Cómo cambiar el fondo de pantalla en Windows 11: Guía paso a paso

Cambiar el fondo en Windows 11 suele ser cosa de unos clics, pero a veces las cosas se atascan o no funcionan como deberían. Quizá la imagen no se actualiza, te sale algún error raro de permisos o formato, o simplemente eliges un fondo y no se ve bien o no te deja ponerlo. Tranquilo, a todos nos pasa. En esta guía te voy a ir mostrando cómo arreglar esos problemillas fastidiosos, combinando unos pasos sencillos con otros más profundos, porque Windows siempre se las ingenia para tener algún truco escondido. Una vez que le pongas el dedo, cambiar de fondo será algo rápido, sin dramas y sin que se quede colgado.

Cómo arreglar los problemas con el fondo en Windows 11

Metodo 1: Asegúrate de que Windows tiene permiso para cambiar el fondo (Revisa privacidad y configuración de personalización)

A veces el rollo está en las permisos o en políticas que bloquean el cambio del fondo. Especialmente en laptops del trabajo o con el Windows administrado, puede que alguna restricción esté activada. Entra a Configuración > Privacidad y seguridad > Pantalla y apps y mira que no esté bloqueado el cambio de fondo. También, ve a Configuración > Personalización > Fondo y revisa que no tengas opciones raras activadas.

Si ves que “Permitir que las apps controlen tu fondo” está apagado, actívalo. Y si usas Windows en modo profesional, puedes chequear en las políticas (ejecutando gpedit.msc) que la opción No permitir cambiar el fondo de escritorio no esté activada. A veces esto bloquea el cambio sin que te des cuenta.

Después de esto, cambiar el fondo debería funcionar. Si aún no, puede que la imagen que elegiste tenga algún problema, como estar dañada o en un formato raro.

Metodo 2: Revisa tu imagen y su formato (Asegúrate de que sea compatible)

Este problema le pasa a más gente de la que piensas. Windows 11 funciona bien con formatos como JPEG, PNG, BMP y GIF. Pero si intentas poner una imagen en un formato muy raro, puede que no funcione sin avisar. También, verifica que la imagen no esté dañada o en uso por otro programa (por ejemplo, si tienes abierta en Photoshop).

Prueba a abrir la foto en tu visor de imágenes. Si se ve perfecta, intenta ponerla otra vez como fondo. Si te lanza un error, convierte la imagen a JPEG o PNG con alguna herramienta sencilla como Paint o alguna página online. Es más fácil de lo que crees y garantiza que Windows pueda tratarla sin problemas.

A veces, imágenes mal comprimidas o con perfiles de color raros también dan lata. Lo mejor es mantenerlas simples, bien resueltas y en formatos comunes.

Metodo 3: Resetea la configuración de personalización (Por si las cosas se han puesto raras)

De vez en cuando, Windows se vuelve un poco loco con la caché de personalización o las configuraciones del registro. Para arreglarlo, puedes eliminar algunos archivos cache o simplemente reiniciar el proceso Explorer.

Abre el Administrador de tareas (Ctrl + Shift + Esc) y busca Windows Explorer. Dale clic derecho y selecciona Reiniciar. Esto refresca tu escritorio y limpia parte de la caché. Si sigue sin funcionar, intenta borrar la carpeta de caché de fondos antiguos: `C:\Users\\AppData\Local\Microsoft\Windows\Themes\CachedImages` (recuerda cerrar todos los programas antes).

Y ojo, no instales apps de terceros para fondos sin fijarte bien, porque a veces pueden meterse en conflicto con las configuraciones originales de Windows.

Metodo 4: Usa el Comprobador de archivos del sistema (para arreglar archivos dañados)

Sí, Windows le encanta complicarse y a veces los archivos del sistema se corrompen y te dejan sin poder cambiar el fondo. La solución sencilla: abrir el Símbolo del sistema como administrador (buscar cmd, clic derecho y darle a “Ejecutar como administrador”) y teclear sfc /scannow. Pulsas Enter y deja que el sistema revise y repare los archivos dañados. Esto puede tardar unos minutos.

Cuando termine, reinicia la máquina y prueba otra vez a poner el fondo. La mayoría de las veces, esto arregla el problema.

Y eso sería todo. Con suerte, uno de estos trucos arregla el lío del fondo en tu Windows 11. A veces la caché o las permisos están un poco raros y hay que darles un empujón. Y si nada funciona, prueba con otra imagen, o actualiza los drivers de tu tarjeta gráfica, porque muchas veces Windows se pone cabezota por culpa de un driver desactualizado o con bugs.