Chequear si tienes archivos dañados en Windows 11 puede sonar complicado al principio, pero en realidad es una tarea de mantenimiento que vale la pena hacer de vez en cuando. Si tu PC anda medio raro, va lento o te tira errores que no sabés bien de dónde vienen, probablemente haya archivos del sistema dañados. La buena noticia es que Windows tiene unas herramientas integradas, como el SFC (System File Checker) y DISM (Deployment Image Servicing and Management), que te ayudan a limpiar todo sin demasiado lío. La verdad es que Windows a veces hace las cosas un poco difíceis — tenés que abrir la consola de comandos con permisos de administrador y, a veces, las cosas no se arreglan en el primer intento. Pero si haces estos chequeos, podés tener una PC más estable y con menos cuelgues.
En esta guía te doy paso a paso cómo usar esas herramientas, para que puedas asegurarte de que tus archivos de Windows estén en buen estado. La idea es detectar problemas antes de que se conviertan en dolores de cabeza mayores o incluso en pérdida de datos. Si el proceso detecta errores, arreglarlo puede hacer que tu máquina funcione más rápido y sea más confiable. O al menos, te quitas un problema de encima. Porque claro, Windows a veces complica las cosas solamente para hacerlas más difíciles, pero una vez que le agarras el truco, no es nada del otro mundo hacer estas revisiones cuando haga falta.
Cómo chequear archivos corruptos en Windows 11
Abre la consola de comandos como administrador
Lo primero es abrir el Símbolo del Sistema con permisos elevados. Para eso, apretá la tecla Windows, escribí cmd, y después clic derecho en Símbolo del sistema y elegí Ejecutar como administrador. Si te aparece una ventana de Control de cuentas de usuario, aceptá. Esto es crucial porque las herramientas como SFC y DISM necesitan esos permisos para hacer su magia. Algunas veces pasa que, en algunos setups, abrís la consola como administrador y no se mantiene bien, así que asegurate de que en realidad la tenés con privilegios completos.
Ejecutá el System File Checker (SFC)
Ya en la consola de comandos con permisos de administrador, escribí sfc /scannow
y apretá Enter. Esto empieza una revisión de todos los archivos del sistema. Busca archivos dañados o que no están en orden, y si puede, los repara automáticamente. La revisión puede tardar entre 10 y 30 minutos, o más si tu PC es lento o tiene muchas cosas. En algunos casos, parece que se queda parado por un momento, pero no pasa nada. Solo deja que corra y no cierres la ventana. La herramienta trabaja en silencio, arreglando lo que pueda, así que no hace falta que hagas nada salvo esperar.
Revisá los resultados del SFC
Al terminar, te dirá qué encontró. Puede que diga “El protección de recursos de Windows no encontró ninguna violación de integridad”, que significa que todo está en orden. O puede que detecte errores, algunos los arregla en el acto, otros quizás no. Si te dice que no pudo arreglar todo, entonces es momento de usar DISM para una reparación más profunda.
Usa DISM si hace falta
Si el SFC no pudo solucionar todo, probá con DISM. Escribí DISM /Online /Cleanup-Image /RestoreHealth
y apretá Enter. Este comando básicamente conecta con Windows Update para bajar archivos nuevos y reemplazar las dañados. La reparación puede tardar unos 15 a 30 minutos, así que paciencia. Algunas veces, DISM puede quedar colgado o fallar, pero es raro. Si pasa, cerrá y volvé a intentarlo, o reiniciá la máquina y volvé a probar. Cuando termine, lo recomendable es volver a correr sfc /scannow
para asegurarte de que todo quedó en orden.
Reiniciá tu PC
Una vez que terminaste, reiniciá tu computadora. Esto ayuda a que todos los cambios hagan efecto y se asienten bien. Muchas veces, después de estos pasos, tu PC se siente más ágil y con menos errores. No es magia, pero es una buena forma de detectar y solucionar errores silenciosos que Windows a veces no te avisa.
Consejos para chequear archivos dañados en Windows 11
- Usá estas herramientas cada tanto, especialmente si notás que algo no funciona bien o se cuelga de vez en cuando.
- Antes de empezar, guardá y hacé respaldo de tus datos importantes. Aunque las herramientas suelen ser seguras, mejor prevenir que lamentar.
- Mantené tu Windows actualizado. Muchas veces, las actualizaciones arreglan errores que pueden causar daños en archivos del sistema.
- Si todavía te salen problemas o los tools no arreglan todo, consultá foros o a algún técnico, porque puede ser algo más profundo que no se arregla con sólo esas herramientas.
Preguntas frecuentes
¿Qué es el System File Checker?
Es una herramienta de Windows que revisa tus archivos del sistema en busca de daños o archivos que faltan, y en la mayoría de los casos, los repara automáticamente. Es como un chequeo de salud para tu Windows.
¿Cuánto tarda el escaneo con SFC?
Por lo general, entre 10 y 30 minutos. Depende del equipo y de cuántos archivos tenga que revisar. Lo mejor es dejarlo hacer sin interrumpirlo.
¿Puedo usar la PC mientras el SFC o DISM están corriendo?
Sí, pero no es recomendable hacer tareas pesadas o multitaskear mucho. Para obtener mejores resultados, dejalo en calma y que termine sin muchas interrupciones.
¿Qué pasa si SFC no arregla todo?
En ese caso, lo mejor es correr DISM y después volver a usar SFC. Muchas veces, la corrupción es un poco más profunda y requiere estos pasos adicionales.
¿Estos tools borran mis archivos personales?
No, se enfocan en archivos del sistema. Tus fotos, documentos y descargas deberían mantenerse intactos. Pero siempre es recomendable hacer una copia de respaldo, por si las dudas.
Resumen
- Abre el Símbolo del sistema como administrador.
- Ejecutá
sfc /scannow
. - Revisa los resultados.
- Si hace falta, corrobá con
DISM /Online /Cleanup-Image /RestoreHealth
. - Reiniciá tu PC para aplicar cambios.
Cierre
La verdad es que este proceso puede parecer un poco técnico, pero en realidad es bastante sencillo y ayuda mucho a mantener Windows en forma. A veces funciona la primera, otras veces hay que repetir o hacer algunas pruebas más. Pero en todos los casos, son pasos útiles para detectar errores silenciosos y evitar que se conviertan en problemas mayores. Es una buena primera medida antes de meterte en reparaciones más complicadas o llamar a un técnico. Y la mejor parte es que, una vez que le agarrás el truco, se vuelve automático y fácil de hacer cuando lo necesitás.