Instalar Windows 11 puede ser una aventura emocionante, pero a veces las cosas no son tan sencillas. Puede que la actualización se bloquee constantemente, que el instalador muestre errores extraños o, peor aún, que ni siquiera puedas iniciar la actualización. Es un poco frustrante, porque las actualizaciones de Windows deberían ser sencillas, pero, claro, Windows tiene que complicarlas más de lo necesario. Esta guía analiza algunos problemas comunes y cómo solucionarlos. Al final, deberías poder instalar ese nuevo y reluciente sistema operativo sin complicaciones.
Cómo solucionar problemas de actualización a Windows 11
Problemas de compatibilidad o la actualización se bloquea al 99 %
A veces, el proceso de actualización se bloquea debido a problemas de compatibilidad o conflictos de controladores. Es posible que veas mensajes indicando que tu sistema no cumple con los requisitos o que la actualización se bloquea durante la instalación. Para solucionar el problema, primero revisa tu PC con la herramienta PC Health Check de Microsoft. Descárgala del sitio web oficial, instálala y ejecuta la comprobación. Normalmente, esto te indicará exactamente qué está retrasando el proceso, como hardware incompatible o versiones de BIOS desactualizadas. Además, asegúrate de que todos los controladores de tus dispositivos estén actualizados. Abre el Administrador de dispositivos (haciendo clic derecho en el menú Inicio y seleccionándolo), luego haz clic derecho en las entradas del dispositivo y selecciona Actualizar controlador. A veces, los controladores desactualizados causan bloqueos en la actualización. En algunos equipos, ejecutar Windows Update manualmente para obtener las últimas actualizaciones puede ser útil, especialmente las actualizaciones de firmware y seguridad. Además, eliminar archivos basura con herramientas como el Liberador de espacio en disco o utilidades de terceros puede liberar espacio y evitar errores de almacenamiento que interrumpan el proceso de actualización. Si algo sale mal, es posible que veas mensajes de error o registros en la carpeta C:\$Windows.~BT. A veces, limpiar esa carpeta con una utilidad de liberación de espacio en disco ayuda a restablecer el entorno de actualización.
Solución 1: Ejecute el solucionador de problemas de Windows Update
Esta herramienta integrada es un poco extraña, pero funciona a veces. Analiza el sistema en busca de problemas comunes e intenta solucionarlos automáticamente. Ve a Configuración > Actualización y seguridad > Solucionar problemas. Busca Windows Update en la lista y haz clic en Ejecutar el solucionador de problemas. Sigue las instrucciones y podría solucionar problemas de actualización persistentes. A veces, basta con restablecer los componentes de Windows Update, lo que implica detener servicios, eliminar archivos de caché y reiniciarlos mediante comandos del símbolo del sistema como: net stop wuauserv, net stop bits, y luego eliminar los archivos de C:\Windows\SoftwareDistributionla carpeta antes de reiniciar esos servicios.
Solución 2: utilice la herramienta de creación de medios para una instalación limpia
Si la actualización integrada no funciona, usar la Herramienta de Creación de Medios para crear un USB de arranque podría ser útil. Esto evita algunos errores de actualización, especialmente si actualizas desde una versión anterior o encuentras errores extraños. Descarga la Herramienta de Creación de Medios, ejecútala y selecciona Crear medio de instalación (unidad flash USB, DVD o archivo ISO). Usa una memoria USB vacía (de al menos 8 GB).Una vez creada, arranca desde esa unidad, selecciona Actualizar este PC ahora durante la instalación y sigue las instrucciones. Aviso: Asegúrate de seleccionar la opción para conservar archivos y aplicaciones personales si quieres una actualización más fluida; de lo contrario, se trata de una instalación limpia que borra todo.
Solución 3: Verifique la configuración de BIOS/UEFI y el arranque seguro
Claro que el Arranque Seguro y el TPM son clave. Si están desactivados, Windows 11 no se instalará ni actualizará. Reinicia tu PC, accede a la BIOS/UEFI (normalmente F2, F10, Supr o Esc durante el arranque) y busca opciones como Arranque Seguro y TPM. Actívalas si están desactivadas. A veces, actualizar la BIOS de tu placa base puede ser útil, sobre todo si el hardware es relativamente nuevo pero no se reconoce correctamente por defecto. Simplemente descarga el firmware más reciente del sitio web del fabricante de tu placa base y sigue sus instrucciones atentamente. Es normal que tengas que reiniciar un par de veces, pero esta solución suele solucionar problemas de compatibilidad relacionados con la configuración del firmware.
Solución 4: Desactivar el antivirus/firewall temporalmente
Un antivirus o firewall demasiado agresivo puede interferir con el proceso de actualización. Si utiliza herramientas de seguridad de terceros, desactívelas temporalmente. También puede desactivar Windows Defender temporalmente desde Configuración > Privacidad y seguridad > Seguridad de Windows. Asegúrese de volver a habilitarlo después de la instalación. A veces, estas protecciones bloquean partes de la actualización o hacen que Windows considere que los archivos son maliciosos. Después de deshabilitarlas, reinicie el sistema e intente actualizar de nuevo.
Y una última cosa…
A veces, la actualización solo requiere un buen reinicio y un poco de paciencia. Si has probado todo lo anterior y sigue sin funcionar, considera hacer una copia de seguridad y realizar una nueva instalación con la Herramienta de Creación de Medios. Es un poco engorroso, pero suele ser más limpio y rápido que solucionar errores de actualización.
Pocas cosas son más molestas que una actualización difícil, pero con un poco de práctica, la mayoría de los problemas se pueden solucionar. No sé por qué funciona, pero a veces simplemente desactivar el Arranque Seguro un rato o borrar la caché de actualizaciones soluciona el problema. En una configuración, ejecutar el solucionador de problemas solucionó el problema; en otra, una instalación limpia fue la única solución. Imagínate.
Resumen
- Ejecute el solucionador de problemas de Windows Update
- Verifique la configuración del BIOS/UEFI y actualice el firmware
- Utilice la herramienta de creación de medios para una instalación limpia
- Actualice todos los controladores del dispositivo y libere espacio
- Desactive temporalmente el antivirus/firewall si es necesario
Resumen
Instalar Windows 11 no siempre es sencillo, sobre todo con todas las peculiaridades de hardware y software. Pero saber cómo revisar la configuración, borrar cachés y probar métodos alternativos como dispositivos de arranque puede simplificar el proceso. A veces, solo se trata de probar diferentes ángulos hasta que algo funcione. Crucemos los dedos para que esto ayude a alguien a completar su actualización.