Cómo actualizar de Windows 7 a Windows 11 paso a paso

Hacer el cambio de Windows 7 a Windows 11 puede parecer una odisea, sobre todo si estás cómodo con lo viejo. Pero créeme, con un poquito de preparación, no es tan complicado. La parte más importante es asegurarte de que tu hardware aguante Windows 11, porque, como siempre, Microsoft se las complica un poco más de la cuenta. Si tu PC es bastante viejo o no cumple con los requisitos, quizás tengas que hacer algunas mejoras o aceptar que no va a ser posible actualizar sin más. La idea aquí es hacerlo sin dramas, sin perder tus archivos y sin dejar la instalación a medias.

Cómo actualizar de Windows 7 a Windows 11 paso a paso

Revisa si tu PC puede con Windows 11 y prepáralo

Lo primero, revisa si tu PC cumple con los requisitos. Necesitas un procesador de 1 GHz o más rápido en una arquitectura de 64 bits, 4 GB de RAM, 64 GB de almacenamiento y una tarjeta gráfica compatible con DirectX 12. La forma más sencilla es usar la herramienta PC Health Check. Si te dice que tu equipo está en la línea, genial—si no, quizás tengas que hacer algunas mejoras o aceptar que quizá no sea posible actualizar sin cambiar hardware. Curiosamente, muchas veces la herramienta falla en el primer intento y en el segundo o tercero funciona perfecto. Supongo que alguna caché o algo por el estilo que Windows no explica muy bien.

Haz una copia de seguridad de tus archivos, no juegues con fuego

Antes de meterle mano a tu sistema, guarda tus archivos importantes en algún lado. Usa un disco externo, Google Drive, OneDrive o Dropbox, da igual. Créeme, aunque no pienses que vas a perder nada, a veces las instalaciones pueden borrar todo o dejar tu equipo mal, y es mejor tenerlo todo a salvo desde antes. Puedes usar la copia de seguridad integrada en Windows o simplemente arrastrar tus carpetas clave, lo que prefieras. Mejor prevenir que arrepentirse, porque una instalación limpia borra absolutamente todo.

Crear un USB booteable con Media Creation Tool

Este paso puede parecer técnico, pero no lo es tanto. Descarga la herramienta Media Creation Tool desde la web de Microsoft y ábrela. Selecciona la opción Crear medios de instalación (USB, DVD o ISO) y sigue las instrucciones. Necesitarás un USB de mínimo 8 GB, que no esté usando en otras cosas porque algunos USB pueden hacerte la vida difícil. Durante la creación, elige bien el idioma y la versión de Windows 11 que quieres instalar. La herramienta descargará todo y preparará el USB. A veces falla en este paso, pero tras un reinicio o un retry, suele funcionar. La paciencia es clave aquí, como todo en la vida.

Arranca desde el USB y pon en marcha la instalación

Inserta tu USB booteable, reinicia la PC y pulsa la tecla que te permite escoger desde dónde arrancar—normalmente F12, Esc o Delete, dependiendo de la marca. Escoge el USB y deja que arranque. Verás la pantalla de instalación de Windows, donde debes elegir Instalación personalizada (porque no puedes actualizar directamente desde Windows 7). Si quieres, puedes formatear la partición principal antes de empezar—pero ojo, revisa bien que tienes copia de todo. Luego, el instalador copiará archivos, se reiniciará varias veces y te mostrará el asistente con las opciones de configuración de Windows 11.

Reinstala tus programas y recupera tus archivos

Ya con Windows 11 instalado, toca ponerse manos a la obra. Instala tus programas favoritos, restaura tus archivos desde la copia que hiciste y ajusta las configuraciones a tu gusto. También revisa Windows Update en cuanto sea posible, porque justo después de la instalación suele tener un montón de parches y actualizaciones de controladores que son necesarios. Algunos drivers puede que tengas que buscarlos manualmente en las webs de los fabricantes, porque Windows a veces no los detecta bien.

Seamos honestos, que todo esto sea tan complicado a veces es un fastidio, pero el resultado vale la pena: tu PC se verá más moderno, será más seguro y tendrá mejor rendimiento para las últimas apps y juegos. Sin olvidar que las funciones de seguridad de Windows 11 están mucho mejor que en Windows 7.

Consejos para no volverte loco en el proceso

  • Haz backup de todo, en serio. Usa un disco externo o la nube. No lo saltes.
  • Revisa si tu hardware llega. Si tu PC tiene 10 años, quizás sea mejor pensar en cambiarlo en lugar de pegarte la carrera.
  • Mantén el equipo conectado a la corriente todo el tiempo. Que no se apague a media instalación, eso sería un desastre.
  • Ten paciencia, esto puede durar desde media hora hasta varias. Déjale que haga su trabajo sin apurarlo.
  • Luego de la instalación, entra a Configuración > Windows Update y actualiza todo lo que puedas. Así todo funciona más suave.

Preguntas frecuentes

¿Puedo actualizar directamente desde Windows 7 a Windows 11?

No, eso no es posible oficialmente. Tendrás que hacer una instalación limpia usando medios de arranque. Es un poco más trabajoso, pero es lo que hay.

¿La actualización desde Windows 7 es gratis?

No exactamente. Es probable que tengas que comprar una licencia de Windows 11, a menos que alguna vez Microsoft vuelva a ofrecer actualizaciones gratuitas—pero esa probabilidad es baja.

¿Qué pasa si mi hardware es muy viejo?

Entonces lo más recomendable es pensar en actualizar algunas piezas o simplemente cambiar de PC. Windows 11 tiene requisitos muy estrictos y sobre hardware anticuado, puede que no valga la pena el esfuerzo.

¿Perderé mis archivos con una instalación limpia?

Sí, a menos que hagas backup. Por eso, primero asegúrate de tener todo guardado en otro lugar. Es como darle un reset completo a tu PC, pero con tus datos a salvo.

¿Cuánto tiempo tarda todo esto?

Desde unos 30 minutos hasta varias horas, dependiendo de tu equipo y la velocidad de internet. Lo importante es dejar que el proceso termine sin interrupciones.

Resumen rápido

  • Verifica si tu hardware puede con Windows 11.
  • Haz copia de seguridad de todo.
  • Crea un USB booteable con Media Creation Tool.
  • Arranca desde el USB y haz una instalación limpia.
  • Vuelve a instalar programas y recupera tus archivos.

En conclusión

Pasar de Windows 7 a Windows 11 no es la tarea más sencilla del mundo, pero si te tomas tu tiempo y tienes tus respaldos preparados, se puede lograr. Cuando termine, tu equipo estará más ágil, más seguro y listo para afrontar los próximos años. Eso sí, después de la actualización, dale una revisada a los drivers y BIOS, porque a veces pueden quedar cosas raras si no los actualizas manualmente.