Cómo actualizar el driver de la tarjeta gráfica en Windows 11: Guía paso a paso

Actualizar el driver de tu tarjeta gráfica en Windows 11 parece pan comido, pero a veces no es tan simple como hacer clic en “Buscar actualizaciones” y cruzar los dedos. Quizá tu pantalla pestañea sin parar, los juegos van a tirones o simplemente quieres asegurarte de que todo vaya fluido con las últimas versiones. La forma más fácil – vía Device Manager – funciona casi siempre, pero en algunas ocasiones necesitas un enfoque diferente o ir directo al fabricante. Este tutorial te cubre todo. Ya sea que quieras más estabilidad, mejor rendimiento o simplemente borrar algunos bugs, usar el método correcto puede marcar la diferencia. Tómate unos minutitos, que probablemente te ahorre muchos dolores de cabeza más adelante.

Cómo actualizar el driver de la tarjeta gráfica en Windows 11

Ver si tu sistema ya tiene la versión más reciente — y cómo conseguirla

Por lo general, la opción que trae Windows funciona bien para una actualización básica, pero si quieres tener más control o instalar las últimas versiones, toca visitar la web del fabricante de tu tarjeta o usar alguna herramienta que ellos recomienden. Saber dónde buscar ya es medio camino resuelto, porque algunas actualizaciones no llegan automáticamente con Windows Update. Y si después de actualizar algo va mal, también querrás saber cómo deshacer los cambios. Aquí te explico cómo solucionar y, si hace falta, actualizar desde la fuente o usar la búsqueda automática de Windows.

Método 1: Actualizar vía el Administrador de dispositivos (el clásico)

Es la forma más común y, en la mayoría de casos, suficiente. A veces funciona sin complicaciones, pero en otras te puede devolver una versión algo antigua. De todos modos, vale la pena probar primero. Además, es bastante fácil si sabes dónde hacer clic.

  • Abrir el Administrador de dispositivos — Escribe “Administrador de dispositivos” en la barra de búsqueda junto al Inicio. También puedes presionar Windows + X y elegir Administrador de dispositivos.
  • Buscar tu Adaptador de pantalla — Expande la sección “Adaptadores de pantalla”. Ahí debería aparecer tu tarjeta gráfica, como “NVIDIA GeForce”, “Intel UHD Graphics” o “AMD Radeon”. Asegúrate de identificar la correcta si tienes varias.
  • Haz clic derecho y selecciona “Actualizar controlador” — Aparecerá un pequeño cuadro de diálogo. La idea es dejar que Windows busque la mejor versión en línea.
  • Escoge “Buscar automáticamente software de controlador actualizado”. Windows buscará en los servidores de Microsoft alguna versión más reciente. Suele ser rápido, aunque a veces tarda un poquito más, especialmente si tu conexión no ayuda.
  • Sigue las indicaciones — Si encuentran un controlador nuevo, te dará la opción de instalarlo. La pantalla podría pestañear o te pedirán reiniciar. Es normal.

Si tienes un equipo con controladores personalizados o una versión de Windows muy distinta, puede que Windows no encuentre la versión más actual. En ese caso, pasa a la web del fabricante o usa alguna herramienta específica para drivers.

Método 2: Descargar los drivers directamente del fabricante

¿Por qué molestar? Porque a veces Windows se queda atrás o la versión que te ofrece no es la más nueva. También es útil si quieres hacer una instalación limpia o solucionar un problema específico. Aquí va cómo hacerlo:

  • Identifica tu tarjeta gráfica — Puedes hacerlo desde el Administrador de dispositivos o con alguna herramienta como GPU-Z para información detallada.
  • Visita la web oficial del fabricante
    NVIDIA: https://www.nvidia.com/download/driverResults.aspx
    AMD: https://www.amd.com/en/support
    Intel: https://downloadcenter.intel.com/
  • Usa su buscador de drivers — Introduce los datos de tu GPU, el sistema operativo y descarga la última versión disponible.
  • Ejecuta la instalación — Muchas vienen con la opción de instalar de forma limpia. En algunos casos, conviene desinstalar antes el driver viejo; para eso puedes usar Display Driver Uninstaller (DDU), que es muy útil si tu driver está haciendo cosas extra.

