Cómo arreglar errores de controladores en Windows 11: Guía paso a paso

Solucionando errores de controladores en Windows 11

Si alguna vez te encuentras con un error de controlador en tu Windows 11, seguro sientes que todo se cae a tu alrededor, ¿no? Es como chocarte con una pared. Pero en realidad, no es tan complicado solucionar estos asuntos. Con unas pocas ganas de investigar y un poco de paciencia, en poco tiempo todo vuelve a la normalidad. Aquí te comparto cómo abordar esos dichosos errores de controladores.

Entrando en el Administrador de dispositivos (tu primer paso)

Lo primero, abre el Administrador de dispositivos. Solo presiona la tecla Windows + X y selecciona “Administrador de dispositivos”. Parece muy fácil, ¿verdad? Piensa en el Administrador como el armario desordenado de tu hardware, donde puedes ver qué está dando guerra. Si algo anda mal, verás un triángulo amarillo al lado del dispositivo. Es la pista más rápida para identificar qué está dando problema.

Si prefieres otro método, también puedes acceder a través del cuadro de diálogo Ejecutar:

Presiona Windows + R, escribe devmgmt.msc y dale a Enter.

Detectar drivers que están fallando

Ya en el Administrador de dispositivos, estate atento a esos iconos amarillos con advertencias. Son las señales de alarma. Haz clic derecho sobre ellos y revisa las opciones—puedes actualizar, desactivar o incluso eliminar el controlador. El truco está en descubrir cuál es el que está causando el problema, porque a veces el hardware funciona bien, pero el controlador se ha subido a la cabeza y da errores. Además, esas advertencias a veces se esconden en ‘Dispositivos desconocidos’ o aparecen en lugares raros, así que tómate tu tiempo para revisarlo bien.

Actualizar el driver: a veces, lo más fácil

Luego, prueba a actualizar el controlador. Es tan sencillo como hacer clic derecho en el dispositivo que anda mal y escoger “Actualizar controlador.” Después, selecciona “Buscar automáticamente software de controlador actualizado.” Esto hará que Windows busque en sus archivos si hay alguna versión más nueva. Muchas veces arregla problemas de compatibilidad, pero no te emociones demasiado, porque si el fabricante todavía no ha subido la última versión, Windows puede que no la encuentre.

En caso de que tengas que hacerlo manualmente, descarga el controlador más reciente desde la web del fabricante y sigue estos pasos:

Haz clic derecho en el dispositivo, selecciona Actualizar controlador, luego escoge Buscar software de controlador en mi equipo. Localiza el archivo que descargaste, selecciona el archivo .inf y sigue las instrucciones.

Reinstalar el controlador: cuando nada funciona

Si actualizar no sirvió, la siguiente opción es desinstalar y volver a instalar. Haz clic derecho en el dispositivo y selecciona “Desinstalar dispositivo.” Luego, reinicia la compu y Windows intentará instalarlo solo. Para hacerlo a mano, vuelve a buscar el controlador más reciente y lo instalas siguiendo los mismos pasos, pero esta vez seleccionando la opción de buscar y escoger la actualización manualmente.

Para eliminar bien el controlador y no dejar restos, si ves la opción, marca “Eliminar el software del controlador para este dispositivo.” Y si quieres hacer limpieza más a fondo, herramientas como DDU (Display Driver Uninstaller) son la caña para quitar drivers rebeldes, especialmente del tema de gráficos, antes de volver a instalarlos desde cero.

La ayuda del solucionador de problemas de Windows

Si todavía no hay suerte, está el solucionador de problemas de Windows. Ve a Configuración > Actualización y seguridad > Solución de problemas > Otros solucionadores y selecciona “Hardware y dispositivos.” Este programita revisa por ti y a veces arregla el rollo sin que tengas que echarte muchas horas. No siempre funciona, pero en muchas ocasiones te ahorra buscar en foros o meterte en registros complicados.

Para los que van más en serio, también puedes lanzar el solucionador desde línea de comandos:

Abre Terminal o Símbolo del sistema como Administrador y escribe:
msdt.exe /id DeviceDiagnostic

Y listo, ahí se abre el solucionador sin tener que dar tantos pasos.

Después de todos estos pasos, un reinicio suele ser buena idea, porque muchas cosas solo se arreglan con un buen reinicio. Si aun así el problema no se va, quizás toque consultar con el fabricante del hardware o buscar en foros especializados, porque a veces estas cosas se resisten un poco más.


A fin de cuentas, arreglar errores de drivers en Windows 11 puede parecer un rollo, pero no es imposible. Mantener los drivers actualizados no solo soluciona problemas, sino que también previene futuros dolores de cabeza. Hoy puede que te resbale un poco, pero con práctica, estos arreglos se vuelven rutina y te ahorran mucho tiempo a largo plazo.