Cambiar tu navegador predeterminado en Windows 11 no es ciencia espacial, pero puede ser un poco engorroso si no estás muy familiarizado con los cambios en la interfaz o si Windows se empeña en hacer las cosas a su manera. A veces, aunque selecciones un navegador en la configuración, los enlaces siguen abriéndose en el viejo — porque Windows tiene la costumbre de volver a hacer lo suyo y mezclarse un poco. Si notas que los enlaces no se abren con tu navegador favorito o simplemente quieres que la cosa quede bien fija, aquí te comparto un método algo simple pero que a veces requiere un par de ajustes manuales. La idea es asegurarse de que Windows reconozca tu navegador preferido como el principal para todos los protocolos web. Vamos a ver cómo hacerlo, y aunque no siempre es perfecto, la mayoría de las veces funciona bien.
¿Qué hago si Windows no cambia bien el navegador por defecto?
Opción 1: Resetear las apps predeterminadas para protocolos web
Este suele ser el problema: Windows es un poco caprichoso con qué apps asocia a cada protocolo. Incluso si eliges tu navegador en Configuración, no siempre registra todos los protocolos como http
, https
, y cosas por el estilo. Para asegurarte de que esté bien configurado, prueba esto:
- Abre Configuración (Inicio > Configuración o pulsa Windows + I).
- Ve a Aplicaciones > Aplicaciones predeterminadas.
- Baja y busca tu navegador favorito (por ejemplo, Chrome o Firefox).
- Haz clic en él y verás una lista de tipos de archivo y protocolos asociados.
- Asegúrate de poner .htm, .html, http, y https para que abran con ese navegador. A veces Windows no lo hace automáticamente y hay que indicárselo manualmente.
- Si no aparecen directamente los protocolos (como HTTP o HTTPS), busca opciones que digan Elegir predeterminado para este protocolo y configúralos allí.
¿Y por qué hacer esto? Porque Windows a veces sigue usando su Microsoft Edge en todos los protocolos, aunque tú hayas elegido otro navegador. Hacerlo manualmente ayuda a que se quede la configuración.
Opción 2: Usa una herramienta de terceros (como Winaero Tweaker)
Si Windows se pone pesado y no te deja poner a tu navegador en paz, puedes probar algo como Winaero Tweaker. Es un programita que te ayuda a modificar varias cosas en Windows, incluyendo las asociaciones de las apps predeterminadas. Es un poco trambólico, pero a veces Windows está demasiado confuso o simplemente tiene fallos y estas herramientas ayudan a saltarse esas limitaciones. Eso sí, ten cuidado: los tweakings en el registro o en herramientas así pueden hacer desastres si no sabes bien qué haces o si Windows recibe una actualización que las rompe.
Opción 3: Reinstala tu navegador
Suena medio raro, pero a veces basta con desinstalar y volver a instalar el navegador para que Windows lo reconozca otra vez como el preferido. La clave aquí es que durante la instalación pongas que quieres usarlo como predeterminado. La mayoría de los instaladores tienen esa opción, y si no, a veces preguntan si quieres que sea tu navegador principal — no la ignores.
- Ve a Configuración > Aplicaciones, busca y desinstala el navegador.
- Descarga la última versión desde su página oficial.
- Instálalo y, si te pide, marca que quieres que sea tu navegador por defecto.
Con eso, generalmente Windows termina por reconocerlo bien, y se dejan de pelear por los protocolos.
Extra: Usar la línea de comandos para ajustes más persistentes
En algunos casos, especialmente en Windows 11, puedes intentar re-registrar el navegador con unos comandos en la consola, aunque es un poco más avanzado. Por ejemplo, para Chrome:
ftype ChromeHTML="C:\Program Files\Google\Chrome\Application\chrome.exe" -- "%1"
Luego, puedes usar el comando assoc
para vincular .html con ese tipo. Pero esto ya es más técnico y requiere algo de cuidado si no quieres romper nada.
Y si todo esto falla…
Si a pesar de todo siguen sin salir bien las cosas, quizás tengas que hacer una forma más radical: resetear todas las asociaciones de apps en el registro o con alguna política de grupo. Eso sí, prepara un respaldo y ten cuidado con esos pasos avanzados. Mejor hazlo solo si sabes con seguridad lo que estás haciendo, porque tocar el registro puede ser peligroso.
Al final, es raro cómo Windows no hace esto más sencillo, ¿no? Aunque ellos lo prometen, en la práctica a veces tocar las configuraciones requiere un poquito de paciencia y, si te soy sincero, muchas veces tener que andar con estos trucos es inevitable — porque Windows parece que complica las cosas solo por divertirse.