¡Claro! Aquí te paso una versión más relajada y cercana, como si le estuvieras explicando a un colega cómo arreglar la típica congelación en Windows 11. Lo he adaptado para que suene como un blog casero, sin tanta formalidad, pero claro y fácil de seguir.
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¿Windows 11 se congela? Aquí te digo qué hacer
¡Uf, esas veces que Windows 11 se queda atascado y te deja en la nada, son una pega! Estás escribiendo tranquilo, y de repente todo se congela como si el tiempo se hubiera detenido. Da rabia y hasta hace preguntar si la compu está poseída. Pero tranquila, no es el fin del mundo. Hay unos trucos simples que suelen funcionar para romper ese ciclo de bloqueo. Porque, seamos honestos, nadie quiere lidiar con ese caos, ¿no?
Actualiza Windows
Primero, échale un ojo a si Windows está medio chof, porque no tiene las últimas actualizaciones. En serio, mantener Windows al día no es solo por quedar bien; esas actualizaciones tienen los parches que arreglan bugs que a veces causan los freezes. Ve a Configuración, después a Windows Update y dale a “Buscar actualizaciones”. También puedes correr el solucionador de problemas de Windows Update desde Configuración > Sistema > Solución de problemas > Otros solucionadores. O, si te sientes aventurero, abre PowerShell y escribe esto: msdt.exe /id WindowsUpdateDiagnostic
. Cuando aparezcan las actualizaciones, instálalas y reinicia. Puede sonar básico, pero muchas veces eso soluciona los dramas.
Actualiza los drivers
Luego están los drivers. Esos pequeños archivos que hacen que todo tu hardware hable con Windows. Si están viejos o dañados, pueden ser la raíz del problema, haciendo que el sistema se quede colgado. Abre el Administrador de dispositivos (clic derecho en el botón de inicio o presiona Win + X y selecciona). Busca los dispositivos con un triángulo amarillo; esos están clamando ayuda. Dale clic derecho y selecciona “Actualizar controlador”. Si no mejora, ve directo a la web del fabricante y busca los drivers más recientes. No es lo más divertido, pero ayuda a que todo funcione más suave.
Haz una revisión de archivos del sistema
¿Tienes archivos del sistema dañados? Eso también puede crear caos. Windows trae una herramienta llamada Comprobador de archivos del sistema (SFC) que puede arreglar estos problemas. Abre el símbolo del sistema como administrador (busca “cmd”, clic derecho y “Ejecutar como administrador”). Escribe: sfc /scannow
y presiona Enter. Tómate su tiempo, quizás te dé hambre esperando, pero deja que termine. Antes o después, también puedes correr esto: DISM /Online /Cleanup-Image /RestoreHealth
, que limpia antes de que vuelva a correr el SFC. Muchas veces eso arregla archivos corruptos que estaban causando el freeze.
¿Hay conflictos con algún programa?
Si el problema empezó después de instalar un programa nuevo, puede ser esa la causa. Lo mejor es hacer un arranque limpio para descartar conflictos. Escribe msconfig
en el buscador y dale a Enter. En la pestaña Servicios, marca “Ocultar todos los servicios de Microsoft” y luego haz clic en Deshabilitar todo. Luego, en la pestaña Inicio (que te lleva al Administrador de tareas), desactiva todos los programas que se quieran lanzar al encender. Reinicia y comprueba si el freeze desaparece. Si la cosa mejora, vuelve a activar los servicios uno por uno para ver cuál era el problema.
Chequea cómo va tu sistema
Por último, estate atento al rendimiento. Windows trae una herramienta llamada Monitor de rendimiento (perfmon
) que te ayuda a ver qué está comiendo recursos en tiempo real. Presiona Win + R, escribe perfmon
y pulsa Enter. Ahí puedes chequear el uso del CPU, memoria y disco. También puedes echar un vistazo rápido en el Administrador de tareas (Ctrl + Shift + Esc) en la pestaña Rendimiento. Si notas picos extraños o que algo se come toda la RAM, puede ser hora de cerrar procesos problemáticos, chequear malware, o incluso pensar en una actualización de hardware, como más RAM o un SSD más rápido.
Con estos pasos, deberían disminuir bastante los freezes y que tu Windows 11 vuelva a ir más fluido. Claro, hay problemas que requieren una revisión más profunda del hardware, pero usualmente, con un poco de paciencia y algunos trucos, la cosa mejora.
Resumen rápido para no olvidarlo:
- Chequea si hay actualizaciones de Windows.
- Actualiza los drivers.
- Ejecuta el Comprobador de archivos del sistema.
- Haz un arranque limpio.
- Controla el rendimiento del sistema.
Espero que estos tips le ahorren unos buenos dolores de cabeza a cualquiera que esté peleando con ese molesto freeze. ¡Ánimo y a seguirle dando!