Eso sí, se puede tardar un ratito, así que deja tu Mac conectado a la corriente. Si tienes problemas, revisa que la ISO esté bien, porque si está corrupta puede que falle el instalador. Y ojo, si no te conecta a Internet durante la instalación, puede ser porque hay que activar la red en las configuraciones del VM.
Método 5: Completar la configuración de Windows
Ya que Windows 11 arranque, te pedirá que hagas la configuración inicial: crear tu cuenta, ajustar las opciones de privacidad, actualizar Windows, etc. Es sencillo, pero ojo con el rendimiento. De vez en cuando, actualizaciones o snapshots (copias de seguridad del VM) pueden meter un poco de freno, así que mejor hazlos de vez en cuando. También revisa las carpetas compartidas, así podrás mover archivos fácilmente entre macOS y Windows sin andar con el correo o Dropbox de por medio.
Algunas veces Windows corre bien al principio, pero después con las actualizaciones se puede poner lento. Reiniciar o entrar en las opciones del VM para darle más RAM o CPU ayuda un montón. Además, instalar las herramientas o guest additions — en Parallels se llaman ‘Tools’, en VMware, ‘VMware Tools’ — puede mejorar la integración y el rendimiento, y hasta solucionar problemas con el ratón o la resolución de pantalla.
Consejos para correr Windows 11 en Mac
- Ten suficiente espacio libre en tu disco, en especial en la unidad principal, porque las ISOs y los snapshots ocupan y ocupan.
- Mantén actualizadas las aplicaciones de VM. A veces, una actualización mejora rendimiento y arregla bugs, sobre todo tras cambios en Windows.
- Si no tienes mucho espacio, conecta un disco externo o una SSD para guardar tu VM. Tratar de meter todo en un disco pequeño no es muy buena idea.
- Reserva RAM (8GB o más) y CPU para que Windows no vaya a paso de tortuga y tu Mac siga funcionando decentemente.
- Las carpetas compartidas en el VM son oro; configúralas bien para moverte archivos de un lado a otro sin complicaciones.
Preguntas frecuentes
¿Puedo correr Windows 11 en cualquier Mac?
En general, los Macs recientes con al menos 8GB de RAM y SSD aguantan bastante bien. Cuanto más nuevos sean, mejor, sobre todo si usan tecnología moderna. Pero si tienes un Mac viejo con poca memoria y espacio, quizás te convenga pensarlo dos veces porque puede no valer la pena.
¿Es gratis correr Windows 11 en Mac?
El programa de máquina virtual como VirtualBox es gratis, pero la licencia de Windows a veces no lo es. Windows 11 en sí mismo no es completamente gratis, excepto si usas alguna versión de prueba o en modo no activado con la marca de agua, pero para que funcione bien necesitas una licencia válida.
¿Tendrá mi Mac un rendimiento lento si uso Windows 11 en VM?
Depende de tu máquina. Las VM usan recursos, así que si tu Mac es justo de recursos, puede que sientas que va más lento. Pero si le asignas suficiente memoria y CPU, y no sobrecargas, puede rendir bastante decente. El truco está en darle lo justo y no matar el rendimiento de tu macOS.
¿Puedo jugar en Windows si lo tengo en VM en mi Mac?
Sí, pero no es la mejor opción si buscas jugar a títulos de alta gama. Algunos juegos viejos o menos exigentes pueden correr sin problema, pero los más pesados o con gráficos avanzados pueden fallar o tener lag. Si es tu hobby serio, quizás te convenga usar Boot Camp (en Macs con Intel) o servicios de Cloud Gaming en vez de VM.
¿Necesito una licencia de Windows para usarlo en Mac?
Exacto. Puedes probarlo sin licencia, con las limitaciones de siempre, pero si quieres usarlo sin molestas pantallas o marcas de agua, mejor comprar una licencia válida.
Resumen
- Elige e instala tu programa de VM preferido — Parallels, VMware, VirtualBox, lo que te guste.
- Descarga la ISO oficial de Windows 11 desde la página de Microsoft.
- Crea una máquina virtual, ajusta recursos y monta la ISO.
- Instala Windows, y ponlo a funcionar.
- Configura algunas opciones, instala las herramientas del VM, y listo, ¡tienes Windows corriendo dentro de macOS!
Ojalá esto te ahorre algún que otro dolor de cabeza. La verdad, al principio puede parecer engorroso, pero en cuanto le agarras la onda, tener Windows listo para usar sin reiniciar o hacer particiones es bastante cómodo. ¡Suerte probando y diviértete con ello!