Cómo actualizar Windows 10 a Windows 11: un tutorial completo paso a paso

¿Actualizar de Windows 10 a Windows 11? Sí, parece sencillo en teoría, pero a veces las cosas se complican. Quizás tu PC no cumple todos los requisitos del sistema de inmediato, la actualización se bloquea a mitad de camino porque olvidaste hacer una copia de seguridad rápida o la actualización simplemente no aparece en Windows Update. Saber cómo solucionar estos problemas comunes puede ahorrarte mucha frustración. Esperamos que esta guía te facilite obtener ese nuevo y reluciente sistema operativo sin complicaciones. Una vez que todo esté listo, disfrutarás de elegantes ajustes de interfaz, mejor rendimiento y nuevas funciones que le darán un aire fresco a tu equipo. Así que, aquí te explicamos qué hacer, paso a paso, con algunos consejos adicionales.

Cómo solucionar problemas de actualización de Windows 11 en Windows 10

Comprueba si tu PC es realmente compatible antes de empezar

A veces es extraño, pero la aplicación integrada PC Health Check de Microsoft no siempre es exhaustiva o da falsos negativos. Para un análisis más detallado, prueba herramientas como Winhance o una aplicación de terceros como Core i Compatibility Checker. Asegúrate de que tu equipo cumpla con estos requisitos: – TPM 2.0 habilitado en la BIOS (a veces está deshabilitado por defecto) – Arranque seguro activo – La CPU cumple con las especificaciones mínimas (como un Intel de 8.ª generación o un Ryzen serie 3000) – Suficiente espacio de almacenamiento (al menos 64 GB libres) – Modo de firmware UEFI, no BIOS heredada

Simplemente buscar en Google “Comprobar TPM” te llevará a la configuración, pero normalmente está en Configuración > Privacidad y seguridad > Detalles del procesador de seguridad o dentro de la BIOS, en “Computación de confianza”.Porque, claro, Windows tiene que complicarlo más de lo necesario.

Asegúrese de que su copia de seguridad sea sólida antes de modificar cualquier cosa

No estoy seguro de por qué funciona, pero para estar seguro, haz una copia de seguridad de tus archivos; no solo de unos pocos documentos, sino de todo lo que odiarías perder. Usa Copias de seguridad de Windows, almacenamiento en la nube o una simple unidad USB; lo que prefieras. De esta manera, si algo sale mal durante la instalación, no tendrás que apresurarte a recuperar tus preciados memes de gatos o archivos de trabajo. A veces, el proceso de actualización puede pisotear tus datos si ocurre algo inesperado, así que más vale prevenir que curar. Además, si es posible, crea una imagen completa del sistema por si acaso quieres volver atrás rápidamente más tarde. Créeme, es un salvavidas si las cosas salen muy mal. Para Windows, puedes ir a Panel de control > Copia de seguridad y restauración (Windows 7) o usar una herramienta de terceros como Macrium Reflect para un punto de restauración más completo.

Asegúrese de que su Windows Update esté listo y no bloquee la actualización

Ve a Configuración > Actualización y seguridad > Windows Update. Pulsa “Buscar actualizaciones” y espera. A veces, Windows te indicará que está listo para la actualización o mostrará un mensaje especial que indica “Actualización a Windows 11 disponible”.Asegúrate de que tu sistema esté completamente actualizado con los parches más recientes, ya que los controladores o parches obsoletos pueden bloquear la actualización.

En algunas configuraciones, Windows Update podría ocultar la actualización si detecta problemas de compatibilidad. Prueba a ejecutar el Asistente de instalación de Microsoft, que fuerza el proceso de actualización. Simplemente descárgalo, ejecútalo y sigue las instrucciones. Recuerda que si la actualización no aparece, podría deberse a un problema de compatibilidad o a una actualización pendiente de Windows que la esté bloqueando.

Solución 1: Habilite TPM y arranque seguro en BIOS

Es un poco raro, pero si TPM 2.0 o el Arranque seguro están desactivados, Windows 11 no se instalará. Reinicia el PC y accede a la BIOS (normalmente pulsando Delete, F2o Escdurante el arranque).En la configuración de la BIOS, busca opciones como Módulo de plataforma segura (TPM)/Dispositivo de seguridad y Arranque seguro. Habilita ambas si están desactivadas. Guarda los cambios y reinicia. A veces, se necesitan actualizaciones de la BIOS para acceder a estas funciones correctamente, así que consulta el sitio web del fabricante de tu placa base o portátil si ves algo extraño.

¿Por qué ayuda? Porque las funciones de seguridad de Intel son como los guardianes de Windows 11. Sin ellas, nada funciona. Tras este paso, la actualización mejorará la compatibilidad. Suele ser el mayor obstáculo: en algunas máquinas, falla la primera vez, pero funciona tras reiniciar y modificar la BIOS.

Solución 2: borre los archivos antiguos de actualización de Windows y los cachés temporales

En algunas configuraciones, los archivos de actualización restantes causan conflictos. Intente ejecutar Disk Cleanupo eliminar manualmente los archivos de actualización de Windows en caché. Abra el Símbolo del sistema como administrador y ejecute:

DISM /Online /Cleanup-Image /RestoreHealth sfc /scannow

Esto analiza y repara los archivos del sistema de Windows. Después, revisa la caché de Windows Update en Configuración > Actualización y seguridad > Solucionar problemas. A veces, basta con restablecer los componentes de actualización (como detener el servicio Windows Update, eliminar los archivos de caché C:\Windows\SoftwareDistribution\Downloady luego reiniciarlo).En caso de duda, ejecuta el Solucionador de problemas de Windows Update. Es un poco extraño, pero suele detectar los pequeños fallos que impiden las actualizaciones.

Solución 3: utilice el Asistente de instalación de Windows 11 o la herramienta de creación de medios

Si la actualización no se actualiza por las vías normales, prueba con la Herramienta de Creación de Medios oficial. Crea un USB de arranque o descarga una ISO, lo que suele evitar los bloqueos de Windows Update. Luego, ejecuta la instalación desde la unidad USB. Asegúrate de tener una buena copia de seguridad, ya que se trata más bien de una instalación desde cero: conservará tus archivos y aplicaciones, pero es mejor estar preparado. En una configuración funcionó bastante bien, en otra fue un poco complicado, así que quizás necesites paciencia.

Resumen

En resumen, muchos de estos problemas se deben a funciones de compatibilidad o seguridad que deben activarse, o a una caché de Windows Update obsoleta. Asegurarse de que TPM y el Arranque Seguro estén habilitados, actualizar la BIOS si es necesario y usar las herramientas compatibles con Microsoft pueden solucionar la mayoría de los problemas de actualización. A veces, un poco de limpieza y paciencia marcan la diferencia.

Ojalá esto le ahorre algunas horas a alguien. Si no funcionó, siempre queda una alternativa: una instalación limpia con una ISO nueva, pero es un poco más complejo y debería ser el último recurso.