Cómo actualizar a Windows 11: Guía paso a paso para el upgrade

Subirte a Windows 11 a veces puede parecer más complicado de lo que debería, sobre todo si tu PC no está del todo preparado o si las revisiones de Microsoft son demasiado estrictas. Muchas personas se topan con pequeños sustos, como que la comprobación de compatibilidad falle aunque todo parezca en orden, o que la descarga se quede atascada por falta de espacio en disco o problemas en la red. Es una de esas cosas donde piensas: “¿Por qué esto tiene que ser tan difícil?”, pero el sistema se pone quisquilloso con temas como Secure Boot o el módulo TPM. Así que, aquí te dejo una especie de guía con experiencia real, que espero te ayude a entender mejor el proceso y que no sea tan frustrante.

Cómo seguir con la actualización a Windows 11

La revisión de compatibilidad y por qué importa

Si tu PC no cumple con los requisitos oficiales, la actualización puede bloquearse. Lo primero que hay que hacer es bajar la app PC Health Check desde la web de Microsoft. Es como un chequeo rápido que te dice si tu máquina está lista para la actualización o si hay cosas que te harán perder el tren. A veces, esta revisión es bastante estricta o tiene fallos—sobre todo si tu hardware es viejo o un poco custom. En esos casos, vale la pena que revises tus specs contra la lista oficial de Microsoft (aquí). Ejemplo: Secure Boot y TPM 2.0 son indispensables hoy en día, pero en muchas BIOS están apagados por defecto. Encenderlos no siempre es sencillo, especialmente en laptops.

Haz una copia de seguridad (porque, sí, Windows a veces hace las cosas más difíciles de lo necesario)

Y nadie quiere perder sus memes, fotos o documentos importantes. Usa un disco externo o servicios en la nube como OneDrive o Google Drive. También puedes hacer exportaciones de configuraciones importantes con las herramientas que Windows trae por defecto. Para mayor tranquilidad, conviene crear una imagen del sistema con herramientas como Windows Backup and Restore o programas de terceros como Macrium Reflect. A veces, el proceso de respaldo se queda colgado o se bloquea, así que paciencia o reinicia y prueba otra vez.

Prepara todo para la actualización

Antes de darle al botón de ‘Buscar actualizaciones’, limpia un poco tu disco—por lo menos 20GB libres, para que Windows tenga espacio de sobra. Además, desactiva tu antivirus temporalmente. Es un fastidio, pero algunos antivirus bloquean partes del instalador o detectan cosas que no son peligrosas y se confunden. También, revisa tu conexión de internet—si va andrajosa, la descarga puede fallar o tardar más de la cuenta, sobre todo en paquetes grandes.

La actualización en sí, ¿qué esperar?

Si tu PC pasa las revisiones y tienes todo listo, ve a Configuración > Actualización y Seguridad > Windows Update y haz clic en Buscar actualizaciones. Si Windows detecta que puedes subir a 11, te sugerirá la descarga. Ahí, paciencia—puede tardar un poquito, especialmente si tu internet no es de banda ancha. Durante la instalación, el PC probablemente se reinicie varias veces y eso es normal. Algunas veces el instalador se queda ‘pensando’ o hace reinicios inesperados—no te preocupes, solo dale tiempo.

Sigue las indicaciones y reinicia cuando te diga

Cuando termine la descarga, sigue el asistente en pantalla: acepta la licencia, configura aspectos de privacidad y deja que haga su magia. Cuando te pida reiniciar, hazlo sin miedo. Con suerte, ese reinicio es el que termina de instalar todo y te deja en Windows 11. Ojo, puede que después algunos drivers o programas antiguos necesiten actualizaciones, así que no esperes que todo sea perfecto a la primera. Algunos ajustes y pruebas extras será lo normal.

Cosillas que a veces necesitan atención adicional

Una vez hecho el upgrade, mira en el Administrador de dispositivos si hay hardware sin reconocer o con avisos en amarillo. A veces, los drivers viejos o apps incompatibles causan errores o bloqueos. En esos casos, visita la web del fabricante o vuelve a buscar actualizaciones con Windows Update. También, es normal que el menú de Inicio y la barra de tareas se vean un poco diferentes; no te alarmes, eso es Windows 11. Es buena idea ajustar algunas configuraciones y establecer tus apps predeterminadas y la disposición de la barra a tu gusto.

Consejos para que todo vaya más suave

  • Revisa las actualizaciones de Windows con frecuencia: las nuevas versiones y parches salen rápido tras un lanzamiento importante, y arreglan bugs y mejoran la estabilidad.
  • Libera espacio en disco: usa herramientas como Disk Cleanup o Storage Sense para eliminar archivos viejos y archivos basura que puedan entorpecer la actualización.
  • Conéctate a una buena red: Wi-Fi estable o cable Ethernet, evita conexiones inestables, sobre todo al descargar.
  • Desactiva temporalmente antivirus/filtros: para que no bloqueen partes del proceso de actualización, que a veces detectan cosas que en realidad no son peligrosas.
  • Consulta foros y comunidades: Reddit, Microsoft Community, y otros son de ayuda para conocer problemas comunes y soluciones rápidas para ciertos hardware.

Preguntas frecuentes

¿Cómo sé si mi PC está lista para Windows 11?

Además de usar PC Health Check, revisa en el BIOS si tienes habilitado Secure Boot y TPM 2.0. Para comprobarlo, presiona tpm.msc en Ejecutar (Windows + R) y ves si tienes TPM 2.0 activado. Si no, en algunos BIOS puedes activarlo, aunque a veces hay que hacer una actualización de BIOS o buscar cómo en las instrucciones de tu placa.

¿Puedo quedarme en Windows 10 si no quiero arriesgarme?

Claro que sí. Puedes seguir con Windows 10 y esperar a que las cosas se estabilicen un poquito más. También, muchos prefieren esperar a que haya más compatibilidad o que los bugs estén más solucionados.

¿Qué pasa si mi hardware no es compatible?

Si tienes un equipo incompatible, y eso te causa problemas, siempre puedes volver a Windows 10. Tienes casi un mes después de la actualización para hacerlo. Si no, tendrás que buscar actualizaciones de drivers o alternativas en la web del fabricante para que funcione mejor.

Resumen rápido

  • Revisa compatibilidad con PC Health Check y BIOS (Secure Boot, TPM)
  • Copia tus archivos, en la nube o en un disco externo
  • Libera espacio, revisa que la conexión funcione bien y desactiva antivirus temporalmente
  • En Windows Update, busca actualizaciones, espera la advertencia y reinicia cuando te diga
  • Luego, ajusta drivers, apps y configuraciones de UI para que quede a tu gusto

Resumen final

Actualizar a Windows 11 puede ser un poquito liado si tu máquina no está lista, pero los beneficios en diseño y funciones valen la pena. Solo recuerda que a veces las cosas no salen perfectas a la primera: drivers, compatibilidad o incluso una descarga lenta. Pero con un poco de paciencia y revisando tus configuraciones, es más fácil de lo que parece. Espero que esto le sirva a alguien para evitar dolores de cabeza y pasarse pronto a la última versión de Windows con menos vueltas.