Además, muchas marcas ofrecen sus propias herramientas, como NVIDIA’s GeForce Experience o AMD’s Radeon Software, que facilitan las actualizaciones y ofrecen perfiles de optimización para juegos.

Método 3: Con Windows Update y las actualizaciones opcionales

Si quieres algo rápido, ve a Configuración > Windows Update y haz clic en Buscar actualizaciones. A veces, los drivers vienen junto con las actualizaciones normales. Windows también puede mostrarte drivers opcionales o de dispositivo para que los descargues. Es buena idea echarles un vistazo si con Device Manager no obtienes la versión más reciente.

¿Qué pasa si la actualización deja todo peor?

Si después de actualizar tu driver empiezan los problemas — pantalla que crashea, bajones de rendimiento o errores— no te preocupes, siempre puedes volver atrás. Solo ve a Administrador de dispositivos > Adaptador de pantalla > Propiedades > Driver > Revertir controlador. A veces, la versión más nueva no es la mejor opción, y mejor volver a la anterior mientras buscas otro método.

Y, por supuesto, anota qué cambiaste o instalaste para facilitar la solución de problemas si algo se complica más adelante.

Consejos útiles para actualizar tu driver en Windows 11

  • Siempre crea un punto de restauración antes de tocar drivers, por si las moscas. En Panel de control > Sistema > Protección del sistema haces fácil ese paso.
  • Revisa las webs de los fabricantes de tu tarjeta gráfica con regularidad; ellos lanzan versiones optimizadas que Windows no siempre distribuye al instante.
  • Pon recordatorios: los drivers se actualizan seguido, especialmente si juegas o haces trabajo gráfico.
  • Si cambias de versión o marca, desinstala el driver viejo antes para evitar conflictos.
  • Activa las actualizaciones automáticas de Windows, pero si tienes problemas, mejor optar por actualizar manualmente.

Preguntas frecuentes

¿Por qué debería actualizar mi driver de la gráfica?

Para arreglar bugs, mejorar el rendimiento y agregar nuevas funciones. También si algo va mal o quieres sacar el máximo provecho en juegos o programas de diseño.

¿Esto puede arreglar pantallas que parpadean o detalles gráficos raros?

Casi siempre sí. Actualizar el driver suele solucionar fallos gráficos. Pero si no, quizás sea tema de hardware o alguna reparación más especializada.

¿Cada cuánto tiempo debo buscar nuevos drivers?

Un par de veces al año va bien, sobre todo después de actualizaciones importantes de Windows o si notas que algo no va bien.

Y si actualizo y empeoran las cosas?

Siempre puedes volver a la versión anterior con el Administrador de dispositivos. Recuerda que no siempre lo más reciente es lo mejor, especialmente si hay incompatibilidades.

¿Necesito internet cada vez que quiero actualizar?

Sip, a menos que tengas los controladores descargados localmente. Pero en general, sí necesitas conexión para buscar e instalar las actualizaciones.

Resumen

  • Abre el Administrador de dispositivos
  • Busca tu tarjeta gráfica y haz clic derecho
  • Selecciona Actualizar controlador
  • Busca automáticamente o ve directo a la web del fabricante
  • Sigue las instrucciones y reinicia si te piden

Qué hacer al final

Actualizar el driver de tu gráfica no es la historia más emocionante del mundo, pero puede marcar la diferencia en estabilidad y rendimiento. Por ejemplo, en mi pc, instalar el driver directamente del fabricante y hacer una instalación limpia resolvió un problema de parpadeo que Windows nunca detectó. No sé exactamente por qué funciona, pero si estás atascado, vale la pena intentarlo. Al final, muchas veces lo más simple es lo que funciona mejor.

  • Verifica si tu driver está al día
  • Actualiza vía el Administrador de dispositivos o la web del fabricante
  • Usa herramientas de desinstalación si hace falta
  • Haz una copia de seguridad o crea un punto de restauración antes
  • Actualiza con regularidad para mantener todo en marcha

¡Espero que esto sirva para que te ahorres el lío de unos drivers bugueados! Es algo que a mí me ha funcionado varias veces, y ojalá también te ayude a ti.