Cómo cambiar los íconos en la barra de tareas de Windows 11: Guía paso a paso

Cambiar los íconos en la barra de tareas de Windows 11 puede parecer algo sencillo, pero en la práctica a veces se complica un poco, sobre todo si las opciones por defecto no te convencen o si después de hacer cambios los íconos se quedan igual. Si alguna vez intentaste poner tus propios íconos personalizados sin liarla demasiado, esta guía te puede ayudar a entender qué hacer sin tanto lío. La idea es buscar el acceso directo correcto y cambiarle el ícono a mano, porque Windows no ayuda mucho a entender ese proceso, pero no te preocupes, que aquí te lo explico paso a paso.

Cómo cambiar los íconos en la barra de tareas en Windows 11

Opción 1: Cambiar el ícono manualmente editando el acceso directo

Este método es para quien quiere tener más control y personalizar la pinta de lo que tienes en la barra, sobre todo si quieres algo más a tu gusto. A veces, Windows guarda en caché los íconos o el acceso directo no se actualiza al instante. Lo bueno de hacerlo así es que buscas el acceso directo exacto, le cambias el ícono y vuelves a ponerlo en la barra. ¿Suena complicado? Puede, un poco, pero funciona bien una vez que le pillas el truco y, además, no necesitas instalar programas raros.

Paso 1: Quitar el ícono actual de la barra

  • Haz clic derecho en el ícono que quieres cambiar y selecciona Desanclar de la barra de tareas. Eso borra el icono de la barra, pero no elimina la app. O sea, no pasa nada, no pierdes nada.

Paso 2: Encontrar el acceso directo del programa

  • Abre el Menú Inicio, busca la app, haz clic derecho y selecciona Abrir ubicación del archivo. Esto te llevará a la carpeta donde está el acceso directo. Si no te aparece esa opción, prueba otra vez haciendo clic derecho y eligiendo esa opción del menú contextual.

Paso 3: Cambiar el ícono en las propiedades del acceso directo

  • Haz clic derecho en el acceso directo y selecciona Propiedades. Luego ve a la pestaña Acceso directo y haz clic en Cambiar icono…. Ahí verás un ícono por defecto o incluso ninguna imagen, dependiendo de cómo sea el acceso directo.
  • Aquí llega la parte más delicada: necesitas tener preparado un ícono personalizado, en formato .ico. Puedes usar uno que te hayas bajado o hecho tú mismo. Cuando hagas clic en Cambiar icono, navega hasta donde guardaste tu ícono, selecciónalo, y dale a OK.

Lo importante es elegir un ícono de buena resolución, tipo 256×256 o incluso 512×512, para que se vea bien y no quede borroso en la barra. A veces Windows pone pegas y los íconos no cambian al momento, en ese caso un reinicio o cerrar y abrir el explorador de archivos puede solucionar.

Paso 4: Poner de nuevo el acceso directo en la barra

  • Solo arrastra el acceso directo modificado y suéltalo en la barra de tareas, o haz clic derecho y selecciona Fijar en la barra de tareas. Y listo, ahora tienes tu nuevo ícono personalizado ahí, con un toque más tuyo.

En algunas configuraciones puede que tengas que quitar el ícono viejo, hacer los cambios del acceso directo, y volver a ponerlo en la barra. Y aunque Windows suele cachear mucho los íconos, a veces hay que reiniciar o cerrar sesión para que se noten los cambios.

Opción 2: Usar programas de terceros para más control

Si te da pereza andar liándote con los accesos directos o te vuelves loco con el caché de íconos, puedes recurrir a programas externos como Iconifier o RocketDock. Eso sí, ojo, que siempre debes descargarlos de sitios fiables. Algunos pueden causar pequeños fallos o conflictos en Windows 11, pero si quieres personalizar al máximo y sin complicaciones, pueden ser buena opción.

Consejos para evitar dolores de cabeza al personalizar

  • Antes de liarte, haz una copia de seguridad de los íconos y accesos directos originales, así te ahorras problemas si algo sale mal.
  • Usa íconos con buena resolución — 256×256 o 512×512— para que no se vean pixelados.
  • Ten en cuenta que algunos íconos de sistema están protegidos y no podrás cambiarles nada, así que no te hagas muchas ilusiones.
  • Si después de cambiar los íconos no aparecen actualizados, prueba a limpiar el caché de íconos con este comando en PowerShell o CMD: ie4uinit -ClearIconCache. Luego reinicia Explorer o reinicia el PC.
  • Y una cosa importante: Windows 11 no es precisamente el más amigo en esto de las personalizaciones, así que paciencia y no desesperes si no salen bien a la primera.

Preguntas frecuentes

¿Puedo cambiar los íconos de los iconos del sistema en la barra?

Por lo general, no. La mayoría de los iconos del sistema están protegidos y no se dejan cambiar a menos que uses trucos o programas específicos de terceros. Pero con algunas herramientas o tocando el registro puede que puedas tener más opciones.

¿Cambiar los íconos afectará el funcionamiento de las apps?

No, solo cambia la pinta, la app en sí sigue igual. Es solo a nivel visual.

¿Dónde puedo encontrar buenos íconos para usar?

En sitios como IconArchive o DeviantArt hay montones de packs de íconos gratis. Solo asegúrate de que sean en formato ICO y de buena calidad.

¿Qué pasa si no me aparece la opción ‘Cambiar icono’?

Es probable que no estés haciendo clic en un acceso directo, sino en la app o en el ejecutable directamente. Windows puede restringir esas modificaciones, sobre todo si intentas cambiar el icono de un acceso directo que apunta directamente al .exe.

¿Puedo volver al ícono original?

Sí. Solo entra en Propiedades del acceso directo, haz clic en Cambiar icono y selecciona el icono por defecto, que suele venir en la misma carpeta del programa o en la carpeta del sistema. Después, vuelve a pincharlo en la barra si quieres.

Resumen rápido

  • Quita el ícono actual de la barra.
  • Busca el acceso directo en el menú Inicio.
  • En propiedades, cambia el ícono por uno personalizado.
  • Vuelve a poner ese acceso directo en la barra y listo.

Para acabar

Ya ves que jugar con los íconos en Windows 11 puede ser un poco engorroso, sobre todo si el caché y esas cosas se resisten. Pero una vez que pillas cómo hacerlo, no es tan difícil. Solo paciencia, buscar las opciones correctas y, si acaso, reiniciar cuando haga falta. La buena noticia es que ese toque personal en la barra le da otro rollo a tu escritorio, más a tu estilo.

  • Haz copias de seguridad antes de cambiar cosas importantes.
  • Usa iconos que se vean bien y en buena resolución.
  • Ten paciencia con los cambios y los reinicios, que a veces Windows juega sucio.

¡Suerte personalizando tu barra de tareas! Espero que esto te ahorre unos dolores de cabeza y te quede a tu gusto.