Cómo acelerar tu ordenador en Windows 11: Mejora su rendimiento

Soluciones para un ordenador lento en Windows 11

Es muy frustrante cuando tu PC con Windows 11 parece avanzar a paso de tortuga. A veces, simplemente abrir una aplicación básica tarda una eternidad, y terminas mirando la rueda de carga como estudiante sin excusa por llegar tarde. Pero no te preocupes demasiado—hay soluciones bastante sencillas que no requieren ser un experto en informática. Solo necesitas paciencia y un poco de esfuerzo.

Aquí tienes algunos consejos que podrían devolverle la velocidad a tu equipo. Te sorprendería lo mucho que a menudo se pasan por alto estos detalles, ¡y cómo pueden darle un buen empujón a ese motor atascado!

Empieza por las actualizaciones

Lo cierto es que esta es una de esas cosas que muchos prefieren ignorar. Pero mantener todo actualizado es fundamental. ¿Por qué? Porque el software obsoleto puede arrastrar tu sistema, con controladores viejos, agujeros en la seguridad y más. Solo ve a Configuración > Windows Update y pulsa en Buscar actualizaciones. Si quieres algo más técnico, abre PowerShell como Administrador y ejecuta:

Start-Process ms-settings:windowsupdate

Si no aparece de inmediato, probablemente tengas que intentarlo un par de veces. Piensa en estas actualizaciones como las vitaminas diarias de tu PC: si las dejas de lado, las cosas empiezan a ir más despacio.

Desinstala programas que no uses

Todos tenemos aplicaciones que en su día parecían buenísimas… hace dos años. Con el tiempo, se acumulan y consumen recursos como invitados no deseados en una fiesta. Accede a Panel de control > Programas > Programas y características. Te sorprenderá ver qué hay por ahí. Elimina todo lo que no sirve de mucho. La sensación de alivio tras limpiar puede ser enorme, y también liberas espacio en tu disco.

Si eres un poco más técnico, PowerShell también puede ayudarte a listar las apps con:

Get-WmiObject -Class Win32_Product | Select-Object -Property Name

Luego, para desinstalar, normalmente es más sencillo hacerlo desde el Panel de control, pero estos comandos también sirven.

Reduce los programas que se ejecutan al iniciar

¿Esa larguísima espera en el arranque? Es culpa del montón de programas que se activan automáticamente. Para librarte de ellos, abre el Administrador de tareas (haz clic derecho en la barra de tareas o pulsa Ctrl + Shift + Esc) y ve a la pestaña Inicio. Desactiva todo lo que no sea imprescindible en ese momento. Esos clientes de sincronización en la nube y las apps de mensajería pueden esperar unos minutos, ¿verdad?

La limpieza de disco puede ser tu aliada

Los archivos temporales y la caché son como miguitas que dejan en la mesa: se acumulan y ocupan espacio que necesitas para otras cosas. La buena noticia es que Windows trae una herramienta llamada Limpieza de disco, que puede ayudarte a eliminar todo ese desorden digital. Busca ‘Limpieza de disco’ en el menú y selecciona tu unidad (probablemente sea la C:). Cuando ejecutes la herramienta, marca todas las casillas de archivos innecesarios. Te sorprenderá cuánto espacio puedes recuperar fácilmente.

Para una limpieza más profunda, puedes usar el comando:

cleanmgr /sagerun:1

una vez que hayas configurado las opciones. Y, por supuesto, limpia la caché del navegador regularmente. Aunque duele pensar en ello, también puede estar ralentizándote.

Realiza un escaneo antiviral

Los virus pueden convertir tu ordenador en una tortuga muy rápidamente. Se esconden y consumen recursos sin que te des cuenta. Usa Windows Defender o algún antivirus confiable y realiza un análisis completo. Solo abre Seguridad de Windows desde el menú Inicio, y en Protección contra virus y amenazas, selecciona Escaneo rápido o Escaneo completo. También puedes hacer esto desde PowerShell con:

Start-MpScan -ScanType FullScan

Eliminar estas amenazas no solo mejora la velocidad, sino que también mantiene tus datos a salvo: a nadie le gusta un equipo infectado que progresa lentamente.

Una vez que completes estos pasos, tu Windows 11 debería sentirse revitalizado. ¿Quién no quiere tiempos de inicio más rápidos y aplicaciones que se abren al instante?

Consejos adicionales para mantener la velocidad

Más allá de las soluciones principales, hay ciertos hábitos que ayudan a mantener tu equipo en plena forma. Actualizaciones regulares, por ejemplo, son clave. Y si quieres que vaya aún más rápido, reemplazar un HDD viejo por un SSD puede ser como cambiar una bicicleta por una moto: la diferencia en velocidad de acceso es abismal.

Organizarse también ayuda: menos archivos en el escritorio significa menos trabajo para tu máquina. Revisa qué aplicaciones consumen más recursos con el Administrador de tareas o Monitor de recursos (presiona Windows + R y escribe resmon). Y no olvides reiniciar una vez a la semana; eso limpia la memoria y le da un respiro a tu PC.

Preguntas frecuentes

¿Por qué mi Windows 11 va tan lento?

Por lo general, se debe a software desactualizado, aplicaciones en segundo plano o falta de espacio en el disco. También puede ser malware que se esconde y consume recursos sin que te des cuenta.

¿Con qué frecuencia debo actualizar Windows 11?

Lo ideal es hacerlo mensualmente. Puedes verificar manualmente en Configuración > Windows Update o ejecutando:

powershell -Command "Start-Process ms-settings:windowsupdate"

¿Un antivirus puede hacer que mi ordenador sea más lento?

En realidad, si está bien optimizado y actualizado, un buen antivirus no debería afectar el rendimiento. Solo asegúrate de tenerlo bien configurado.

¿Y si desinstalar programas no soluciona el problema?

Entonces puede tratarse de algo más profundo, como memoria RAM envejecida o un disco duro en sus últimos días. En esos casos, una actualización puede marcar la diferencia.

¿Debería acudir a un profesional si estos consejos no funcionan?

Puede ser una buena idea, sobre todo si hay problemas de hardware. Los expertos pueden detectar cosas que a simple vista no son evidentes.

Para terminar

Aunque parezca un fastidio, mejorar la velocidad de tu Windows 11 no es ciencia de cohetes: solo requiere un poco de paciencia. Si estos consejos logran que tu equipo funcione como nuevo, ¡ya es un logro! Mantenerlo actualizado y limpio hace toda la diferencia en la velocidad.

Lista rápida para no olvidarlo:

  • Busca actualizaciones.
  • Desinstala programas innecesarios.
  • Limita los programas que se inician automáticamente.
  • Limpia el disco duro.
  • Realiza un escaneo antivirus.

Unos pequeños ajustes que pueden ahorrarte muchos dolores de cabeza en el futuro.